Capítulo 20: Rudo

117 15 3
                                    

Era sábado.

Podría estar saliendo con Sunday en ese preciso instante, pero había algo más que tenía que hacer con Ratio, algo que le apenaba un poco.

Habían pasado apenas tres semanas desde que su embarazo se inició a notar, sin embargo, ya no le quedaba ninguna prenda de su clóset. Le agradaba ver que su vientre crecía pues indicaba que su cachorro estaba saludable, más no se esperaba que en tan poco tiempo obtuviera una forma tan voluptuosa y redonda. Era como si una pelota de futbol se asomara por su estómago.

Ni él ni su alfa consideraron eso, por lo que no compraron nada de ropa para etapas más avanzadas de su embarazo. Por ello, había estado usando la ropa de su alfa que le quedaba grande y el justo ese día ir a comprar más, pues los dos estarían libres.

Aventurine miraba las prendas de la primera tienda que visitaron. Le parecían todas horrendas, pero se veían cómodas de usar. No era que le importara su apariencia personal, pero...

Miró a Ratio quien estaba hablando con un empleado de la tienda. Seguro él le diría que era más importante mantener las apariencias, por lo que tenía que escoger otras.

Aventurine se dispuso a buscar ropa que creía que Ratio iba a aceptar. No mucho después, su alfa se paró a su lado.

—¿Te gusta esa ropa?

—Sí —mintió.

—Esa parece un poco incómoda, ¿por qué no compras de la de por allá?

Ratio señaló la ropa que Aventurine estaba viendo antes.

—Esa está fea —dijo la verdad.

—Pero la comodidad es más importante, sobre todo en un embarazo de alto riesgo.

Aventurine se mordió el labio inferior al escuchar eso. Sabía que su alfa le decía eso en ese momento pero que, a la hora de la verdad, le diría algo distinto.

—Entonces llevamos ambas.

Unas para cuando necesitara ropa para algún evento importante y otras para uso diario. Agradecía que las prendas fueran unitalla.

Cuando terminó de escoger sus prendas, se detuvo en la sección de ropa para bebé. Le puso atención a todos los conjuntos, imaginándose a su cachorro en cada uno de ellos. Quería comprarle todos aunque sabía que, si lo hacía, tendría que cambiarlo de ropa al menos 3 veces al día para que los vistiera todos.

Ratio pareció notar eso.

—Nos llevaremos uno de cada tipo.

Aventurine se sorprendió al escuchar eso. Su alfa lo consentía, pero no quería que desperdiciara su dinero así...

Tampoco era que se fuera a quejar. Ratio podía hacer lo que quisiera. No tenía sentido gastar palabras en alguien que no le daba importancia a su sentir.

Ratio miraba a su omega con desespero. No sabía cómo arreglar lo que había hecho mal y creyó que yendo con él de compras—tenía muy estigmatizado que a los omegas les gustaba hacer eso—mejoraría la situación un poco. Sin embargo, no parecía hacer ningún avance.

—¿Quieres ir a otra tienda?

Después de pagar, Ratio hizo esa oferta. La verdad era que Aventurine no quería hacerlo, pero veía en esos ojos que tanto odiaba el deseo de que su respuesta fuera afirmativa.

—¿Qué te parece si lo hacemos después de comer? Se me antoja un Schweinebraten.

—Si te lo pides sin la cerveza.

Aventurine le restó importancia a eso. Lo quería como lo había probado antes, pero sabía que no podía comérselo así. Premio de consolación, tal vez.

Una hora después, estaban ambos juntos en un restaurante de comida alemana y Aventurine miraba su platillo emocionado. Era justo como lo recordaba.

Sin embargo, Ratio dio la primera mordida.

—No parece tener nada de alcohol. Puedes comértelo.

No supo qué responder a sus palabras, pero solo agarró sus cubiertos e inició a comer. Era un manjar, la carne estaba jugosa y las albóndigas de papas deliciosas.

Sin embargo, no pudo disfrutar su comida cuando una mujer golpeó la mesa en la que estaban sentados, alarmándolos a ambos. Ella parecía ignorar su presencia y dirigirse a Ratio. Detrás de ella, venía otro hombre de la misma estatura. Ambos parecían betas.

—¡¿Por qué has estado ignorando los mensajes de la señorita Herta?!

Sin embargo, Ratio no respondió nada, como si no le importara. Le interesaba más su taza de té.

—¡Respóndeme! ¡¿Sabes cuántos problemas nos ha causado el tener que venir a buscarte?!

—Señorita Asta, por favor, no se altere tanto.

Aventurine se sentía sumamente incómodo por el comportamiento de estas dos personas. No pudo seguir disfrutando su comida.

La beta llamada Asta estaba claramente enojada, sobre todo al ver que ese alfa lo ignoraba. Agarró la bebida con hielos que estaba en la mesa y se la tiró al omega, pues creyó que eso llamaría su atención.

Así fue, pero Ratio tomó el brazo de la beta con fuerza. Se notaba, solo con ver la mano del alfa, la fuerza que estaba poniendo. No importaba cuánto lo intentara, la mujer no podía ganarle en fuerza a un alfa.

—Puedo tolerar una falta de respeto hacia mí, ¿pero hacia mi omega...?

Aventurine se miraba a sí mismo. Su bebida era dulce y helada. Si no se cambiaba de ropa pronto, se enfermaría.

—¡¿Qué te da el derecho de tratarme así?!

—¿Qué te dio el derecho de maltratar a mi omega?

—¡Es tu culpa por ignorarnos!

Aventurine suspiró. Ya no podía disfrutar su comida con la misma emoción que antes.

—Señor, le ruego que la perdone. Ella no piensa bien las cosas cuando está molesta.

—¡Hey, Arlan! ¿De qué lado estás?

—Discúlpate con Aventurine.

—Primero dime por qué cancelaste el contrato que teníamos.

Ratio le dio una cachetada a la mujer después de soltarla, lo que hizo que se cayera al piso.

—No estás en posición de exigirme nada. —Ratio caminó hacia su omega, le puso encima su suéter y lo tomó de las manos—. Nos vamos. Es increíble que nadie del staff vino a detener a esta loca.

Aventurine se dejó jalar por su alfa, quien lo sacó del restaurante.

Aún en la noche, más calmado, con ropa seca puesta y después de una ducha, recordaba lo que habían dicho esas dos personas. Sabía que, si le preguntaba a Ratio, él no le diría nada.

Un contrato, Herta, Arlan y Asta. ¿Qué relación tenían con su alfa? 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 14 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La Bendición de GaiathraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora