Aurora
Entendía totalmente que me sintiera físicamente en la mierda después de lo de la noche anterior, pero me jodía de sobremanera porque lo físico no podía ocultarlo a nadie. Si me sentía rota y echa una basura por dentro, era fácil de esconder. Pero me encontraba en ambas situaciones, así que solo me quedó fingir delante de mi hermana que estaba incubando algo y que había dormido fatal, cosa que no era mentira ya que no había podido dormir ni un minuto en toda la noche de las vueltas que había dado.
Repasé en mi cabeza las dos conversaciones que había tenido con Alaric y llegué a la conclusión de que, a pesar de haber recibido por su parte el claro mensaje de que se había aburrido de mí, había sido cruel con él al decirle que era lo mismo que su padre. Sabía lo que a él le afectaba el tema y me había pasado. Me iba a disculpar con él cuando me viera con fuerzas para volver a verle y fuera capaz de articular media palabra.
Mi primer corazón roto.
¡Qué emocionante!
En mi defensa diré que la ironía era lo único que quedaba de mí esa mañana.
Me maquillé un poco más de lo normal, solo para tapar las manchas oscuras bajo mis ojos enrojecidos y darme un poco de color al rostro para que no pareciera que estaba en mis últimos minutos de vida. Me vestí de amarillo para tratar de verme un poco más alegre, me pinté los labios con mi labial favorito y salí de casa, dirección al metro.
Entrené la voz por el camino para que no sonara trémula y pareciera más firme y convincente, y cuando llegué a la casa, mi hermana ya hablaba con Mark. Belle ni siquiera sabía que estaríamos con él, por lo que me extrañó que ya se hubiesen hecho hasta amigos. Hablaban de Wyatt y de lo cabrón que había sido.
―Buenos días ―saludé con más ánimos de los que creía que era capaz de hablar.
―¡Hola! Me he encontrado con Mark aquí y me ha preguntado si era tu hermana porque dice que nos parecemos. ¿Sabes que es el tío de Summer?
―Anda, qué casualidad ―dije sorprendida. Summer era una de las mejores amigas de Belle.
―¡Sí! Es su tío de Cambridge. Ha hablado mil veces de él y yo nunca lo había visto.
―Buenos días, Aurora ―me saludó entonces él con una risa, después de la verborrea de mi hermana.
―Buenos días, Mark.
―¿Listas?
―¡Sí!
Mark se adelantó un par de pasos para ir sacando la llave y desactivar la alarma, y mi hermana se agarró a mi brazo con fuerza.
―Tienes muy mala cara, aunque has hecho un buen trabajo con el maquillaje.
―He dormido muy poco―murmuré encogiéndose de hombros―. En cuanto duerma doce horas seguidas, estaré mejor.
―¿Segura que solo es eso?
―Te lo aseguro. Anda, vamos. Sé totalmente sincera conmigo y dime qué te parece, ¿vale?
―¡Por supuesto! El barrio me gusta, por cierto. La mayoría son gente mayor, creo que apenas hay niños, y hay un centro comercial supercerca. ¡Y una cafetería con Wi-fi para hacerme la interesante con el ordenador!
―Anda, entra y déjate de tonterías ―murmuré con una risa.
Mark le explicó a Belle exactamente lo mismo que a mí, incluso aportando algún dato extra, y sé que a ella le cayó de maravilla, porque era un adulto que no la trataba como a una niña. Cuando eres adolescente, suelen tratarte como si tuvieras diez años y no entendieras de la vida, y Mark no lo hacía. Incluso le explicó lo del plan de la primera vivienda.
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En las nubes ©
Romance𝗔𝘂𝗿𝗼𝗿𝗮 está a un paso de ser psicóloga. 𝗔𝗹𝗮𝗿𝗶𝗰 ejerce desde hace años. 𝗔𝘂𝗿𝗼𝗿𝗮 tiene un podcast de psicología. 𝗔𝗹𝗮𝗿𝗶𝗰, también. 𝗔𝘂𝗿𝗼𝗿𝗮 es una romántica empedernida. 𝗔𝗹𝗮𝗿𝗶𝗰... Alaric no. Ni Aurora ni Alaric imag...