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En medio del bullicio del evento de intercambio, mi atención se desvió hacia una cortina mágica que parecía separar una sección del lugar. No era una sorpresa para mí; recordaba vagamente los eventos que estaban por venir, gracias a mis experiencias en mi vida anterior.

Observé con intriga cómo Saturo Gojo intentaba acercarse a la cortina, solo para ser rechazado por una barrera invisible. Sabía que algo importante se escondía tras ella, algo que solo yo, con mis conocimientos previos, podía anticipar.

Mientras los estudiantes continuaban sus enfrentamientos en la pantalla, me sentí impulsada a actuar. Sabía que tenía que investigar lo que había detrás de esa cortina, pero también era consciente de los peligros que podía enfrentar.

Decidí contactar discretamente a los otros maestros y directores presentes para discutir cómo abordar la situación. Juntos, formamos un plan para investigar la cortina y desentrañar su misterio.

Mientras tanto, Saturo se aventuró tras la cortina, dejándome con una sensación de inquietud y determinación. Recordaba vagamente lo que había más allá, pero también sabía que era mi responsabilidad asegurarme de que todo saliera bien.

Aunque la cortina representaba un desafío inesperado, estaba lista para enfrentarlo. Mi conocimiento del futuro me daba una ventaja, pero también aumentaba la presión sobre mis hombros. Sin embargo, estaba decidida a descubrir la verdad y proteger a aquellos que me rodeaban, sin importar los riesgos que enfrentara en el camino.

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Mientras observaba la intensa batalla entre los estudiantes en la pantalla, mi atención fue atraída por una cortina mágica que separaba una parte del lugar. Me acerqué con curiosidad, pero pronto me encontré con una barrera invisible que me impedía avanzar. Me sorprendió que solo yo fuera rechazado, pero mi sorpresa se vio eclipsada por la intriga.

- "¡Vaya, esto es interesante!", exclamé con una sonrisa, tratando de ocultar mi propio desconcierto. La situación era un enigma, pero estaba emocionado por resolverlo.

Miré hacia Ammyt a mi lado, quien parecía inquieta pero no sorprendida por la situación. Su silencio me intrigó aún más, pero sabía que ella tenía sus razones para mantenerse callada.

Decidí contactar discretamente a los otros maestros y directores presentes para discutir cómo abordar la situación, manteniendo mi actitud despreocupada pero alerta.

Vi a Ammyt conversar en voz baja con los demás, mostrando una determinación que no coincidía con su apariencia tranquila. Admiraba su valentía y su habilidad para mantener la compostura en situaciones difíciles.

Cuando Saturo se aventuró tras la cortina, sentí una mezcla de preocupación y curiosidad. Confiaba en su habilidad para manejar cualquier situación, pero también estaba consciente de los peligros que podía enfrentar.

Aunque la cortina representaba un enigma intrigante, estaba decidido a no permitir que eclipsara la seguridad y el bienestar de los estudiantes. Mi determinación era inquebrantable, y estaba listo para enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en nuestro camino, aunque mi actitud infantil y confiada a veces complicara la situación.

Desde mi posición elevada, observaba cómo los eventos se desarrollaban debajo de mí. Mi mente estratégica trabajaba sin descanso, evaluando cada movimiento y preparándome para intervenir si fuera necesario. La incertidumbre de lo que yacía más allá de la cortina solo aumentaba mi determinación de desentrañar el misterio y proteger a los que estaban bajo mi cuidado.


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Ammyt observaba con determinación desde la distancia cómo el director Yaga y su enigmático prometido, el director Gakuganji, se adentraban en la oscura cortina que rodeaba el lugar, enfrentándose a los peligrosos hechiceros renegados que amenazaban la seguridad del evento de intercambio entre las dos prestigiosas escuelas de hechicería.

Aunque tanto Satoru como el director Yaga le habían prohibido asistir al evento, considerándola solo una hechicera especializada en sanación, Ammyt sabía en su corazón que poseía un poder oculto, una segunda expansión de dominio que solo usaría en caso de extrema necesidad.

Con determinación, murmuró para sí misma - "Además, sé que todo saldrá bien"- aferrándose a la confianza en su conocimiento del futuro.

Mientras tanto, Gojo ascendía majestuosamente hacia el cielo, aprovechando su habilidad única del Clan Gojo para obtener una vista panorámica del campo de batalla.

Ammyt se posicionó en lo alto de un edificio cercano, preparada para desplegar sus habilidades de curación a través del arte del baile. Una melodía de Lady Gaga, "Judas", resonaba en su mente, inspirándola mientras concentraba su mente en cada nombre de aquellos que estaban presentes, listos para realizar su ritual maldito sin revelar aún su segunda expansión de dominio.

Con cada movimiento, cada giro y cada paso, Ammyt recordaba su vida pasada y la sabiduría que había adquirido, fusionando su arte con su magia para proteger a sus seres queridos y aliados. La lista de nombres resonaba en su mente: Nobara Kugisaki, Fushiguro Megumi, Panda, Utahime Iori, Yuji Itadori, Toge Inumaki, Maki Zenin, Kasumi Miwa, Mai Zenin, Aoi Todo, Mei Mei, Momo Nishimiya, Noritoshi Kamo, Yoshinobu Gakuganji y Masamichi Yaga.

A pesar del agotamiento que comenzaba a sentir, Ammyt continuó bailando con una determinación férrea, consciente de que su sacrificio era el único medio para garantizar la seguridad de sus compañeros.

Finalmente, cuando la última nota de la canción se desvaneció en el aire, sus fuerzas la abandonaron y cayó en los brazos de alguien, susurrando con debilidad

- "Me siento muy cansada" .

...Continuara.

¡¿QUÉ HICE PARA MERECER ESTO?! - "Estoy En Jujutsu Kaisen"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora