♪~ Especial.

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HoSeok tuvo que ser persistente consigo mismo. Con la parte suya que se indignaba ante la idea de usar cualquier otra trompeta común y corriente. Aunque por el exterior de la academia hacía un frío asesino, HoSeok había logrado volver a sentirse cálido por dentro a pesar de que su preciado instrumento seguía extraviado.

Debía de darle la mayoría del crédito a YoonGi requiriendo su bienestar.

YoonGi le continuaba ayudando a entender que podía tocar cualquier instrumento con la condición de usarlo para mantener viva la misma pasión que comparte con su mamá. Eso era lo importante, le repetía el azabache cada vez que la expresión de HoSeok mostraba una no muy convencida mueca al tener una de las trompetas de repuesto del salón sobre su regazo.

Claro que no se habían rendido con la búsqueda. Sus valiosos amigos le ayudaban a diario a recorrer los pasillos y edificios en caso de que mágicamente apareciera en alguna esquina recóndita del campus. Pero la decepción se había vuelto constante. Cada tarde YoonGi lo llegaba a encontrar una vez más con su cara de bóxer y sin su maletín marrón colgando de su mano.

—¿Nada?

Él negaba, cabeza gacha, y YoonGi tomaba su mano como respuesta.

—¿Quieres un café helado?

Afirmaba desanimado.

—¿Y luego a ver una película en el proyector?

Entonces su sonrisa hacía exhibición mientras asentía con frenesí.

Todos los días sus conversaciones eran así antes de ir a sentarse y hundirse en los colchones del sofá central de aquella habitación que ya no era solo de YoonGi, sino que de YoonGi y HoSeok. El azabache se había asegurado de dejárselo claro. Incluso le dio su llave de repuesto.

—Toma. Puedes venir cuando quieras, pero recuerda que nadie debe de saber que esa habitación existe.

—Lo sé, lo sé —contestó emocionado y sonriente al aceptar la llave, pero más que nada al considerar que YoonGi confiaba en él. El hecho de compartir un secreto con él le daba la idea de que eran amigos.

Porque lo eran... ¿cierto? Ya no solo eran compañeros, sino también amigos, o por lo menos así lo consideraba HoSeok.

Sintió una bolita de papel dar contra su mejilla, luego escuchó la voz de JiMin.

—Seok... ¿acaso estás esperando a que te demos permiso para comenzar a comer? —habló JiMin, después de haberse fijado en la expresión enfocada, y fija en la comida, de HoSeok.

—Está pensando —mencionó NamJoon, habitualmente con su pareja encima de sus piernas.

El peli rosa ahora giró a ver al azabache que también parecía concentrado en algo.

—Mira, el otro también está así —pero sólo tomó que notara adonde se dirigía la mirada de JungKook, y rápido pudo deducir el motivo tras la concentración de su amigo—. Kook, pareces acosador viendo a Tae así mientras lee.

—Shh, calla —le contestó, sin distraer su vista de la cara bonita que admiraba—. Estoy pensando.

—¿En qué? —arqueó una ceja—. ¿En tomarle una foto para que te dure más?

JungKook volteó irritado, se levantó, incorporó y le dio un sape a la frente de JiMin.

—¡Ay imbécil! —se quejó, frotándose la parte golpeada de su rostro.

NamJoon, al ver la carita enojada de su novio, se rio ligeramente.

—¡¿Y tú de qué te ríes?! —reclamó JiMin al haberlo notado.

Young & Beautiful | yoonseok |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora