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Asami observaba con impotencia la escena frente a ella mientras Naoya daba órdenes a dos miembros del Clan Zenin para que detuvieran a Hitori. Su corazón latía con fuerza en su pecho, su instinto protector gritando en su interior mientras veía a su amado Hitori en peligro.

Había prometido proteger a Hitori y a Ryōsuke con su vida, como si fueran sus propios hijos. Desde que los había cuidado como bebés, los había visto crecer y los había amado como si fueran de su propia sangre. Ahora, estaba dispuesta a enfrentarse a cualquier castigo con tal de mantenerlos a salvo.

Pero sus esfuerzos fueron en vano cuando Naoya ordenó que los detuvieran. La impotencia la invadió, pero lo que más le dolió fue ver a Ammyt destrozada y perdida en su propio dolor. Ammyt, a quien ella había cuidado desde niña, ahora estaba completamente rota por la pérdida de su hermano.

Fue entonces cuando algo se rompió dentro de Asami. Una comprensión repentina la golpeó con la fuerza de un vendaval. Recordó cómo Naoya había mirado a Ammyt a lo largo de los años, no como un hermano mayor, sino con una obsesión que la llenaba de incomodidad.

Sin pensarlo dos veces, Asami abrazó con fuerza a Ryōsuke, tapándole los ojos para protegerlo de la crueldad que lo rodeaba. Él era lo único que le quedaba, el último rayo de luz en un mundo oscuro y despiadado. Y mientras sostenía a Ryōsuke entre sus brazos, juró protegerlo con su vida, sin importar las consecuencias.

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Ammyt se puso de pie con una expresión fría y carente de emoción en su rostro. Miró a la niñera, Asami, y con una voz que resonaba como el hielo en una noche de invierno, le ordenó:

- "Asami, lleva a Ryōsuke a la escuela de hechicería. Ahora."

Asami, reconociendo la gravedad de la situación y la determinación en los ojos de Ammyt, asintió rápidamente. Tomó a Ryōsuke en sus brazos y, sin mirar atrás, se apresuró a salir del lugar, consciente de que algo terrible estaba a punto de suceder en el Clan Zenin.

Ammyt, agotada por el uso intensivo de su ritual maldito y la expansión de dominio anterior, se inclinó suavemente para dejar el cuerpo sin vida de Hitori en el suelo. Sus manos temblaban, pero su mente estaba fija en un único propósito: venganza.

Se irguió con dificultad, su energía al borde del colapso, pero la furia y el dolor la mantenían de pie. Mientras Asami y Ryōsuke se alejaban, una sensación ominosa llenaba el aire. Ammyt sabía que no había vuelta atrás.

- "Ryōiki Tenkai: Hakai no kōhai to itami," - susurró con voz firme, invocando su segunda expansión de dominio.

Una cúpula de energía oscura se desplegó alrededor del Clan Zenin, envolviendo todo y a todos en su interior. La expansión de dominio de Ammyt, "Destrucción, devastación y dolor", era un reflejo de su alma destrozada y su deseo de hacer pagar a los culpables.

Dentro de la cúpula, los miembros del clan sintieron una presión abrumadora, una combinación de sufrimiento físico y emocional que los aplastaba. Naoya, que había observado todo con frialdad, ahora se encontraba atrapado en el centro del tormento de Ammyt.

La devastación se desplegó como un huracán de ira contenida, arrasando con todo a su paso. Los gritos de dolor y desesperación resonaban en el aire, pero para Ammyt, eran solo el eco de su propia alma rota.

A pesar de su cuerpo debilitado y el desgaste de su energía, Ammyt se mantenía firme. La imagen de Hitori yaciendo muerto en el suelo era un recordatorio constante del precio que habían pagado. Su padre, Naobito, no había protegido a su hermano, y ahora, ella se aseguraría de que el Clan Zenin sintiera cada gramo de su furia.

La euforia de la venganza la impulsaba, y mientras su dominio devastador continuaba, Ammyt dejó que toda su ira y dolor fluyeran a través de su técnica, asegurándose de que el Clan Zenin jamás olvidara el costo de su traición y crueldad.

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Ammyt se alzaba entre los cuerpos caídos del Clan Zenin, su energía casi agotada, pero su determinación inquebrantable. La devastación de su dominio había sido total, cada miembro del clan había sucumbido al implacable poder de su expansión de dominio: "Hakai no kōhai to itami". El patio, que antes era un símbolo de la arrogancia y el poder del clan, ahora estaba cubierto de cadáveres y destrucción.

Cuando sus ojos recorrieron el lugar, vieron a Naobito, el líder del clan, yaciendo muerto. No sintió nada más que una fría satisfacción. No había lágrimas por él, solo la certeza de que su venganza estaba justificada.

Finalmente, sus ojos se posaron en Naoya, quien estaba arrodillado en el suelo, herido y aterrorizado. Su arrogancia habitual se había desvanecido, reemplazada por una desesperación palpable. Ammyt se acercó lentamente, sus pasos resonando en el silencio post-apocalíptico del patio.

- "Ammyt, por favor..." - murmuró Naoya, su voz llena de pánico y suplica. "

Podemos arreglar esto, no necesitas..."

Ammyt lo miró con una frialdad inhumana. Sus labios se curvaron en una sonrisa cruel.

- "Ya no hay nada que arreglar, Naoya," - respondió con voz baja y amenazante.. "Tú y tu clan han destruido lo que quedaba de mi vida. Ahora, solo queda devolverles el favor."

Con un movimiento decidido, desató una última explosión de su energía maldita. Naoya gritó, pero sus gritos fueron rápidamente silenciados mientras su cuerpo era destrozado por la fuerza brutal de Ammyt. La crueldad de su muerte reflejaba la oscuridad que Naoya había sembrado en su vida.

Cuando todo terminó, Ammyt se quedó en pie, rodeada por el silencio de la muerte. La euforia de la venganza la envolvía, su corazón palpitaba con una mezcla de alivio y furia reprimida.

Entonces, levantó la cabeza hacia el cielo y gritó, un grito salvaje y liberador que resonó en los restos del Clan Zenin.

- "¡Aaaahhhhhhh!" - Su voz se alzó en el aire, cargada de todo el dolor, la ira y la liberación que sentía. Era el grito de alguien que había perdido todo, pero también de alguien que había reclamado su poder.

Finalmente, Ammyt se dejó caer de rodillas, agotada pero satisfecha. Había cumplido su venganza, y aunque el dolor no desaparecería, la justicia había sido servida. En medio de la ruina, encontró una extraña paz.

...Continuara.

¡¿QUÉ HICE PARA MERECER ESTO?! - "Estoy En Jujutsu Kaisen"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora