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-Hoy vamos a visitar a Nii-san?

Sayuko suspiraría.

-Si Sako-chan, vamos a visitarlo.

-¡Yei!

Han pasado unos días luego del torneo, Shingo ya ha clasificado como participante en KOF y solo hacia falta esperar unos meses, como aquel joven estudiante había quedado inconsciente tras su combate contra Lee Pai Long, luego de haberlo dejado descansar unos días en un hospital de Tokyo. Próximamente debido a que aún estaba algo delicado por el sobreesfuerzo y las heridas, fue trasladado a un hospital de Osaka donde ahora guarda reposo por unas semanas antes de ser dado de alta.

Sayuko habría bajado junto a su hermana del auto dirigiéndose a dar su visita diaria a ver a Shingo y tras esperar el pase e ir al ascensor, al llegar a la habitación, el grito de una enfermera asustada se escucharía cosa que alertaria a ambas hermanas, solo para ver la habitación vacía y a la mujer en la ventana.

-¡Joven Yabuki! ¡Sus heridas aún no están completamente sanas!

Sayuko y Sadako mirarían también por la ventana solo para que Sayuko ahogase un grito de ira y saliera de la habitación ya que el joven Shingo Yabuki se encontraba aún en su bata de paciente y con vendas por todo su cuerpo, haciendo flexiones aún si su cuerpo no estuviese recuperado.

-¡Vamos! ¡Si no haces 100 flexiones, juro que te castigaré con otras 100!

Shingo comenzaba a insultar a su propio cuerpo al no poder hacer mucho debido al dolor, pero aún así seguía avanzando con sus flexiones hasta llegar al final.

O bueno... seria así de no ser porque Sayuko ya lo metió en un mataleon a su hermano.

-¡Maldito niño imbécil! ¡¿Buscas dañarte más el cuerpo o qué?!

-¡S-Sayuko! ¡Suéltame!

-¡¿Qué dijiste?!

Sayuko solo aumentaría más la fuerza en su mataleon, dejando sin aire a su hermano.

-¡Que voy a acostarme, que voy a acostarme!

-Eso quería oír...

Sayuko soltaría a Shingo y soltaria un largo suspiro, dejando que este comenzara a respirar agitado mientras Sadako desde la ventana solo comenzaba a reír mientras sostenia a Fortune en sus brazos.

-Mira Shingo, entiendo que quieras entrenar ya debido a KOF, pero aun faltan meses antes de su realización, tienes tiempo de entrenamiento de sobra. Tan solo descansa, no pasará nada si descansas otro día más.

Shingo solo suspiraria y asentiria algo deprimido de no poder hacer nada y regresar a su habitación de paciente para quedarse aburrido por todo el día. Pero lo que no sabía la familia Yabuki, es que una persona venía desde el aeropuerto para buscarlos, sabiendo ahora que el chico al cual ayudó ahora participaría en KOF, necesitara toda la ayuda posible.

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Al día siguiente Sayuko se encontraba haciendo el desayuno para ella y su hermana, usando un delantal para no ensuciar su traje de oficinista, la mayor de los Yabuki serviría panqueques en el plato de Sadako, quien felizmente pondría miel encima para comenzar a comerlo.

-Apresúrate Sako-chan, te quedan unos minutos para ir a la escuela.

-Ya voy, ya voy...

-Lo digo en serio Sadako, estoy muy apurada ahora mismo, tengo que trabajar, pagar las cuentas e irme a recargar el gas para la estufa lo más pronto posible, ya hasta me pregunto como hacía Mamá para hacerlo todo y aún tener tiempo para ver sus novelas mientras hacía de comer.

Si Hay Voluntad, Hay Un CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora