Capítulo 8: Nublado por Placer

274 18 2
                                    

Topaz estaba haciendo compras con Aventurine. El hecho de que todo IPC sabía sobre su relación con un omega era bien sabido, sin embargo, todos actuaban como si no lo supieran solo por el contrato con el Gremio Intelligentsia.

Eso solo la hacía sentir más culpable.

—Necesito esa tela de por allá, también de la lámina de ahí...

Topaz le había dejado a su aprendiz Qingque que anotara y ordenada todo diciendo que se tenía que ajustar al ritmo del trabajo, pues era nueva. Claro, solo era una excusa, solo era que Topaz no quería hacer nada.

—¿Cómo va el pedido que le hicimos a nuestro partner, Topaz?

—Dicen que llega mañana a las oficinas de IPC.

—Perfecto, todo va como viento en popa.

Y si, Topaz había hecho su mejor esfuerzo para que todo fluyera como agua con el objetivo que de Aventurine quedara bien. Quería mejorar su reputación, pero ya nada de eso importaba, no cuando él sería humillado al terminar esa venta.

—Qingque, ve a comprar lo que pedí. Tengo unas cosas que discutir con Topaz.

—¡Claro, al rato vuelvo!

Topaz se puso nerviosa cuando vio a Aventurine. No sabía, no quería decirle que él confió en ella y ella lo traicionó.

—¿Qué pasó, Topaz? Hoy no pareces tú.

Su preocupación la mortificaba. Dios, él siempre había sido bueno con ella y ella...

—Aven, yo...

Aventurine estaba expectante por lo que ella pudiera decir.

—Yo... estaba recordando unas cosas malas que le hice a alguien que aprecio mucho.

No encontró la forma de decírselo. Era difícil.

—Deberías ir a pedirle perdón. Si esa persona te aprecia igual que tú lo haces, seguro te perdonará.

Y él no lo estaba haciendo fácil.

—No es tan fácil... —Jugaba con sus dedos nerviosamente mientras él la miraba, atento—. Le hice algo horrible, le traicioné. Nadie perdonaría algo como eso.

—Pero al menos verá que estás arrepentida. Aunque la amistad no se recupere, no se separarán en malos términos.

Aventurine demostraba ser ideal hasta el final. Si él no le hubiera dicho sobre su condición, ella hubiera hablado con él sobre sus sentimientos. Pero ya era muy tarde para eso, cuando él estaba enamorado y ella provocó que IPC se enterara de su brecha en el contrato. Ya no había vuelta atrás.

Se armó de valor una última vez. Tenía que cerrar ese capítulo de su vida antes de que arruinara la vida de Aventurine por completo. No quería eso para él, no cuando lo amaba tanto y escucharlo animarla le dolía tanto como una puñalada al corazón.

—Cierra los ojos.

—¿...?

Aventurine no entendió, pero igual lo hizo. Confiaba en ella.

Topaz sacó el fajo de billetes de su bolsa. Había planeado entregárselo en otras condiciones, pero ese momento era el idóneo para hacerlo.

Puso su mano sobre los ojos de Aventurine para asegurarse de que no lo viera. Se puso de puntitas y hasta entonces lo besó. Le dolía que él no correspondiera el roce, pero lo entendió. No se movió por lástima y apreciaba eso, aunque no detenía las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas.

La Bendición de GaiathraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora