4#Sombras y Susurros en la Noche.

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Narrador omnisciente:

-La oscuridad de la noche nueva era un velo que cubría el bosque, pero no era suficiente para disuadir a las siete hermanas Lunargentum pertenecientes de la manada Del Norte. Con pasos ligeros y corazones llenos de emoción, teniendo demasiado cuidado y precaución para que sus padres no se den cuenta de que no estaban dormidas y que se estaban escapando en plena noche estrellada. Una vez que lograron salir por su ventana de su habitación, se dirigieron al claro secreto donde los hermanos Crepusculum las esperaban:

Wendy: ¡¡Ya estamos aquí!!-Exclamó alegremente, con una sonrisa brillante que iluminaba su rostro.

Yayoi: Perdonen por llegar tarde, pero se nos complicó escaparnos-Explicó, apenada-¿Esperaron mucho?-Preguntó preocupada, mirando a los hermanos con ojos grandes.

Jun: No, tranquilas, niñas. Al igual que ustedes, recién llegamos-La tranquilizó con una sonrisa suave, leyendo sus pensamientos y sintiendo la preocupación que les había acompañado.

Flor: Uff, qué alivio. Entonces, ¿Qué aventuras tuvieron hoy?-Preguntó, con una sonrisa que brillaba incluso en la oscuridad, mientras sus ojos chispeaban de curiosidad.

Genzo: Nada tan interesante como nuestras charlas. Solo fuimos a la universidad-Respondió, su voz baja y calmada, como si sus palabras llevaran el peso de la rutina diaria.

Yoshiko: ¿Van a la universidad? ¿Y cómo es?-Cuestionó, interesada, acercándose un poco más, como si su curiosidad pudiera desbordarse en cualquier momento.

Ishizaki: Es aburrida-Contestó algo fastidiado, acostándose en el pasto con un suspiro, dejando claro que no disfrutaba de esos días interminables.

Taro: Ishizaki, no digas esas cosas-Le reprendió suavemente, dándole un golpecito con el codo para que se moderara.

Hikaru: Ishizaki solo dijo eso porque le fue mal en el examen de física cuántica-Mintió rápidamente, cubriendo a su hermano-La universidad es interesante, tiene su lado bueno y su lado malo-Explicó, con una leve sonrisa que intentaba apaciguar la conversación.

Kojiro: Exactamente, por eso no nos podemos reunir en el día. Quizás solo cuando el sol esté desapareciendo, a esa hora ya no estamos ocupados-Agregó rápidamente, justificando por qué solo podían juntarse con ellas de noche.

Yukari: ¡Wow! Yo ya quiero que llegue el momento en que podamos ir a la universidad. Nosotras aprendemos todo en la manada, pero cuando lleguemos a los 18 podremos asistir con las demás personas "normales"-Dijo, su voz cargada de emoción por lo que el futuro podría traerles.

Yayoi: Aunque mamá y papá dicen que tenemos que mantener en secreto nuestro origen y hacernos pasar por personas "normales"-Mencionó en tono confidencial, bajando la voz, como si el bosque mismo pudiera escuchar su secreto.

Sanae: Aunque supongo que, cuando llegue ese momento, será algo diferente a lo que estamos acostumbradas. Sin embargo, lo diferente es bueno-Opinó pensativa, su mente ya imaginando cómo sería esa experiencia.

Tsubasa: No piensen tanto en eso, niñas. Disfruten el recorrido y no piensen de más-Aconsejó amablemente, con una sonrisa cálida que las invitaba a relajarse.

Kojiro: Pero ahora queremos saber qué es lo que hicieron ustedes, además de ir a la escuela-Mencionó, con una sonrisa que mostraba su interés genuino por las historias de las hermanas.

Todas: ¡Está bien!-Contestaron al unísono, sus voces llenas de entusiasmo.

Maki, con su característica vivacidad, fue la primera en hablar:

Maki: Hoy engañé a los vigilantes que tenemos como "niñeras" cuando nuestros padres están ocupados, y me colé en el almacén de provisiones. ¡Fue emocionante!-Contó, su voz llena de alegría mientras sus ojos brillaban con picardía.

Flor: Con razón no te vimos después del desayuno-Miró con reproche a su hermana menor, quien le sacó la lengua en un gesto travieso.

Kojiro: Eres bastante audaz al hacer eso-Comentó, con una risa suave, claramente impresionado por la audacia de la joven.

Yukari, con curiosidad, se acercó a Ishizaki:

Yukari: ¿Qué es lo más hermoso que has visto en tus viajes?-Preguntó con ojos expectantes, deseando escuchar historias de lugares lejanos.

Ishizaki: Una vez, en un lugar lejano, vi un cielo lleno de auroras boreales-Compartió, su voz teñida de nostalgia mientras su mente viajaba de vuelta a ese momento.

Yukari: ¡Debe ser mágico!-Exclamó, su imaginación volando hacia esos cielos lejanos-Ojalá pueda ver eso algún día-Dijo emocionada, ya soñando con futuras aventuras.

Sanae, con su timidez habitual, miró a Tsubasa:

Sanae: ¿Alguna vez te sientes...diferente?-Preguntó en voz baja, como si dudara en expresar lo que realmente sentía.

Tsubasa: Todos somos diferentes, Sae-Respondió, con una sonrisa tranquilizadora-Eso es lo que nos hace únicos a cada uno de nosotros-Añadió, dándole a Sanae la seguridad que necesitaba.

Yoshiko y Hikaru intercambiaron cuentos de las estrellas, mientras Yayoi y Jun competían en juegos de agilidad y destreza:

Yayoi: ¡Apuesto a que no puedes alcanzar esa rama!-Desafió, señalando hacia arriba con una sonrisa competitiva.

Jun: ¡Acepto tu desafío!-Respondió, preparándose para saltar, pero cuidando que no pareciera que volaba.

Wendy, la más pequeña, se sentó junto a Taro, compartiendo sus piedras brillantes:

Wendy: Estas son mis favoritas-Comentó, mostrando una piedra que capturaba la luz de la luna con una sonrisa inocente-¿Tienes algo que te sea especial?-Preguntó, con curiosidad palpable en sus ojos avellana.

Taro: Mi familia-Respondió, con una sinceridad que tocó el corazón de Wendy.

Wendy: Es hermoso que tengamos algo en común-Dijo, abrazándolo con cariño, abrumando, sin saberlo, a Taro con sus sentimientos tan puros. Aun así, él correspondió el abrazo, controlando su fuerza antinatural.

-La noche se llenó de risas y conversaciones, con cada hermano y hermana compartiendo un pedazo de su mundo. A pesar de sus diferencias, en ese claro del bosque, eran simplemente jóvenes aprendiendo unos de otros, construyendo puentes donde antes solo había silencio:

Flor: Deberíamos hacer esto más seguido-Comentó la mayor, mientras se preparaban para despedirse, después de haber competido con Genzo en una carrera.

Genzo: Sí, es lo más esperado de mis noches-Confesó, y los demás asintieron en acuerdo.

-Con promesas de volver a reunirse, las hermanas Lunargentum regresaron a su hogar, y los hermanos Crepusculum se desvanecieron en la oscuridad, cada uno llevando consigo la calidez de la amistad recién forjada, manteniendo su verdadera naturaleza oculta en las sombras.
























Continuará...

















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Los Tesoros Del Norte. (Capitán Tsubasa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora