En cuanto Ratio le dijo a Robin que se fuera, ella se dirigió a la clínica en la que su hermano estaba. No era que el menor estuviera terminalmente enfermo, pero siempre iban ahí cuando él se sentía aunque fuera un poco mal.
Sunday tenía un largo historial médico. Los doctores le habían dicho que era algo normal en los omegas, pero que ninguno se trataba los síntomas porque eran "normales y recurrentes". Sin embargo, Robin siempre lo obligaba a ir. No importaba cuántas veces presentara los mismos síntomas, cualquier cosa podría terminar siendo algo horrible si no se trataba a tiempo.
—¡Sundy!
Cuando entró a la habitación que le tenían asignado, lo vio sentado al borde de la cama con unos papeles en mano. Le tranquilizó saber que estaba bien.
Igual corrió hasta donde él estaba, se sentó junto a él y lo abrazó de lado. Él no correspondió el abrazo, estaba ocupado leyendo esos papeles.
—Le dije a Aventurine lo que me pediste. ¿Estás seguro de eso?
Sunday se notaba sereno, no parecía un paciente recién internado en un hospital.
—¿Vamos a casa? Estoy un poco cansado.
Robin no dijo nada ante las decisiones de Sunday. Ella siempre lo apoyaría en todo lo que él desee.
—Claro, te prepararé algo de comer que te caiga bien al estómago.
Así fue como ambos se dirigieron a casa. Robin jamás preguntó nada en todo el camino, su hermano sí se notaba cansado.
Le preparó un caldo de pollo para que no se pasara el día sin comer, sobre todo porque tenía muchas vitaminas y no era pesado. Ella misma fue a la habitación en la que su hermano estaba para llevarle la comida. Después de que se acabara su plato, dejó al menor durmiendo en su cama mientras ella limpiaba la cocina.
Fue casi cuando terminó de limpiar que escuchó a alguien tocar la puerta de entrada. Cuando fue a ver quién era, vio a Aventurine. Sabía que Sunday le había dado una copia de las llaves de la casa, pero igual siempre tocaba la puerta, como si quisiera mantener todo respetuoso. A ella le gustaba ese detalle.
—Pasa, por favor.
Aventurine estaba preocupado. Había pasado más tiempo del que creía con Ratio, le angustiaba pensar en que su omega estaba enfermo. Sabía que seguro solo era su instinto exagerando un malestar pasajero, pero no podía evitar preocuparse. Sunday era su mundo entero, su sol, el motivo de su respirar, no podía evitar temer lo peor.
—¿Cómo está?
—Está durmiendo en su habitación. Puedes pasar, pero hazlo en silencio por favor.
Aventurine no dijo nada más antes de dirigirse a la habitación y Robin no lo cuestionó.
Cuando entró a la habitación de Sunday, percibió su aroma a lavanda en toda la habitación junto con algo más, pero no supo distinguir qué era. Tal vez el malestar se notaba en las feromonas.
Se acercó en silencio a la cama en la que su omega estaba y se sentó al borde. Lo vio dormir, sereno, pero no estaba pálido. Puso su mano en la frente del menor, no tenía calentura. Suspiró con alivio, parecía ser que estaría bien.
Quería hacerlo sentir seguro, que se refugiara en sus brazos y que no se preocupara por nada que no fuera sentirse mejor. Por ello, se acostó junto al omega y lo rodeó con sus brazos. Entre sueños, Sunday enterró su rostro en el pecho del alfa.
Aventurine sentía lujuria por Sunday y se lo demostraba cuando el tiempo era correcto, pero también quería que su omega se sintiera protegido a su lado en sus momentos de debilidad. Aventurine cuidaría de él porque Sunday era su tesoro más preciado.
♦♣♠♦
Topaz estaba nerviosa. No, esa palabra se quedaba corto. Murmuraba continuamente "mierda", aunque no lo suficientemente alto para que su jefa y el jefe de su jefa la escucharan.
Fue un desliz de su parte lo que provocó esa situación y eso la hacía sentir miserable. Se prometió que guardaría el secreto de Aventurine pero, a la hora de la verdad, le falló.
Diamante y Jade estaban discutiendo muchas cosas mientras ella estaba sentada en una esquina de la oficina.
—Topaz, serás la nueva encargada del trato con el Gremio Intelligentsia. Le voy a marcar al Doctor Veritas.
Lo arruinó todo.
—Ponlo en altavoz.
Jade marcó el número del doctor desde su celular e hizo como Diamante le dijo.
[¿Bueno?]
—Buenos días, Doctor Veritas. Habla Jade de IPC, ¿cómo te encuentras hoy?
[¿Para qué me llamaste?]
Topaz quiso reír ante la respuesta de Ratio. Le hacía honor a su reputación.
—Llamo para informarte que hubo un pequeño incidente con nuestro empleado Aventurine y que será Topaz quien lleve el resto de la transacción. Espero no tengas ningún problema con esto.
Hubo silencio del otro lado de la línea. Topaz quería que la tierra se la tragara. ¿Cómo le diría a Aventurine que acababa de arruinar su vida financiera de por vida? Podía ayudarlo a pagar sus recibos y su...
[Entonces pásame el monto por pagar para cancelar el contrato que tenemos.]
No se esperaba eso. ¿Estaba defendiendo a Aventurine? ¿Él, que era conocido por odiar a todo el mundo?
—¿Puedo preguntar por qué ha tomado esta decisión, Doctor?
[No tengo interés en que me atienda alguien que no sea Aventurine.]
Jade silenció el teléfono.
—La suma por cancelación del contrato es una miseria en comparación con el monto de la venta, Diamante.
Diamante se mordió el labio. Parecía ser que Ratio sabía algo y estaba protegiendo a Aventurine.
—No quiero que ese bastardo sea contratado como freelance y se lleve todo ese dinero.
Jade me quitó el silencio al teléfono.
—Lamento escuchar eso, Doctor, y una disculpa por las molestias. Será nuestro agente Aventurine quien te atienda el resto del servicio. ¿Algo más en lo que te podamos...?
Ratio colgó antes de que ella terminara. Topaz se sorprendió por el poder del dinero.
Jade suspiró.
—Topaz, te daré el resto de las responsabilidades de Aventurine y un bono por la información que nos hiciste llegar. Cuando termine el contrato con el Gremio Intelligentsia, mandaremos a Aventurine a la corte.
—Agradezco la oportunidad.
—Puedes retirarte.
Topaz se sentía como si hubiera traicionado al hombre que amaba, pero era la heroína de IPC.
Se había hecho viral el que un beta había obtenido una gran suma de dinero del casino The Reverie y había cortejado a Sunday, uno de los herederos de la fortuna de La Familia y hermano menor de la superestrella Robin. Sin embargo, nadie sabía quién había sido ese beta... o así fue hasta que Topaz mencionó que esa no era la primera vez que Aventurine intentó cortejar a Sunday.
Ella lo dijo porque le gustaba hablar de él, pero se le olvidó que estaba en un nido de serpientes.
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La Bendición de Gaiathra
Fanfiction★ RATIORINE/AVENDAY OMEGAVERSE ★ Aventurine creía que estaba roto, pues era tanto alfa como omega a la vez, o así fue hasta que conoció a un precioso omega llamado Sunday y a un salvaje alfa llamado Veritas Ratio... DISCLAIMER: Honkai Star Rail y su...