"Were is the Beauty in the Bestiality?"
Aemond Targaryen sabía que había cometido un error, pero ya no podía retroceder en el tiempo para cambiarlo.
Ahora debía vivir con esa maldición de por vida.
¿O tal vez no?
House of the Dragon AU Fanfic
Aemond...
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Written by Monse Targaryen
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"Ese día, la Lady del Valle tenía muchas ganas de volver a ver los retratos. Asi que, después de tomar desayuno y vestir de manera apropiada, salió de los aposentos.
— ¿Le llamaron la atención? —Pregunto uno de los niños.
—Oh, hubo uno de ellos que era más interesante que el resto...
Sayida entró de nuevo a aquel lugar donde Eggy la llevó a conocer los retratos. Estaba de la misma manera que ese día, asi que camino entre ellos con una sonrisa en su rostro. El ambiente en ese salón era pacifico ante el silencio que llenaba el lugar. Las ventanas cerradas, con polvo por el tiempo sin ser abiertas. Las cortinas rotas. Todo era misterioso.
Observó por unos momentos el retrato de la Reina Rhaenyra I con sus hijos. Todos con el porte a realeza, en especial el heredero parado junto a su madre. Este tenía rizos en su cabello que caían rebeldes por su cabeza. El príncipe Jacaerys era digno de ser el sucesor de la reina Rhaenyra. Luego estaban los príncipes Lucerys y Joffrey Velaryon, ambos sonrientes de manera divertida y malévola. Al parecer la influencia de Daemon Targaryen en ellos hizo sus efectos. El rey consorte se encontraba del otro lado de la reina, sosteniendo a tres menores peliblancos, dos de ellos en sus brazos y la tercera sentada en sus hombros.
— ¿Qué les pasó a todos ustedes? —Preguntó a la nada.
Le causaba curiosidad que el gato negro que siempre estaba con Eggy y ella, se llamara de la misma manera que el príncipe perdido Joffrey Velaryon. Solo era una coincidencia, ¿Cierto?
Camino hasta otro retrato, donde estaban los hermanos de la reina con su madre, La alguna vez reina consorte Alicent Hightower. Todos ellos desaparecidos de la misma manera. Nadie sabía que sucedió con ellos cuando la Maldición golpeo la ciudad de Desembarco. Los rumores decían que ellos fueron transformados en monstruos que atormentaban la ciudad y los alrededores de la maldición.
Pero Sayida no lo creía. Porque al acercarse a la ventana, abrió sus ojos con sorpresa cuando vio a la gente de Desembarco caminar felices bajo el resplandeciente sol. Sin preocupaciones, sin temer que alguien del otro lado pudiera hacerles daño. La Bestia los protegía durante la noche de aquellas extrañas criaturas, y el sol les daba seguridad de que no aparecerían.
