Extra

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Ammyt, o Selena, ya no podía distinguir entre sus identidades. Al despertar, se encontró en una habitación de hospital, con luces brillantes y el sonido constante de las máquinas a su alrededor. Médicos y enfermeras se movían rápidamente, verificando su estado antes de que todo se desvaneciera en la oscuridad una vez más.

Cuando volvió a abrir los ojos, el rostro familiar de su verdadero padre estaba allí, sentado en una silla junto a su camilla. Parecía más viejo, con arrugas de preocupación marcando su rostro.

- "Selena" - dijo su padre, levantándose y acercándose lentamente hasta ella. Tomó su mano con una suavidad inusual.

Selena, al escuchar su nombre, se dio cuenta de que había regresado a su verdadero mundo. Sin embargo, algo en su interior le decía que lo vivido en el clan Zenin no había sido solo un sueño. Sentía cada recuerdo como si fuera ayer, cada momento de sufrimiento y cada instante de alegría con Satoru.

- "Satoru" - susurró Selena con un nudo en la garganta, mientras las lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos. Recordar la despedida con él le dolía profundamente. Había sacrificado todo para que Itadori no tuviera que sufrir más, y para que Satoru pudiera seguir viviendo.

- "¿Quién es, Selena?" - preguntó su padre, visiblemente preocupado al ver a su hija llorando.

- "¿Dónde está Abu?" - preguntó Selena, intentando desviar la atención de su dolor.

- "Selena..." - su padre vaciló, apretando su mano un poco más fuerte - "Abu murió durante el mes que estuviste en coma."

El mundo de Selena se desmoronó en ese instante. Había soportado tanto dolor en el mundo de Jujutsu Kaisen, solo para despertar en su verdadero mundo y enterarse de que su querida y amada abuela ya no estaba. Sintió que no podía seguir adelante.

Vivir con un padre que casi no mostraba sentimientos era una lucha constante. Cada mañana se levantaba sin un saludo, sin que le preguntaran cómo estaba, sin un abrazo que la reconfortara. La ausencia de su abuela hacía todo aún más doloroso, ya que ella había sido la única figura constante de amor y apoyo en su vida. No quería volver a esa realidad después de todo lo que había soportado en el clan Zenin.

- "Selena, cálmate" - su padre intentaba consolarla mientras los monitores a los que estaba conectada comenzaban a sonar con más frecuencia - "¡Doctor! ¡Doctor!" - gritó desesperado, viendo que la situación se estaba descontrolando.

Selena no escuchaba nada más. Su mente estaba sumida en un torbellino de emociones y el dolor en su corazón era insoportable. No entendía por qué había despertado de nuevo solo para enfrentarse a esta devastadora noticia. Los recuerdos de su tiempo en el otro mundo la abrumaban, y el peso de su pérdida la hundía aún más en la desesperación.

Los médicos entraron rápidamente en la habitación, tratando de estabilizarla mientras su padre observaba impotente. Selena se sintió atrapada entre dos mundos, ninguno de los cuales podía ofrecerle consuelo. Su mente volvía una y otra vez a los momentos con Satoru, a la calidez de sus abrazos y la fuerza de su amor. Pero todo eso parecía ahora tan lejano, como un sueño del que había sido cruelmente arrancada.

Las lágrimas seguían fluyendo mientras Selena luchaba por encontrar un sentido a su dolor. Había sacrificado tanto, había perdido tanto, y ahora se encontraba sin fuerzas, sola en un mundo que le parecía ajeno. La pérdida de su abuela era un golpe devastador, un recordatorio de que, incluso en su verdadero mundo, la vida seguía siendo implacablemente dura.

Los médicos trabajaban frenéticamente para estabilizarla, mientras su padre seguía aferrado a su mano, intentando ofrecerle algún consuelo. Pero Selena solo podía pensar en el pasado, en el sacrificio que había hecho, y en el vacío que sentía ahora. La esperanza de encontrar paz parecía más distante que nunca, y el dolor de su pérdida era una sombra que la perseguiría para siempre.

¡¿QUÉ HICE PARA MERECER ESTO?! - "Estoy En Jujutsu Kaisen"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora