Aventurine regresó muy tarde a su casa y solo lo logró gracias a Ratio. Sus piernas habían fallado cuando intentó levantarse y el sonrojo en sus mejillas no lo ayudó a tener una imagen dignificada. Al menos no lo cargó en sus brazos.
Notó el aroma a lavanda en su departamento. Era más fuerte del normal, pues perduraba la ligera esencia de su omega que dejaba con cada visita.
No quería que lo viera así. Quería ser el alfa ideal para él, no que lo viera vulnerable después de emborracharse con un cliente.
Por eso, cuando el omega salió de su habitación, se sonrojó, pero no era provocado por el alcohol.
—Aven... eres un desastre.
Sunday olió un aroma a otro alfa provenir de Aventurine. Odiaba ese aroma a jengibre que opacaba el aroma a naranja que lo hacía dejar de pensar con claridad.
—Lo siento... yo...
«No quería que me vieras así».
Sin embargo, las palabras se quedaron atoradas en su garganta, sus labios temblaban ligeramente y las lágrimas se deslizaban por sus mejillas. Sunday se acercó a él, tomó el rostro del alfa con sus manos y limpió las lágrimas con sus mejillas.
Se sentía vulnerable, pero esta vez se sentía correcto. Su omega le estaba demostrando afecto, aunque no se mostrara fuerte como los alfas debían ser, aunque sabía bien que tenía el olor a otro alfa.
Por eso, cuando ya no se sentía como mierda, le mandó mensaje al contacto que Ratio le mandó, era una mujer llamada Black Swan. Quería ser honesto con su omega sobre su condición, quería decirle que en su interior no solo había un alfa sino también un omega antes de marcarlo. No quería que hubiera secretos entre ellos, no cuando se trataba de algo tan importante como eso.
El contacto al otro lado de la línea le respondió rápido, más de lo que se esperaba.
[Ratio me habló de ti. No tengo citas disponibles en la semana, pero haré una excepción y te atenderé mañana domingo. ¿Qué te parece a las 10?]
Aventurine suspiró después de ver la notificación de su celular. Estaba sentado en el sillón con Sunday a su lado, quien usaba su regazo como almohada. Le gustaba verlo tranquilo, no quería incomodarlo, pero lo que tenía que decirle era algo difícil que tal vez se llevaría para siempre esa paz que tanto disfrutaba.
No quería ocultarle nada. Prefería decir las cosas por más difícil que fuera, pues no quería que se enterara por alguien más. No quería que lo considerara un patán, quería ser su príncipe azul.
—Sun, ¿qué quieres hacer mañana?
Sunday abrió sus ojos al escuchar el alfa. Se relajaba en demasía cuando Aventurine le hacía piojito en el cabello. Sentir esos dedos deslizarse por su cabeza lo hacía perderse entre las nubes, en un mundo de ensoñación.
Pensó un poco qué podía hacer. La verdad era que quería hacer muchas cosas con ese alfa, quería experimentar todo el mundo una vez más y conocer todo lo desconocido a su lado, solo que de momento tenía que tener cuidado. No se sentía lo suficiente bien para subirse a una montaña rusa, no obstante, sí podía ir con él al parque.
—Podemos ir al cine, hay una película de un anime shōnen que quería ver. O, si lo prefieres, podemos ir al museo de Clockwork, o al parque de...
Aventurine lo interrumpió.
—¿Quieres acompañarme al doctor?
Ahora fue Sunday quien se preocupó. Su alfa parecía estar completamente saludable, ¿por qué necesitaría ir con un médico?
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La Bendición de Gaiathra
Fanfiction★ RATIORINE/AVENDAY OMEGAVERSE ★ Aventurine creía que estaba roto, pues era tanto alfa como omega a la vez, o así fue hasta que conoció a un precioso omega llamado Sunday y a un salvaje alfa llamado Veritas Ratio... DISCLAIMER: Honkai Star Rail y su...