Jennie:
Oí un gemido fuerte y molesto detrás de mi mientras corría por el pasillo. Supuse que el sonido provenía de Lisa.
Al final del pasillo, llegue a una escalera y me apresuré a bajarla, apoyándome en la pared para no caer debido al temblor de mis piernas.
Cuando llegue abajo, esperaba encontrar otra planta de habitaciones de hotel, pero me sorprendí al verme en medio de un lujoso salón abierto con una enorme cocina justo al lado. ¿Esta habitación de hotel tiene dos pisos? ¿Qué clase de hotel es este?
Mire frenéticamente a mi alrededor en busca de algo que pudiera ayudarme.
-¿Luna?¿Qué estás haciendo?¿Donde está la alpha?-gritó alguien desde la otra habitación.
Había una mujer de pie en el mostrador de la cocina. Tenía una taza de café en la mano y me miraba como si estuviera loca.
¡La reconocí! Había estado en el avión ¡Ella fue quien me dijo que besara a Lisa!
-¡Ah, gracias a Dios!-grité corriendo hacia la cocina.
-Tu...- la habitación empezó a dar vueltas de repente, y el mordisco del cuello me palpitaba y ardía dolorosamente. Sacudí la cabeza para despejar mis nebulosos pensamientos.
-¡Ayúdame!¡Esa mujer me ha secuestrado! ¡Necesito llamar a la policía!
-Eh, tranquila, estás bien, no te ha secuestrado...-se puso de pie y se acercó a mi lentamente, como si yo fuera un animalito silvestre que huiría si hacia algún movimiento brusco.
Sus palabras cesaron y de repente sus ojos se tornaron de un color gris. Se quedo mirando el aire, casi como si estuviera en un trance. Me aleje de ella, asustada.
-Si. Si aquí está- dijo
-¿Qué?- pregunté. ¿Esta hablando conmigo?
No me presto atención. Se quedo mirando a la nada.
-Desde luego, Alpha.- añadió. Sus ojos volvieron a la normalidad y me miro- Lo siento, pero no puedes irte.
Vale, así que ella también está loca. Tomó nota.
Me di la vuelta y exploré la habitación en busca de una salida. Había una puerta al otro lado de la cocina. La puerta principal por su aspecto ¡Si!.
Me apresuré a pasar junto a la amiga loca de Lisa y trate de llegar hasta ella, pero tropecé con mis propios pies. Me apoye en la pared de al lado.
La sensación de ardor de la mordedura del cuello recorría mi cuerpo en oleadas lentas y tortuosas. Se me revolvió el estómago.
Sentí que iba a vomitar.
¿Qué demonios está pasando? ¿Era esto de lo que Lisa había hablado cuando dijo que empezaría a sentirme mal?
Intente superar el dolor mientras seguía luchando por llegar hasta la puerta, pero el mundo giraba demasiado rápido y mis rodillas estaban demasiado débiles. Así que caí al suelo.
-¡Luna!- gritó la mujer que tenía a mi espalda.
Las lagrimas me corrian por la cara; el fuego que había en mi interior era demasido. Grité.
-¡Haz que se detenga!- chille- ¡Haz que se detenga!
-¡Lo siento, Luna! La Alpha llegará pronto- dijo la mujer que estaba a mi lado. Me tocó el hombro, pero solo pareció a vivar las llamas que asolaban mi cuerpo.
-¡No me toques!- le quite la mano de encima. Solloce.
-¡Alpha! ¡Por favor date prisa!- gritó la mujer
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La Hermosa y La Alpha Lalisa
Science FictionJennie ni siquiera sabe que hay seres capaces de cambiar de forma. En un avión a Paris conoce a la Alpha Lalisa, que afirma que ella le pertenece. La posesiva alpha marca a Jennie la lleva a su suite, donde lucha por la pasión que crece en su inter...