♪~ Siestas enigmáticas.

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El joven director fregó sus ojos entre su índice y pulgar, su otro brazo estirándose sobre su cabeza, pareciendo pretender alcanzar el ventilador de luz amarillenta. Se puso de pie y destensó los músculos de su espalda, escuchándola crujir de modo que las horas aplicadas a su trabajo eran comprobadas.

La elaboración de las partituras de veintidós piezas para cuatro distintas secciones instrumentales.

Toda la semana se había estado quedando dormido hasta tarde, babeando sobre el piano de su oficina, en el proceso de escuchar la música titular de aquellas obras de cine que se caracterizaban como las más conocidas, para después preparar filas y filas de pentagramas que serían leídos y aplicados por sus estudiantes.

Quería terminarlas para mañana y entregarlas todas durante el ensayo, así sus músicos tendrían la libertad de empezar a estudiar y analizar las escalas con las cuales se estarían enfrentando. Era una montaña rusa musical. Cada película tenía una temática de acuerdo a su género y todas se diferenciaban entre ellas. SeokJin había usado determinada precisión de su intelecto para decidir el orden de las piezas. Bueno... quizás solamente le hizo una modificación al orden que HoSeok ya había manifestado, pues francamente el menor había hecho un gran trabajo implementando variedad entre las obras lentas y las intensas para mantener una buena fluidez a través de la presentación.

Se paró y caminó hasta la cocina, liberando continuos bostezos, y se sirvió una copa de vino para honrar sus antojos nocturnos.

SeokJin se estaba poniendo una pesa de presión encima. Esta oportunidad que le habían dado sus padres para él era delicada. Desde que tuvo que suplir el puesto de director, el talento musical de varias generaciones había pasado por sus manos, ojos y oídos, y él no se había atrevido a enfrentar lo que era mejor para la academia. Ahora no lo podía echar a perder.

Se aventuró por los corredores de su casa. La casa en donde melodías imperecederas fueron creadas dentro de una pequeña habitación con un piano marrón junto a una ventana. SeokJin se apoyó contra el marco de la puerta, tomó un sorbido de su copa, y observó el banco vacante.

—Puede que no sea rarito como tú, pero creo que podré hacerlo.

En todo caso, con tan solo poder reflejar en su música el potencial que la academia le debe al público sería suficiente. Este año sería distinto desde que él se fue, y de pronto el próximo podría retomar el arte que dejó atrás. Para algunos probablemente sería un nuevo reto, ya que sus habilidades se habían limitado a las mismas reiteradas piezas clásicas, moldeándose a ese estilo, pero sabía que habían otros que dominarían sus destrezas sin revoloteo.

—Solamente espero no decepcionarte.

Se movió para cerrar la puerta y largarse, pues esa habitación y los recuerdos en donde su adoración por Seong Gi era su motivo de vida acostumbraban a ponerlo mal.

Porque el dolor de ese día fue uno que SeokJin jamás pensó que llegaría a sentir.

Fue agónico.

El destino de ellos dos ese día era pasarla juntos, hablando sobre todo lo que necesitaba ser desahogado de sus almas, porque solo ellos se entendían y sabían cómo consolarse. Entre palabras, chistes y música. SeokJin con el violín y Seong Gi con el piano. Pero el consuelo no fue concedido y jamás volvió a serlo. A cambio recibió una llamada de su papá, con una voz frágil en vez de una dura. Esa tarde las rodillas de SeokJin fueron heridas al dar contra las piedras que fomentaban su camino.

Quiso gritar. Quiso llorar. Quiso morir con él.

Pero no pudo hacerlo. Tuvo que recogerse a sí mismo e ir a buscar a YoonGi. Tuvo que resistir su luto e ir adonde el pequeño que estaba creciendo demasiado rápido para abrazarlo y asegurarle que todo estaría bien. Luego buscó a su hermana, quien parecía estar pero no estaba. Atendió a evento tras evento dedicado al hombre que salvaba vidas con su música, y el semblante de Kim SeokJin, un idiota con su corazón desgarrado, jamás mostró señal de su melancolía.

Young & Beautiful | yoonseok |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora