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El mes de octubre llegó y con él, un silencio inusual en el mundo de Jujutsu. Ammyt se había alejado repentinamente después del incidente con el clan Zenin. Nadie sabía adónde se había ido; simplemente desapareció un día junto con la niñera Asami y su hermanito menor, Ryōsuke.

Gojo la buscó incansablemente por todas partes, pero no logró encontrar ninguna pista sobre su paradero. Shoko intentó calmarlo, asegurándole que Ammyt regresaría cuando el dolor que la aquejaba se aliviara un poco.

A pesar de su persistencia, Gojo se enfrentaba a las responsabilidades como el hechicero más fuerte y los numerosos desafíos del mundo de Jujutsu. Nanami y Yuta también se unieron a la búsqueda, pero al igual que Gojo, no obtuvieron resultados positivos.

Para distraerse y mantenerse ocupado, Nanami se sumergió en una serie interminable de misiones, mientras que Yuta, aunque no conocía muy bien a Ammyt, se sintió afectado de alguna manera inexplicable. Nadie en la escuela sabía mucho sobre Ammyt; era una persona reservada que rara vez compartía lo que le pasaba por la mente.

La ausencia de Ammyt dejó un vacío en el corazón de quienes la conocieron, aunque muchos desconocían la profundidad de su dolor y las razones detrás de su partida.

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En el tranquilo y apartado campo, rodeado de naturaleza serena y alejado de la bulliciosa ciudad, Ammyt se encontraba con su hermano menor, Ryōsuke, y la niñera Asami. La casa de estilo tradicional japonés donde vivían ahora estaba rodeada de árboles frondosos y un paisaje que ofrecía paz y tranquilidad.

Ryōsuke, con su característica energía infantil, preguntó animado a su hermana mayor, Ammyt:

- "Hermana, ¿que cocinas?"

Ammyt sonrió suavemente a Ryōsuke, respondiendo con ternura:

- "Onigiri rellenos de tomate, como te gustan."

Los ojos de Ryōsuke se iluminaron de alegría al escuchar eso, y dio un pequeño salto antes de anunciar:

- "Iré a jugar con Asami, mientras los tienes listos, hermana." - Con esa declaración, Ryōsuke se alejó corriendo hacia donde estaba la niñera, Asami, dejando a Ammyt sola en la cocina.

Aunque Ammyt frente a su hermanito y la niñera Asami intentaba ocultar sus sentimientos, seguía devastada por la muerte de Hitori. Cada día era una lucha interna, atormentada por la promesa que hizo a la Ammyt original y que no pudo cumplir.

El peso de la culpa era abrumador. Sentía que había fallado en proteger a Hitori, y ese pensamiento la perseguía implacablemente. Para intentar distraerse, Ammyt se sumergía en entrenamientos cada vez más intensos, ignorando las señales de fatiga que su cuerpo le enviaba.

Además del dolor por Hitori, había otra preocupación que la atormentaba: el inminente incidente en Shibuya. Desde la tragedia con su hermano, Ammyt había querido distanciarse del mundo del Jujutsu. Sin embargo, sentía un deber irrenunciable hacia Nanami. Ella estaba decidida a protegerlo a toda costa, no permitiría que su maestro y mentor corriera peligro.

La sola idea de fallar en esa misión la llenaba de temor y desesperación. Si algo le sucediera a Nanami por su culpa, Ammyt no creía que podría recuperarse. Era una carga emocional que la mantenía en constante alerta y angustia, aunque tratara de encontrar consuelo en este remoto lugar que ahora llamaban hogar.

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Ammyt se encontraba indecisa sobre si debía ir o no, pero al recordar la muerte de Nanami, se levantó decidida de su cama y comenzó a prepararse para dirigirse hacia Shibuya.

- "Asami, no salgas de aquí" - dijo Ammyt con seriedad a la niñera, quien asintió en silencio ante sus palabras.

- "Te lo prometo, no saldré de aquí" - respondió Asami. Como miembro del clan Zenin, conocía bien los peligros del mundo del Jujutsu.

- "¿Sabes qué hacer si no logro volver, verdad?" - preguntó Ammyt con preocupación. Asami simplemente asintió de nuevo.

- "Cuida de él, es lo único que tengo" - dijo Ammyt con voz entrecortada, antes de inclinarse y darle un beso en la frente a Ryōsuke, quien observaba la escena con curiosidad e inocencia.

- "Cuídate, Ammyt" - susurró Asami al viento, observando cómo Ammyt se alejaba hacia el destino incierto que la aguardaba en Shibuya, dejando atrás el refugio que había adquirido bajo un nombre falso.

Ammyt caminaba con determinación, su mente llena de emociones encontradas: la angustia por Nanami, el peso de la promesa incumplida a la Ammyt original, y la necesidad imperiosa de proteger a Ryōsuke. Sabía que el mundo del Jujutsu era un lugar peligroso y lleno de incertidumbre, pero también era consciente de que no podía huir de su responsabilidad.

Con cada paso que daba hacia Shibuya, Ammyt se preparaba mentalmente para enfrentar lo que fuera que encontrara allí.

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Ammyt no tenía intención de intervenir 《Aún que me duela bastante 》cuando sellaran a Gojo, sabiendo que era algo inevitable e incontrolable. Estaba consciente de que sus alumnos eventualmente lo liberarían, aunque esto conllevaría muchos sacrificios.

Pero lo que Ammyt tenía claro más allá de cualquier duda era su determinación de participar en la pelea contra Sukuna, sin importar las consecuencias.

En un momento crucial, Ammyt apareció sorpresivamente donde estaban Shoko y el director Yaga. Ambos quedaron asombrados por su presencia repentina.

- "Ammyt, apareciste" - dijo Shoko con un leve tono de alivio, aunque aún preocupada por la situación general. - "Satoru te ha estado buscando por todas partes" - agregó, y Ammyt sintió un pesar al escuchar eso.

- "Igual que los demás" - comentó Yaga, saliendo de su aturdimiento inicial al ver a Ammyt en un momento tan crítico para todos los hechiceros.

- "Yo solo ayudaré con la curación" - se adelantó Ammyt antes de que Yaga pudiera decir algo más. - "Haré todo lo que esté a mi alcance para salvar cuantas vidas pueda" - aseguró con determinación.

- "¿Tienes algún tipo de habilidad especial de curación?" - preguntó Shoko, visiblemente sorprendida, ya que desconocía los poderes específicos de Ammyt.

Ammyt asintió con seriedad.

- "Sí, tengo habilidades de curación que he desarrollado y perfeccionado" - respondió Ammyt sin entrar en detalles adicionales.

Yaga reflexionó por un momento antes de hablar.

- "Fuiste tú aquel día, no Ammyt" - dijo Yaga recordando el incidente durante el evento de intercambio y cómo había sentido un repentino aumento de su energía maldita, aunque al mismo tiempo había experimentado una curación inesperada después de una lesión.

... Continuará.

¡¿QUÉ HICE PARA MERECER ESTO?! - "Estoy En Jujutsu Kaisen"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora