6#El Umbral de los Doce Años.

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Narrador omnisciente:

-El tiempo, como un río silencioso, había llevado a las hermanas Lunargentum al umbral de sus doce años. Las noches de juegos y risas con los hermanos Crepusculum habían tejido una red de recuerdos que ahora se entrelazaban con la anticipación de un nuevo capítulo en sus vidas:

Wendy: ¡No puedo esperar a que nos cuenten todo sobre la manada!-Exclamó, su voz vibrante de emoción mientras se reunían con los hermanos en el claro, su rostro iluminado por la luna.

Yayoi: Yo también, he esperado este momento desde hace añosssss-Dijo, dejándose caer dramáticamente en los brazos de su hermana Flor, riendo con complicidad.

Maki: Es cierto, no sé qué me emociona más, esto o convertirnos en lobas al cumplir los 15 años-Coincidió, saltando de un lado a otro con energía, sus ojos brillando con ilusión.

Flor: Sí, nuestros padres dijeron que hay historias que solo se pueden compartir cuando alcanzamos cierta edad-Añadió, saltando de alegría frente a Genzo, quien la sujetó justo antes de que cayera al suelo.

Yoshiko: La verdad, chicos, estoy muy intrigada por lo que nos contarán nuestros padres-Admitió, la más tranquila de sus hermanas, con una mirada de expectativa en sus ojos.

Sanae: No sé cómo haces para mantenerte tranquila, Yoshi. ¡Hasta Flor está saltando de emoción y ella es la más seria!-Comentó, subida en la espalda de Tsubasa, riéndose mientras él intentaba mantener el equilibrio.

Yoshiko: Estoy muy ansiosa, pero lo disimulo mejor-Dijo, recostándose en el pasto del claro y mirando las estrellas.

Flor: ¡Óyeme! Más respeto, soy tu hermana mayor-Exclamó, fingiendo estar enojada, pero con una sonrisa que traicionaba su actitud.

Sanae: ¡Solo por...no sé cuántos minutos!-Defendió, con un gesto exagerado.

Maki: Y yo soy la segunda mayor por dos minutos después de Flor-Respondió, sacándole la lengua con picardía.

Yukari: Yo soy la siguiente mayor por tres minutos-Agregó, sumándose a la pelea con risas.

-Al ver que las niñas comenzaron a pelear, Tsubasa le dio a Taro una mirada significativa, y su hermano comprendió al instante. Taro usó su don lo más sutil que pudo y envió olas de calma y serenidad hacia las niñas de doce años:

Sanae: Bueno, yo soy la siguiente mayor por cinco minutos de diferencia-Protestó, cruzando los brazos.

Yoshiko: Luego vengo yo, por cuatro minutos-Añadió rápidamente, con un toque de competitividad.

Yayoi: Y yo soy la sexta, por cinco minutos-Exclamó, puchero en los labios.

Wendy: ¡Y yo soy la última, es decir, la menor de todas, por 19 minutos! ¡¡Todas son mis hermanas mayores!!-Exclamó emocionada, sintiendo una cálida sensación de alegría y tranquilidad.

-Los hermanos vampiros compartían su felicidad con sinceridad, pero una sombra de preocupación se cernía sobre ellos. Genzo observaba a las niñas, su sonrisa no lograba ocultar la inquietud en sus ojos de color verde esmeralda, un tono que apenas podía disimular con los lentes de contacto:

Genzo: Debe ser emocionante-Mencionó, tratando de mantener la conversación ligera-Crecer y aprender más sobre sus propias tradiciones-Añadió, con una nostalgia bien disimulada.

Yukari: ¿Y ustedes? ¿Hay algo especial que hagan al cumplir cierta edad?-Preguntó, curiosa, mirando a los hermanos con expectación.

-Los hermanos intercambiaron miradas nerviosas. Jun fue el primero en responder, con cautela:

Jun: Cada familia tiene sus tradiciones, supongo-Contestó, esquivando la verdad con una leve sonrisa.

-Jun, cuyos poderes le permitían escuchar los pensamientos más íntimos, luchaba por mantener su concentración mientras las mentes de las niñas bullían con preguntas que no podían responder y sueños llenos de esperanza e inocencia:

Jun: Es difícil no escucharlas a veces...-Confesó en voz baja a su hermano Taro-Sus pensamientos son tan fuertes y puros-Informó, sintiéndose abrumado.

Taro: Debemos ser fuertes por ellas-Respondió, colocando una mano en el hombro de su hermano con un gesto de apoyo.

-Mientras tanto, Wendy se acercó a Genzo, su intuición aguda percibiendo algo en su comportamiento:

Wendy: Pareces preocupado-Comentó suavemente, su voz llena de sinceridad-¿Hay algo que nos quieras contar?-Cuestionó, su expresión reflejando preocupación genuina.

-Al escucharla y ver su rostro lleno de inquietud, Genzo vaciló. Luego, suspiró profundamente:

Genzo: Todos tenemos secretos, enana-Respondió, mirando a su pequeña amiga de rizos color chocolate-Algunos son más pesados de llevar que otros...-Añadió en un murmullo que solo fue escuchado por sus hermanos gracias a su aguda audición.

-La noche avanzó, y las hermanas Lunargentum compartieron sus esperanzas y sueños para el futuro. Los hermanos Crepusculum escuchaban, cada palabra un recordatorio del secreto que guardaban.

Después de que las niñas se fueron, los hermanos se reunieron en su refugio, la gravedad de la situación pesando sobre ellos:

Kojiro: Pronto sabrán la verdad sobre los vampiros y los lobos-Comentó, su voz tensa-Y entonces, ¿Qué pasará con la amistad que formamos con ellas?-Cuestionó, mirando a sus hermanos en busca de respuestas.

Taro: No podemos perderlas-Mencionó, su voz apenas un susurro-Ellas significan demasiado para todos nosotros-Respondió con seriedad, sus ojos fijos en el suelo.

Tsubasa: Quizás haya una manera de mantener el tratado de paz y nuestra amistad-Sugirió, su mente trabajando para encontrar una solución-Solo debemos encontrarla-Suspiró, sintiendo el peso de la incertidumbre.

Genzo: Haremos lo que sea necesario. Por ellas, por nosotros, por la paz-Afirmó, su determinación clara como el cristal, su voz resonando con firmeza.

Jun: Pero también debemos respetar la decisión y la postura que las niñas tomen a partir de mañana al anochecer-Dijo, mirando a sus hermanos con seriedad, consciente de la responsabilidad que llevaban.

Ishizaki: Eso es verdad. Recuerden que, a pesar de que todavía son unas niñas en crecimiento, en un futuro no tan lejano serán las líderes de la manada Del Norte-Bromeó, intentando aliviar el ambiente sombrío que se había instaurado desde que las niñas se fueron-Ellas son fieles a lo suyo, así como nosotros somos fieles a nuestra familia, disfuncional, pero familia al fin-Añadió, provocando risas nerviosas entre sus hermanos.

Taro: Tienes mucha razón, hermano mío. Ellas son lo primordial. Respetaremos lo que ellas decidan, por más que no queramos. Ellas son lo importante; lo han sido desde que nos volvimos amigos. Ahora solo queda esperar qué pasa-Coincidió, y un suspiro derrotado escapó de sus labios.

-Aun así, los hermanos Crepusculum se comprometieron a buscar una solución que les permitiera seguir viendo a las hermanas Lunargentum, sin romper el frágil equilibrio entre sus mundos, tan diferentes entre sí, pero entrelazados por la amistad y la esperanza.






























Continuará...















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Los Tesoros Del Norte. (Capitán Tsubasa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora