"Were is the Beauty in the Bestiality?"
Aemond Targaryen sabía que había cometido un error, pero ya no podía retroceder en el tiempo para cambiarlo.
Ahora debía vivir con esa maldición de por vida.
¿O tal vez no?
House of the Dragon AU Fanfic
Aemond...
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Written by Monse Targaryen
Maratón: 4/5
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—Que humor —dijo algo burlona. Al voltearse, noto una bañera recién puesta con agua caliente, llamándola a darse un baño para quitar toda la suciedad que su cuerpo y cabello tenía—. Eso no estaba cuando llegamos, ¿O sí?
El gato naranja dejo de lavarse su pata trasera derecha que tenía estirada frente al fuego, para mirarla. Joff, desde el sillón donde se encontraba también miro en la dirección que apuntaba. El más pequeño estaba quedándose dormido ante el agradable ambiente que la habitación mantenía.
—No, hay magia desde que la maldición comenzó en King's Landing —respondió el naranjoso. Bajo la pata derecha, para levantar la izquierda—. Puedes bañarte tranquila, no me agrada invadir la privacidad de las personas. De Mond sí, pero la del resto no.
Joff emitió un pequeño maullido.
—El agua no se enfriara gracias a la magia —dijo. Sayida sonrió ante la ternura de su voz.
Se acercó a la bañera para tocar el agua. Estaba algo caliente, tal como le gustaba. El vestido cayó al suelo luego de desabrocharlo y quitarlo, solo quedo con la ropa interior. Miró a los mininos encontrándolos durmiendo frente al fuego, Joff estaba apoyado en el cuerpo del naranjoso. Luego de quitar su ropa interior, se metió al agua.
El gusto que sintió la hizo gemir. Sentía que la suciedad iba saliendo de su cuerpo ante el agua caliente. Tomo el jabón que se encontraba en una mesita a su lado para pasarlo por su cuerpo, tenía tierra en los brazos y piernas, además del sudor en su espalda y entre los pechos. Ya no se sentía incomoda. Se sentía fresca y limpia. Cuando termino, lloriqueo porque tenía que salir de la tina pero el agua seguía caliente. A duras penas salió para tomar una bata y ponérsela. Su cabello escurría agua por lo que fue lo primero que seco.
Su estómago rugió pidiendo comida. La Bestia dijo que traerían comida.
—Hey, naranjoso —llamó al gato más grande. Este se giró a mirarla algo ofendido— ¿Sabes...?
—Mi nombre no es naranjoso —dijo casi molesto. Joff se despertó al escuchar su maullar algo rudo—. Perdón pequeñín. Mi nombre es Eggy o Egg. Como te guste llamarme, pero no naranjoso.
Sayida boqueo dejando la toalla de lado para hacer una trenza rápida. Al fin sabía como llamar al gato naranja, lo que le sorprendió fue el tono de ofensa que uso para responderle. Vaya que le molestaba el que fuera naranja, ¿No era su color favorito entonces? Al parecer, por lo que estaba viendo, su forma humana era como los representaba el animal de ahora.
