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Ammyt Zenin se levantó temprano esa mañana, anticipando con ansias la llegada de sus hermanos al Clan Zenin. Era uno de los pocos días en que podía ver a Hitori y Ryōsuke, sus pequeños hermanos, ya que Naobito, su despiadado padre, nunca reveló la ubicación de su residencia. Los hermanos siempre eran traídos por un sirviente del clan, solo los sábados y domingos.

En una ocasión, la curiosidad había vencido a Ammyt y había decidido seguir al sirviente para descubrir dónde vivían sus hermanos. La decisión resultó ser desastrosa. Naobito la descubrió y la castigó brutalmente con cien latigazos, sin siquiera traer a un médico para atender sus heridas. Ammyt tuvo que soportar el dolor hasta que sus heridas sanaron, y además, se le prohibió ver a sus hermanos durante tres meses. Esa tortura física y emocional la había llevado al borde de la desesperación, pero su amor y sentido del deber hacia sus hermanos le impidieron rendirse.

- "¡Hermana!" - dos voces infantiles resonaron en el aire.

- "¡Hitori! ¡Ryōsuke!" - exclamó Ammyt, sintiendo los abrazos fuertes de sus hermanos. "Los extrañé tanto" - susurró mientras les devolvía el abrazo.

- "Nosotros también te extrañamos, hermana mayor" - dijo Hitori con una sonrisa radiante.

- "Cuéntenme, ¿qué han hecho este mes?" - preguntó Ammyt, ansiosa por escuchar sus historias.

- "¡Hai! ¡Hermana!" - respondió Ryōsuke, entusiasmado.

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Esa mañana, los niños contaron con alegría todas sus aventuras y travesuras del último mes. Ammyt escuchaba con atención, disfrutando de cada momento, sabiendo que su tiempo juntos siempre era limitado. Sin embargo, la mañana pasó demasiado rápido.

- "Es hora de que se vayan, niños" - informó Ammyt con tristeza.

- "¡Te veremos el sábado, hermana!" - gritaron ambos niños mientras se alejaban.

Ammyt se quedó mirándolos hasta que desaparecieron de su vista.

- "Sí, los veré el sábado" - susurró despacio, con el corazón apesadumbrado.

Se quedó unos minutos mirando el cielo azul, prometiéndose a sí misma que haría todo lo posible para proteger a sus hermanos y darles un futuro mejor. 《Haré que te enamores de mí...》, pensó con lágrimas en los ojos, decidida a cumplir con la difícil tarea encomendada por su padre.

### Preparativos para el Colegio de Hechicería

- "Y recuerda no dejar al Clan Zenin en ridículo" - Naobito susurró fríamente a Ammyt. "Y haz lo que te ordené."

- "Sí, padre" - respondió Ammyt monótonamente, tratando de esconder su desagrado.

- "El asistente Kiyotaka Ijichi te llevará al Colegio Técnico de Magia Metropolitana de Tokio" - informó Naobito. Ammyt asintió con la cabeza.

- "Hasta pronto, padre" - dijo Ammyt, haciendo una reverencia de 360 grados antes de subirse al coche.

Naobito se quedó observando con su típica frialdad hasta que el coche desapareció de su vista. 《Espero que cumplas con lo acordado, Zenin Ammyt》, pensó Naobito.

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Para Ammyt, y también para la original Ammyt, era la primera vez que salían del Clan Zenin. En su vida anterior, Selena había viajado a Brasil, Argentina, Colombia y Perú, pero nunca había estado en Japón. La original Ammyt sabía hablar inglés, francés e italiano, mientras que Selena solo hablaba español. Sin embargo, gracias a las memorias de Ammyt, ahora poseía conocimientos de otros idiomas.

¡¿QUÉ HICE PARA MERECER ESTO?! - "Estoy En Jujutsu Kaisen"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora