Extra II (Mai)

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-De verdad que esa chica me pone de los nervios...

Mai Shiranui, la sexy Kunoichi, la encantadora de hombres alrededor del mundo. ¿Amenazada por una chica de Secundaria? Ja, eso si que era un buen chiste.

Luego de haber tenido un mal episodio comiendo helado mientras lloraba por el rechazo de Andy, Mai se sentía muy enojada con no solo el si no también con todo el mundo, bastante exagerado, ella lo sabia pero en su defensa fue su primer rechazo y viniendo de alguien como Andy que hasta estos días era su chico ideal pues simplemente la herida fue bastante grande. Estaba enojada con Andy, con Terry, con ella misma por ilusionarse tanto tiempo y hasta con Shingo Yabuki luego de que Andy dijera que el castaño y su hermano Terry hablaran con el sobre esto.

Y hablando de Shingo Yabuki.

A pesar de que el fue su objetivo a golpear por lo de Andy, no desistió en querer calmarla de una u otra manera. Miro los colmillos de la bestia y el también mostro los suyos, eso era nuevo y la intrigo bastante. 

Y no solo eso, se dejo golpear, fue dañado gravemente pero aun así no aceptaría que se equivoco con lo que le dijo a Andy sobre rechazarla definitivamente, quiso hacerla ver que la felicidad de estar con Andy solo seria para ella pero no lo seria para Andy. Ella actuó bastante inmadura ahora que lo ve pero incluso con esas Shingo no quiso juzgarla por eso.

Era demasiado bueno hasta para así mismo.

Acepto que Andy ya no estaría con ella, le costo pero ya lo superara completamente con el tiempo y gracias a Shingo quien durante el viaje de regreso a la isla estuvo charlando con ella sobre su vida y como se ponía a entrenar cuando no sabia lidiar con sus pensamientos, claramente ella no era tan apasionada con el entrenamiento para distraerse con ello pero estaba claro el mensaje que Shingo le daba a ella, haz algo que te guste para lidiar con la carga de tus malos pensamientos.

Además no lo va a negar ahora que esta en sus pensamientos y nadie la escucha, Shingo era bastante sexy cuando se lo proponía.

Tenia ese aspecto inocente y tranquilo por fuera solo para que a la hora de pelear se vea tan confiado, apasionado junto a cuando no tiene la camisa puesta y se pone serio solo lo hacia mas guapo de lo que era a sus ojos. Y ni hablar de los músculos, era una vista común para ella pero el suyo tenia ese no se que que simplemente la hacia fijarse en eso.

¿Era la propia proporción de sus músculos? ¿La definición? ¿Las cicatrices? Tenia que ser las cicatrices.

El mismo le había contado cuanto le costo llegar a este Torneo y le enseño las cicatrices mas significativas de su cuerpo, desde una garra en el hombro, una zona del abdomen donde fue impactado con un ataque de energía cuando fue de frente en contra del ataque y las cicatrices de sus manos al cubrirse de otro ataque de energía de alguien mas experimentado con esos ataques. El no veía esas cicatrices como señal de debilidad o que tal vez perjudicaran su apariencia si no como una marca de superación en contra de oponentes que claramente eran un nivel superior a el, si el pudo ganarlos, entonces no estaba tan alejado del nivel de este Torneo. Lo estaba demostrando y estaba hambriento por mas.

El en cierta medida le recordaba a Andy, ambos eran apasionados por el combate, ambos querían sobresalir. Pero a diferencia de Andy, Shingo buscaba disfrutar mas cosas que solo entrenar, le hablo sobre sus animales favoritos, su cierta fascinación a coleccionar cartas y leer mangas junto a que alguna que otra vez iba al muelle para aprender a pescar con la gente de por ahí o aceptaba trabajar como un mesero en una pequeña cafetería cerca de su casa para ganar dinero por su cuenta. Le gustaba la lucha pero no por eso no tendría que evitar que sea otra cosa, si, la lucha era constante al querer ser el mejor pero incluso los que se esfuerzan duro deben aprender a relajarse.

Si Hay Voluntad, Hay Un CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora