Capítulo 13: El Tiempo que No Pasó (Parte 1)

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Aventurine había tardado un mes en regresar a la oficina. Había extrañado dejarse ahogar por su trabajo, pero Ratio había accedido que retomara sus actividades habituales si pasaba por él todos los días justo a las 4 de la tarde. Aventurine accedió, pero porque no quería quedarse en casa sin hacer nada. Sabía que ese era el mejor curso de acción tanto para él como para su cachorro.

Sin embargo, le sorprendió ver a Sparkle darle la bienvenida y que ella no olía como alfa.

—¿Qué...?

—Hola, jefecito. Estoy tan feliz de que haya regresado, ya no tengo que hacerme cargo de las cosas importantes.

—Sparkle, ¿y tus...?

Se había acostumbrado al olor a crisantemo de la alfa, pero le preocupaba más la advertencia que le había dado el doctor.

—El jefe me dijo que o tomaba unas pastillas o le decía bye-bye a mi trabajo... Así que ahora no se tiene que preocupar por mis feromonas, a no ser que toque directamente mi piel, pero... eso no va a pasar.

Era cierto, nunca había tocado la piel de Sparkle.

—Si no tienes ninguna queja, entonces yo tampoco.

No le gustaba que Ratio la hubiera obligado a eso, al menos pudo ofrecerle transferirla a otro departamento y asignarle a un asistente distinto.

—Por cierto jefecito, ¡felicidades por el bebé! Me han dicho de todos los cuidados que tengo que tener para no provocar ninguna reacción instintiva ni en usted ni en el jefe.

Aventurine suspiró. Ratio había exagerado.

—¿Pasó algo mientras no estuve?

—No mucho, casi todo fluyó con el trabajo que adelantó por andar de workaholic... —Se detuvo un momento—. ¡Oh! Ayer llegó un mensaje. Iba dirigido a usted, pero igual lo abrí. Es acerca de una colaboración con La Familia para una reunión de exalumnos del gremio. El encargado de su lado es Sunday, hay una reunión en un restaurante programada para mañana.

—¿Sunday...?

El corazón de Aventurine dio un vuelco al escuchar eso. Arrebató la carta que tenía Sparkle y, ciertamente, mencionaba la reunión con Sunday. Sus labios temblaban, su respiración era errática. No podía ser, no quería, no podía, no lo haría.

No quería verlo, no podía verlo. No solo era que no estaba listo para mirarlo a los ojos, sino que también era una brecha de su contrato con Ratio.

Por ello, llamó inmediatamente la extensión de Ratio.

[¿Estás bien?]

—Ahórrate la falsa muestra de preocupación y dime ¿qué es esta reunión con exalumnos?

[Primero necesito que te calmes. Le hace mal al cachorro.]

Odiaba que lo regañara como si no pudiera cuidar de sí mismo, pero tenía razón. Inhaló, exhaló, inhaló y exhaló hasta que su corazón ya no latía errático en su pecho.

[Tienes permiso de ver a Sunday si se trata de algo meramente laboral.]

Hubo un poco de silencio antes de que el omega respondiera.

—No te creo.

[No lo tomaré como incumplimiento del contrato.]

—Necesito prueba escrita.

Ratio no dijo nada por unos minutos. Cuando Aventurine estaba por insistir, escuchó una notificación de su correo. Era un mensaje de Ratio.

"En adición al contrato que se firmó el pasado 30 de mayo del 2023, Aventurine puede hablar y reunirse con Sunday mientras su contacto esté limitado a algo laboral y este no será considerado incumplimiento de ninguna cláusula.

La Bendición de GaiathraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora