Young & Beautiful | yoonseok |

♪~"¿YoonGi sabe sonreír?"

Se incorporó asustado sobre su asiento, su corazón palpitante. Se frotó los ojos con los puños, a la vez mirando alrededor con el intento de recordar adónde era que estaba. No tardó en identificar el lugar después de ver al frente, directamente a la pizarra rellena de un montón de numeritos y figuritas que para HoSeok no tenían sentido. El resto del aula ya se encontraba vacía, los escritorios vacantes, incluso la luz estaba apagada. No le sorprendió que sus compañeros no se hubiesen tomado la molestia en despertarlo, pero joder, por lo menos el profesor lo pudo haber tomado en consideración.

—No puede ser... me perdí otra lección —se murmuró a sí mismo. Era la tercera vez que se quedaba dormido a media clase de física, su materia más débil.

—Ya es costumbre a este punto.

El trasero de HoSeok se despegó de su silla, su cuello girando bruscamente solo para encontrarse con JungKook, quien estaba recostado en la silla detrás suyo, cómodamente con las piernas descansando sobre otro pupitre.

—Kook, ¿por qué no me despertaste? —le preguntó con voz áspera y un ojo entrecerrado.

Como respuesta, JungKook le mostró la pantalla de su celular, la cual proyectaba una fotografía de él dormido con la boca abierta y un poco de baba escapándose por la comisura. Mientras JungKook sonreía entretenido y le terminaba de enseñar el resto de la sesión de fotos, HoSeok gruñó y volvió a dejar su cabeza caer sobre el escritorio, encima de sus brazos cruzados.

—Ah, no —emitió el azabache de los dos, guardando el cel en su bolsillo trasero al pararse—. Ya dormiste suficiente y necesitamos ir a comer antes de que se acabe la hora libre.

HoSeok sabía que lo que su hermano decía era cierto, pero después de dormir se le hacía imposible arrancar los motores de su cuerpo para seguir con su día. Necesitaba mínimo diez minutos para cargar baterías.

—Seok —le volvió a llamar, pero el mismo no se movía—. Tienes que comer, vamos.

Movió un poco su cabeza para poder ver a JungKook—.Cárgame —pidió en un suave lloriqueo.

JungKook rodó los ojos.

—La vez pasada te dije que sería la última.

—Pero...

—Nada de peros. Si no te paras ahora mismo, me voy.

HoSeok soltó un dramático y entristecido suspiro.

—Está bien, vete... déjame aquí... solito... muriéndome de hambre...

—No seas dramático...

—Muriéndome de la sed... sin alguien que me quiera...

Un minuto pasó y JungKook, como siempre, terminó cediendo, y la única explicación que tenía para excusarse era que este holgazán era su hermano y le gustaba verle feliz. Siempre había sido así. Desde la primera noche que compartieron habitación cuando JungKook y su mamá recién se habían mudado a la casa de los Jung, y HoSeok no podía dormir por pensar que con su papá ahora emparejado con otra mujer, estaba traicionando a su mamá. A JungKook le tocó explicarle, esa misma madrugada, con la única iluminación siendo la ordinaria lamparita nocturna en forma de la máscara de Iron Man, que no había nada de malo con encontrar el amor una segunda vez, y que el señor Jung jamás amaría a su propia madre tanto cómo amó a la señora Jung.

Por ese mismo sentimiento acogedor que sintió esa noche era que siempre accedía a hacer algo por su hermano, tal y como ahora lo hacía al tenerlo montado y dormido en su espalda en camino al comedor para los dos poder alimentarse. Varias personas en los pasillos los quedaron viendo con disgusto, y el doble de esas los quedaron viendo como si fueran dos seres estrafalarios que no eran bienvenidos al comedor, pero ambos ya estaban acostumbrados.