Si Hay Voluntad, Hay Un Camino

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Se supone que debía publicar esto el lunes que viene pero dado a que veo que voy a estar ocupado, les dejo esto de antemano para que no se me olvide. Disfruten.

La alarma con radio de Shingo comenzaría a sonar pero Shingo ya habría despertado con las ganas por el cielo y apagaría la alarma con una cara de niño emocionado por su regalo de Navidad.

-El torneo empieza pronto, estoy emocionado

Sonriendo comenzaría a asearse y salir refrescado listo para vestirse con su atuendo que llevaría para el torneo junto a su chaqueta y guantes que le dieron los chicos de South Town, la cinta que su hermanita le hizo atada en uno de sus brazos encima de la chaqueta y su ya característica cinta en la cabeza. Bajando con animo al deslizarse por el soporte de la escalera, saludaría a sus hermanas y en una rápida acción comenzar a tostar unos panes en la tostadora, abrir el refrigerador para sacar un jugo de naranja, verterlo en el vaso, sacar un plato, poner el jugo en su lugar correspondiente y atrapar las tostadas una vez listas para ponerlos en el plato y tener su desayuno ligero listo al sentarse junto a sus hermanas en la mesa.

-Creo que esta emocionado por el torneo.

-Si, esta emocionado sin dudas.

Sayuko sacaría una ligera sonrisa mientras tomaba de su taza de café y miraría el periódico pero luego vería de nuevo a Shingo y alzaría una ceja.

-¿Por que llevas el uniforme escolar? Vas a pelear allí no a estudiar matemáticas.

-También pensé que seria estúpido al ver a Kusanagi ir al KOF del 94 así, pero luego me di cuenta de lo cómodo que es esto. Así que prefiero ir así.

-Si bueno, tu pagaras tu próximo uniforme sabiendo lo rápido que se arruinara ¿Quedo claro?

-¡Si señora!

Tras recibir la afirmación, Sayuko volvería a ver el periódico.

-También, no podremos apoyarte debido a que KOF dura mas de un día y no puedo andar pidiendo días libres a mi jefe todo el tiempo, eres casi un adulto así que debes de saber cuidarte bien.

-Ya lo se, tranquila, puedo cuidarme yo solo.

-Espero ver que le rompas la mandíbula a la mayoría de tus oponentes Nii-San y tu hagas "¡Gaah!" y ellos hagan "¡Aaah" 

Nuevamente Sadako hacia los efectos de sonido con su boca, cosa que sacarían una risa a ambos hermanos mayores mientras ella sonreía con Fortune acariciándose con el cuerpo de ella para recostarse.

Antes de poder terminar el desayuno, el sonido de una limusina sería escuchado afuera de la residencia y eso decía que era su momento de irse, así que se pararia e iría rápidamente a por mochila con algo de ropa extra para dormir sabiendo la duración del torneo. Antes de salir de casa al ver a la limusina con el chófer esperando, se giraria a ver a sus hermanas.

-¡Voy a traer dinero a esta casa, Nee-San!

-Será mejor que sea así, dinero es lo que nos falta para alcanzar felicidad en esta casa.

Pero luego sonreiria.

-Solo bromeo, aunque quiero dinero, lo mejor será que demuestres al mundo de lo que es capaz un Yabuki.

-¡Aplasta a tus rivales y deja bien a tu hermanita con sus compañeros en la escuela!

Shingo solo asentiría felizmente y sacando una sonrisa emocionada, tanta espera y finalmente la puerta abierta.

Esa sonrisa no sólo mostraba felicidad, mostraba las ansias de aplastar a sus enemigos y arrasar el torneo para ser el campeón.

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