♪~Amistad Unilateral.

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Se removió entre las fundas de su cama, girándose sin darle importancia a qué hora de la mañana podría ser. Sin embargo, minutos pasaron sin que se hubiese vuelto a dormir cuando escuchó el reiterado pitido de su alarma despertadora comenzar a alertarle que era tiempo de levantarse para empezar el día. Lo último que quería era abandonar su muy, muy cómoda cama, pero a partir de ese pitido tenía una hora exacta para alistarse, y no la quería desperdiciar.

Después de despertar a HoSeok, algo que se había vuelto su deber puesto que el peli café no se levantaba con una simple alarma, se fue a las duchas para bañarse bien, cambiarse a su uniforme que se había tomado la molestia de planchar la noche anterior, y finalmente socar su corbata a la longitud perfecta antes de colocarse el blazer encima. Corrió sus dedos entre sus propios cabellos azabaches, con el propósito de peinarlos bien. Se revisó en el espejo, sonriéndole a su reflejo una y otra vez para verificar que se miraba presentable.

Salió de la habitación mientras HoSeok se bañaba, sabiendo que su hermano luego le reclamaría por no haberlo esperado para irse juntos, pero JungKook no podía esperar. Se le hizo imposible manejar las ansias por llegar a su primera hora de clases, y no por la lección de literatura en sí, sino que por quien estaría allí.

Y ese quien estaba sentado en un pupitre al fondo del aula, con sus gafas bien colocadas mientras miraba por la ventana que iluminaba el cuarto rectangular desde el costado derecho. JungKook lo observó desde la entrada y sintió cómo en su corazón nació un jardín entero de flores y mariposas esperanzadas que se perdieron al sentir como alguien chocó accidentalmente contra su hombro, trayéndolo de regreso a la realidad. Decidió ir a encontrar su propio asiento para prevenir algún regaño, no tan lejos del de TaeHyung, pues quería tener una vista clara a su bonito perfil.

Él intentó, de verdad, mantener su atención en las explicaciones y preguntas que la maestra le daba a los alumnos sobre el tarado Rey Lear, pero su cabeza siempre terminaba volteando, discretamente, en dirección a la ventana. Ey, pero la culpa no la tenía él. La tenía TaeHyung por ser el dueño del rostro más proporcionado y perfecto que podría existir. JungKook admiraba, siempre y sin falta, como todas las facciones de aquel castaño, individualmente o conjuntas, acentuaban esa belleza que tanto le distraía.

—TaeHyung —llamó la profesora repentinamente—. Nos puedes decir por qué Lear desheredó a su hija Cordelia.

De inmediato JungKook pudo notar los ojos del castaño moverse inquietos.

—¿Yo? —balbuceó TaeHyung, claramente nerviso.

—Eres el único TaeHyung aquí.

Kim bajó la mirada, ahora enfocándose en responder la pregunta.

—U-Uhm... ella... —se relamió los labios—. Lear.. em, É-él... u-uh...

JungKook quedó esperando por la respuesta, sabiendo lo inteligente que TaeHyung era y que probablemente sabría responderla, pero al fijarse en cómo sus manos tiritaban inmanejablemente sobre su regazo y sus cejas se hallaban juntas bajo pánico que le empezaba a agobiar, el peli negro recordó lo que JiMin le había dicho acerca de lo ansioso que TaeHyung se ponía al recibir mucha atención de una sola vez. Por ello fue que se terminó apresurando a tomar control de la situación.

—Lear es un hombre egocéntrico que no pudo soportar que su hija favorita no le dedicara las palabras que quería escuchar —explicó JungKook en voz alta, atrayendo todos los ojos de sus compañeros hacia él—. Por ende, la desheredó, echando a perder a la única persona que realmente lo amaba.

—Así es, JungKook. ¿Y por qué crees que Cordelia no quiso dedicarle esas palabras?

—Pues... —encogió los hombros—sus intenciones nunca fueron venderse ante su padre para heredar parte del reino, en cambio a sus hermanas, y ella sabía que no era buena poniendo sus sentimientos en palabras, así que prefirió ser honesta y no hacerlo.

Young & Beautiful | yoonseok |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora