¡¿QUÉ HICE PARA MERECER ESTO?! - "Estoy En Jujutsu Kaisen"

12

Dentro de la fábrica abandonada, la atmósfera se volvía cada vez más opresiva. Ammyt y Nanami se movían con cautela, atentos a cualquier señal de peligro. La misión ya había demostrado ser desafiante, con varios espíritus maliciosos acechando en las sombras. A pesar de su dolor y heridas, Ammyt se concentraba en la tarea, decidida a no fallar.

Sin embargo, en un momento de distracción, un espíritu particularmente agresivo se abalanzó sobre Nanami. Ammyt, sorprendida, intentó reaccionar, pero fue demasiado tarde. El ataque lo alcanzó, y Nanami cayó al suelo, herido gravemente.

-"¡Nanami-san!" gritó Ammyt, corriendo hacia él. La culpa la abrumó mientras se arrodillaba junto a su compañero caído. "Lo siento tanto, Nanami-san. Esto es culpa mía."

Nanami intentó mantenerse consciente, su respiración era pesada y dolorosa.

-"Ammyt... no es tu culpa," murmuró, pero Ammyt apenas lo escuchaba, sus lágrimas cayendo sobre su rostro.

-"Debo sanarte," dijo Ammyt con determinación.

Colocó sus manos sobre la herida de Nanami, concentrando su energía en la curación. Pero sabía que necesitaba algo más, algo que acelerara el proceso. Recordando una técnica especial, se inclinó y le dio un beso en los labios, transmitiendo su poder curativo de manera más intensa.

Nanami sintió un calor reconfortante extendiéndose desde sus labios, sanando su herida con una rapidez sorprendente. Las lágrimas de Ammyt continuaban cayendo, mezclándose con su concentración y desesperación.

- "Perdóname, Nanami-san. No debí distraerme."

Nanami cerró los ojos por un momento, dejándose llevar por el alivio que sentía. La herida se cerró lentamente, y el dolor disminuyó gracias a la energía curativa de Ammyt. Abrió los ojos y la miró con una mezcla de gratitud y algo más, algo que él mismo no podía definir del todo. La visión de Ammyt, con sus ojos cubiertos por las vendas, pero llena de culpa y determinación, le dejó una profunda impresión.

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El dolor fue intenso cuando el espíritu me alcanzó, pero lo peor de todo fue ver la culpa y desesperación en los ojos cubiertos de Ammyt. Sabía que ella se culpaba a sí misma, aunque no era su responsabilidad. En mi carrera como chamán, he aprendido a no subestimar los peligros que enfrentamos, y esto fue solo un recordatorio más de esa realidad.

Cuando Ammyt comenzó a sanarme, sentí un calor reconfortante extendiéndose desde su toque. Pero fue el beso en mis labios lo que realmente me sorprendió. No solo por la intensidad del poder curativo que sentí, sino por el gesto en sí. Sentí su energía, su desesperación por ayudarme, y su determinación. Me conmovió profundamente.

Mientras mi herida se cerraba y el dolor disminuía, no pude evitar observarla. Ammyt estaba llorando, sus lágrimas cayendo sobre mi rostro.

-"Perdóname, Nanami-san. No debí distraerme," murmuraba una y otra vez.

Quería decirle que no tenía por qué disculparse, que esto era parte del trabajo, pero mis palabras parecían inútiles frente a su desesperación. Finalmente, logré incorporarme, aún sintiendo la calidez de su energía curativa en mi cuerpo.

- "Ammyt," dije, intentando captar su atención. "No es tu culpa. Estas cosas pasan."

Ella levantó la mirada, aunque sus ojos seguían cubiertos por las vendas.

-"Pero si no hubiera sido por mí..."

La interrumpí, tomando su mano entre las mías.

-"Escucha, Ammyt. En el campo de batalla, siempre habrá riesgos. Lo importante es que estamos aquí el uno para el otro, para apoyarnos y protegernos. Has hecho un excelente trabajo al sanarme. No te castigues por esto."

Pude ver que mis palabras la calmaban un poco, aunque la culpa no desaparecía del todo. Me levanté lentamente, probando mi fuerza renovada gracias a su curación.

-"Vamos, tenemos una misión que completar. Y esta vez, trabajaremos juntos para asegurarnos de que ambos salimos de aquí sanos y salvos."

Ella asintió, limpiándose las lágrimas y poniéndose de pie a mi lado. Sentí una renovada determinación en ella, y eso me dio esperanza. A pesar de los desafíos, sabía que juntos podríamos enfrentar cualquier cosa.

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Durante la intensa pelea con la maldición de grado especial, Ammyt y Nanami mantenían una conversación tensa pero enfocada, su atención dividida entre los movimientos del enemigo y sus propios ataques.

Ammyt, con su voz firme a pesar del dolor que sentía, gritó por encima del estruendo de la batalla.

-"Nanami-san, esta maldición... ¡es mucho más poderosa de lo que esperábamos!"

Nanami, concentrado en su técnica y en encontrar el punto débil de la maldición, asintió con seriedad.

-"Lo sé, Ammyt. Parece que nos enfrentamos a un enemigo mucho más formidable de lo que anticipamos. Pero no podemos permitir que eso nos detenga."

Ammyt esquivó un golpe oscuro de la maldición, su espada brillando con determinación.

-"¡Tienes razón! Debemos seguir adelante y encontrar una manera de derrotarla, ¡cueste lo que cueste!"

Nanami, desplegando su técnica de proporción con habilidad, evaluó cada movimiento de la maldición en busca de debilidades.

- "No te preocupes, Ammyt. Confía en mí, encontraremos su punto débil y la derrotaremos."

La maldición aumentó su ferocidad, lanzando ráfagas de energía oscura en su dirección. Ammyt y Nanami se movieron con gracia y coordinación, esquivando los ataques mientras buscaban una oportunidad para contraatacar.

Ammyt paró un golpe con su espada, su rostro contorsionado por el esfuerzo.

- "¡Nanami-san, cuidado a tu derecha!"

Nanami respondió con un rápido movimiento defensivo, bloqueando el ataque y aprovechando la apertura para lanzar su propio contraataque.

- "Gracias, Ammyt. Sigamos luchando juntos, ¡no podemos permitir que esta maldición nos venza!"

Con cada intercambio de golpes, Ammyt y Nanami demostraban su determinación y valentía, trabajando en equipo para enfrentar un desafío mucho mayor de lo que habían anticipado.

Aunque la batalla era feroz y desafiante, su confianza mutua les daba la fuerza para seguir adelante, con la esperanza de que juntos lograrían la victoria.

...Continuara.