Capítulo 15: Soportar el Infierno

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El día 29 de junio, inesperadamente, se volvió una fecha especial para Ratio, pero no fue por la reunión de exalumnos.

La mañana había iniciado normal. Ese día, Aventurine cumplía 16 semanas de embarazo. Ratio había estado haciendo su mejor esfuerzo para cuidar de su omega, responder sus demostraciones de cariño, darle afecto y hacerlo sentir seguro para poder evitar que se volviera un embarazo de alto riesgo. Ver que estaba saludable, que ya no tenía problemas en mostrarle su sentir, que ya era honesto cuando se sentía débil, lo hacía feliz.

Aventurine se miró el vientre al espejo justo como hacía todos los días. Cuando Ratio lo miró desde lejos, lo observó sonreír. Era una sonrisa especial para él, pues era la primera que mostraba dentro de su hogar, la primera dirigida a algo relacionado con él, la primera sonrisa que le veía en el último año.

Ratio no pudo evitar acercarse a su omega al verlo así. Lo sentía más radiante con una sonrisa en el rostro, justo como el sol del mediodía.

—Mira, Ratio —dijo Aventurine con emoción en su voz—. ¡Ya se ve!

Ratio abrazó por la espalda a su omega y puso la mano donde él la tenía. Era su vientre de embarazo, la prueba indudable del cachorro que crecía en su interior, un pequeño bultito que no se notaría con la ropa puesta, pero estaba ahí. De la noche a la mañana, el vientre de Aventurine había dejado de ser plano.

Cómo le encantaba eso, amaba ver a su omega alegre y a su bebé crecer saludable.

—Será un cachorro fuerte como su madre.

A Aventurine ya no le parecía extraño ser una madre. En realidad, le encantaba el término cuando se trataba de su hijo. Tal vez era porque su omega afectaba su sentir, pero amaba a su pequeño.

—No puedo esperar a tenerlo en mis brazos...

Ratio besó una de las mejillas de su omega, disfrutando el momento. Quería que así fuera su rutina todos los días. Anhelaba que ese hombre que tenía entre sus brazos le entregara su corazón.

Pero no debía aprovecharse, su omega aún no lo aceptaba por completo, por lo que de separó de él antes de continuar.

—No se te olvide arreglarte para la fiesta de hoy.

Aventurine odiaba la idea de asistir a la reunión, pese a que él había sido quien la había planeado. Los egresados de la escuela del gremio eran, en su mayoría, alfas.

Todo marchaba muy bien con Ratio como para arriesgarse a sus instintos.

—¿No puedo usar de excusa que me siento cansado para no asistir?

—Eres una de las caras del gremio, al menos debes aparecer ante los invitados.

Ratio sentía a su omega inconforme, pero no era un tema que estuviera abierto a la discusión. Aunque le preocupaba hacerlo sentir mal, su imagen pública era más importante.

—Si es solo un rato y ya...

Así fue como, algunas horas después, Aventurine traía puesto su mejor traje y estaba bajando de una limusina junto con su alfa. Ratio era la persona más importante del gremio y, por ende, su omega se había vuelto igual de importante. Ya todos lo conocían, pero su asistencia era solo para mantener apariencias.

Sparkle no había ido con él ese día. No sabía que su ausencia lo haría sentir tan inseguro.

Estuvo al lado del Ratio durante al menos dos horas. Él había mandado las invitaciones, pero no creyó que Ratio saludaría a cada invitado. Le hacía darse cuenta por qué él tenía una reputación favorable dentro del gremio.

La Bendición de GaiathraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora