Narrador omnisciente:
-Han pasado dos semanas y, finalmente, el día del duodécimo cumpleaños de las hermanas Lunargentum amaneció con una energía palpable que recorría la aldea. Las jóvenes lobas, vibrantes y llenas de vida, compartían su entusiasmo con todos, ansiosas por descubrir los secretos largamente guardados de su manada:
Wendy: ¡Por fin ha llegado el día, hermanas!-Exclamó, saltando de alegría de un lado al otro, su cabello ondeando con cada movimiento.
Sanae: ¡Siii! ¡¡Ya tenemos oficialmente 12 años!!-Gritó, contagiándose de la misma energía que su hermana pequeña, sus ojos brillando de emoción.
Yayoi: ¡Así es, hermanas! ¡Se hizo larga la espera, pero hoy es el día!!-Exclamó, saltando junto a Wendy, ambas riendo como si no hubiera un mañana.
Flor: Hoy al fin podremos saber más sobre nuestra historia, la de la manada Del Norte, de nuestro origen y tantas cosas más-Añadió felizmente, pero un poco más calmada que sus hermanas, con una sonrisa que mostraba su anticipación.
Yoshiko: Yo ya quiero saber todos los detalles verdaderos, no solo las historias que nos contaban como cuentos para dormir antes de cumplir los 12 años-Mencionó, su voz ansiosa y llena de curiosidad.
Yukari: ¡Siii, yo también! Se va a hacer eterno el día hasta que llegue el amanecer, pero mientras tanto, disfrutemos de nuestro día y de la fiesta-Dijo, sonriendo y moviendo las manos enérgicamente.
Maki: Es verdad, pero ahora vayamos a ver cómo están quedando las decoraciones-Comentó, dirigiéndose hacia la salida con curiosidad desbordante.
-Dicho esto, las siete hermanas corrieron hacia el lugar de la celebración, llenas de alegría e inocencia, riendo y bromeando entre ellas.
Mientras tanto, los líderes Alfa y Omega, Hakon y Eira, observaban a sus hijas desde la distancia con un sentimiento agridulce. Sabían que la tradición que estaban a punto de honrar era un rito de paso necesario, especialmente para las futuras líderes de la manada Del Norte.
(Salto de tiempo):
-La fiesta duró hasta que el amanecer comenzaba a desvanecerse, dando paso a una noche estrellada. Las siete niñas disfrutaron, rieron, jugaron y se divirtieron a lo grande junto con todos los miembros de la manada y sus queridos padres. Cuando el sol comenzó a ocultarse tras las montañas, la familia se reunió en la sala de su cabaña. El fuego crepitaba en la chimenea, proyectando sombras que danzaban en las paredes mientras los padres se preparaban para revelar la historia de su gente:
Yayoi: Nos divertimos mucho hoy, mamá, papá. ¿Verdad, hermanas?-Comentó al sentarse en el sillón, su voz llena de satisfacción.
Las demás: Es verdad, muchas gracias por la fiesta, padres.-Respondieron al unísono, sonriendo de oreja a oreja.
Eira: No fue nada, mis cachorras. Nos alegra que hayan pasado un día lindo en su cumpleaños-Contestó con una sonrisa cálida, sus ojos reflejando el amor que sentía por ellas.
Hakon: Mis niñas, me alegra que hayan disfrutado de la fiesta y de su cumpleaños. Sin embargo, es momento de que hablemos de lo que tanto estaban esperando-Dijo con un suspiro al final, notando la emoción en el aire.
Flor: Claro, padre, estamos listas-Respondió por todas sus hermanas menores, su voz firme pero con un destello de nerviosismo.
Hakon: Nuestra historia es tan antigua como las estrellas-Comenzó, su voz resonando con la sabiduría de los años-Y cada uno de nosotros, ya sea Alfa, Beta u Omega, tiene un papel que desempeñar en la gran danza de la vida-Añadió, mirando a cada una de sus hijas con orgullo.
-Ahora su Omega y esposa, Eira, tomó la palabra, su mirada suave pero firme:
Eira: Pronto, cuando cumplan quince años, en tres años, su verdadero ser se manifestará, y con él, la posibilidad de encontrar a su pareja predestinada-Mencionó con calma, observando las reacciones de sus hijas.
-Las siete niñas escuchaban con atención, colgadas de cada palabra, cada revelación un hilo más en el tapiz de su legado:
Hakon: Pero deben saber...-Continuó, su tono tornándose serio-Que los vampiros han sido nuestros adversarios desde tiempos inmemoriales. Aunque con una única familia, el clan Crepusculum, hemos forjado un tratado de paz-Comunicó con seriedad, consciente del impacto de sus palabras.
Wendy: Entendemos, padres, pero ¿Cómo podemos reconocerlos?-Preguntó, la curiosidad y la inocencia en su voz casi palpable.
-Sus padres se miraron y, a través de su lazo, se pusieron de acuerdo en contestar la pregunta de su hija menor:
Hakon: Un indicio clave es su piel pálida y fría como la nieve. También sus ojos son naturalmente rojos al ver sangre de seres humanos-Describió con cuidado, el tono grave de su voz resonando en el ambiente.
Eira: Además, su reacción a la luz del sol; si son tocados por la luz, sus cuerpos brillarán como diamantes-Añadió, con un tono que mezclaba advertencia y preocupación.
-Las niñas, que recientemente habían cumplido 12 años, escucharon atentamente estas descripciones, cada detalle haciendo que las piezas comenzaran a encajar en sus mentes.
De repente, la revelación había caído sobre las hermanas Lunargentum como una tormenta inesperada, dejándolas en un estado de shock. Sus padres, Hakon y Eira, observaban con preocupación, percibiendo el cambio en sus hijas:
Eira: ¿Hay algo que quieran preguntar?-Inquirió, su instinto maternal alerta, su mirada explorando las facciones de sus hijas.
-Las niñas intercambiaron miradas, una comunicación no verbal que habían perfeccionado a lo largo de los años. No estaban listas para enfrentar a sus padres con la verdad que acababan de descubrir:
Flor: No, madre-Respondió, forzando una sonrisa-Es solo que es mucho para asimilar-Explicó, buscando sus palabras con cuidado.
Maki: Exactamente. Hoy fue un día hermoso y agotador, así que nos vamos a acostar. Gracias por contarnos todo-Coincidió mientras se levantaba del sillón, despidiéndose de sus padres con un gesto.
-Sus demás hermanas siguieron su ejemplo, y después de despedirse, las Lunargentum subieron a su habitación, cada una cargando un torbellino de dudas, preguntas y, lo más importante, un dolor en sus hermosos corazones, sintiendo que el mundo que conocían comenzaba a desvanecerse bajo el peso de nuevas verdades.
Continuará...
Voten y comenten.
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Los Tesoros Del Norte. (Capitán Tsubasa)
General Fiction-En un mundo donde la luz de la luna revela más que sombras y la oscuridad esconde secretos antiguos, dos familias, una de lobos y otra de vampiros, han coexistido en una tensa paz. Los del Norte, una noble manada de lobos, han protegido su territor...