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Primero que nada.

Lo siento gente, la irresponsabilidad fue muy fuerte por mi parte, pero ahora estoy ya más motivado y tratando de cumplir con mi horario de subida de capítulos. Nuevamente perdón por tanta tardanza.

Disfruten, y si les gusto al menos den una estrella.

Una cámara con el video mostrando su pelea con franco se estaría reproduciendo delante suyo, siendo mirado por sus hermanas.

-¿Qué paso?

-¿Qué cosa?

-Sabes bien eso Shingo...

El sabia la razón perfecta de su arrebato, pero era algo de su vida pasada, algo que era ajeno a este Shingo. Por lo que tenia que inventarse una excusa rápidamente y evitar la conversación que tendría dentro de poco.

-Yo... fue petición suya...

Sayuko suspiraría.

-Esta bien, hablaremos luego de esto ya que al parecer no quieres contarle algo a tus hermanas y pedir ayuda. Vámonos Sako-chan.

-¿Eh?

Sadako no podría decir nada mas al ser llevada por Sayuko, dirigiéndose ambas a la puerta.

-Solo espero que seas capaz de mirar a la cara a su esposa luego de todo eso.

Cerrando la puerta, dejaría solo a Shingo, el bajaría la cabeza con un sentimiento amargo recorriendo su boca hasta que por algo de frustración patearía la silla en frente suyo y se frotaría las sienes mientras en su cabeza se andaba insultando por haber ido de esa manera en alguien como Franco, dijeron que seria una lucha amistosa sin contenerse pero incluso así sus viejas costumbres no querían dejarlo.

Suspirando, Shingo pudo calmarse de su pequeño arrebato y tenia que disculparse por lo que ha hecho, así que agarrando coraje saldría de la habitación donde se encontraba e iría a visitar a aquel que ha lastimado como no se debería. Caminando hacia allí, podía verlos, como el personal medico lo miraba y pese a que seguramente ellos no lo juzgaban, su subconsciente le decía que su alrededor lo hacia, tal vez era una forma de castigarse o realmente sabe leer intenciones en la gente. Pero no haría caso y solo seguiría su camino, viendo a la esposa de Franco saliendo de la habitación y tan solo tras hacer un mínimo contacto visual, pudo ver que la esposa de Franco le tenia miedo.

Verdaderamente había metido muy en grande la pata, se negó a decirle algo a ella, tenia pleno derecho a odiarlo y solo conviviría con ello, abriendo la puerta y entrando, vería a Franco con algunas vendas y curitas pero sentado viendo los comerciales pasar debido a la pausa antes de su enfrentamiento con Lee Pai Long.

-Franco...

El hombre lo miraría, una expresión solemne y calmada era lo que veía en el.

-Shingo Yabuki, felicidades por llegar hasta aquí chico.

El chico chasqueo la lengua y se pondría en el suelo de rodillas y con la cabeza en el suelo junto con sus manos, una pose de disculpa que los Japoneses hacían cuando realmente buscaban el perdón máximo.

-¡¿Cómo puedes felicitar a alguien que te golpee de esa manera?! ¡Pude haberte dejado gravemente herido por no controlar mis sentimientos!

Shingo solo apretaría mas su cabeza en contra del suelo, como si quisiera disculparse aun mas con Franco.

Si Hay Voluntad, Hay Un CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora