Narrador omnisciente:
-Durante cinco noches, el claro que solía vibrar con la risa y los juegos de las hermanas Lunargentum y los hermanos Crepusculum permaneció en silencio. La ausencia de las hermanas era un misterio que pesaba en el aire, una sombra que se extendía más allá de la luna llena que iluminaba el cielo nocturno. Los hermanos Crepusculum sentían esa distancia como una herida abierta, un eco de preguntas sin respuesta que los atormentaba día y noche.
Con las hermanas:
-En el corazón del bosque, donde la luz de la luna llena se filtraba a través de las hojas susurrantes, las hermanas Lunargentum se congregaron en su santuario secreto. Rodeadas de tomos polvorientos y pergaminos desgastados, buscaban en las historias contadas alrededor de las fogatas, leyendas de amor y sacrificio que pudieran dar sentido a la confusión que ahora gobernaba sus corazones. Sabían que debían ser cuidadosas; su padre jamás podría enterarse de lo que realmente buscaban en aquellos libros:
Flor: Hermanas, ¿Han oído la historia de la Tercera Esposa? Su sacrificio fue un acto de amor puro, una decisión tomada para proteger a su pueblo de la Mujer Fría-Preguntó, la más decidida de las hermanas, con la voz temblando de emoción al encontrar una historia que resonaba con su alma atormentada.
Las demás: No, no la hemos escuchado-Respondieron al unísono, sus ojos brillando de curiosidad.
Flor: Aquí dice que la Tercera Esposa era una mujer humana que se sacrificó para salvar a su esposo de la venganza de una vampira poderosa. En la historia, con un corazón valiente, se hundió una daga en su propio pecho para distraer a la criatura de la noche, permitiendo que su esposo, un guerrero formidable, destruyera a la amenaza que se cernía sobre su pueblo-Relató con fervor, su voz envolviendo a sus hermanas en un hechizo de inquietud.
-Las hermanas escucharon con el aliento contenido, mientras Flor narraba la historia, modificando los detalles para que se entrelazaran con su realidad actual. La leyenda se convirtió en un espejo de sus propios miedos y deseos, una posibilidad aterradora de lo que podrían tener que enfrentar si su secreto era descubierto:
Maki: Pero nosotras no estamos en guerra, y los Crepusculum no son nuestros enemigos. Son nuestros amigos, y ahora, algo más profundo nos une a ellos-Replicó con su espíritu indomable, la firmeza en su voz resonando como un tambor.
Yukari: Sí, pero si lo vemos de otra perspectiva...-Comenzó pensativa, frunciendo el ceño.
Yoshiko: Esa podría ser una posibilidad de lo que sucederá si el Clan Nocturnae se entera. Ellos sí son nuestros enemigos. Pueden atacar a la manada, y será una masacre, como lo cuenta la leyenda de "La Tercera Esposa"-Sugirió, siempre la reflexiva, sus palabras colgando en el aire como un aviso.
Sanae: Es verdad, todas aquí sabemos que si hay una pelea, pelearemos sin dudarlo dos veces para salvar a nuestra manada, es nuestro deber. Pero si los hermanos Crepusculum se enteran, querrán intervenir, y eso podría ponerlos en peligro, a ellos y a sus padres-Mencionó, su voz baja pero llena de preocupación.
Wendy: Eso es cierto, pero eso aún no ha pasado. No debemos vivir atadas al miedo. Debemos encontrar una manera de proteger a la manada sin perder la conexión con los hermanos Crepusculum-Dijo con determinación, su mirada iluminada por la esperanza-El amor es un sacrificio, sí, pero también es esperanza. Nos hemos impregnado de aquellos que podrían cambiar nuestro destino para siempre. Acuérdense, hermanas, que la Madre Luna nunca se equivoca-Concluyó con una sonrisa radiante de inocencia y optimismo.
Flor: Tienes razón, pequeña. Quizás la clave no está en evitarlos, sino en enfrentar esto juntas. En la unión, no en la separación-Opinó, su mente a mil por hora mientras reflexionaba sobre la verdad de sus palabras.
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Los Tesoros Del Norte. (Capitán Tsubasa)
General Fiction-En un mundo donde la luz de la luna revela más que sombras y la oscuridad esconde secretos antiguos, dos familias, una de lobos y otra de vampiros, han coexistido en una tensa paz. Los del Norte, una noble manada de lobos, han protegido su territor...