"Were is the Beauty in the Bestiality?"
Aemond Targaryen sabía que había cometido un error, pero ya no podía retroceder en el tiempo para cambiarlo.
Ahora debía vivir con esa maldición de por vida.
¿O tal vez no?
House of the Dragon AU Fanfic
Aemond...
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Written by Monse Targaryen
Maratón: 1/5
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Estaba sorprendida y confusa.
¿La gente estaba viva? ¿Dónde quedó los dichos de su abuela: Todos dentro de la Ciudad quedaron malditos? No comprendía. Tal vez los rumores habían sido expresados mal, para generar el pánico en todos los poblados de Westeros cerca de King's Landing... Por los Dioses, ¿Y si todo fue una mentira para combatir un mal inexistente? ¿Y si en realidad, la Bestia estaba protegiendo a la ciudad de las personas de afuera?
Necesitaba respuestas, porque si su cabeza seguía llenándose de dudas y más dudas, no lograría completar su misión. Y quedaría encerrada en la ciudad para siempre, o hasta que... Las dos brujas se apiadaran de ella ¿Lo harían? ¿Se apiadarían de ella o dejarían que la Bestia la tomara como otra de sus prisioneros?
Necesitaba algún consejo urgente.
Estuvo alrededor de 15 minutos buscando ayuda. Que alguien de la ciudad le ayudara a encontrar un camino corto a las mazmorras de la Fortaleza Roja, que era donde sus primos ¿O debería de ser hermanos? ¿Por qué eran sus hermanos o sus primos? Dioses, estaba realmente confundida. Pero bueno. Necesitaba ayuda para encontrar las mazmorras donde sus primos/hermanos se encontraban retenidos. Pero nadie, en absoluto nadie, abrió sus ventanas o sus puertas para decirle algo. Al parecer era producto de que pronto anochecería y la Bestia saldría de su castillo.
Tal vez eso los mantenía encerrados para no encontrarla de frente.
— ¿Hola? ¿Alguien podría ayudarme? —Nada, nadie hablaba. Pero vio al gato negro de ojos celestes. Este la miraba desde una fuente, sentado con su cabecita ladeada, mirándola con atención— ¿Joff? ¡Joff!
El gato escapo.
Lo vio correr lejos de ella, su oportunidad se estaba evaporando. Debían de faltar al menos 40 minutos para que la hora acabara. Para que el anochecer llegara, y ella aun no encontraba las benditas mazmorras. Corrió tras el gato, deseando no perderlo de vista. Pero este era escurridizo.
— ¡Joff, espérame!
El animal seguía corriendo ágil con sus cuatro patas. Iba en variados caminos, izquierda, derecha, saltaba carritos, subía tejados. El minino la estaba despistando para confundirla aún más. Gato astuto, pero ¿Astucia de qué? ¿Acaso hacía lo mismo con las personas que iban en busca de la Bestia? ¿Acaso el gato creía que ella iba a derrotar a la Bestia? ¡No, ella solo quería a sus familiares!