Accidentally Dad! (Chanmin) ✓

06

"El amor es algo sencillo, Chan..."

Esas palabras no habían abandonado su cabeza desde el día que tuvo esa pequeña charla con Seungmin. Fue un discurso barato y predecible sobre el amor de madre y esa frase de "su felicidad es la mía" que Chan se habia cansado de escuchar.

"No espero que lo entiendas..."

No, Chan definitivamente no lo entendía. No existía en su cabeza una neurona que razonara ese comportamiento tan fuera de... Lo que él considerana razonable, valga la redundancia.

"Pero realmente deseo que lo hagas..."

¿Que quería decir con ello? ¿Que Chan no era capaz de sentir amor? Chan lo hacía, existían personas a las que Chan quería; como su madre y hermana. A Minho también, y a su auto.

"Porque solo así sabrás que tengo razón."

Chan queria a mucha gente y no sentía que Seungmin tuviera razón. Aún así se sentía extraño, como cuando el maldito profesor Cho lo bajaba de su nube de orgullo y basureaba el proyecto en el que estuvo trabajando durante un mes entero. Se sentía igual de... Contrariado.

La seguridad con la que Seungmin había dicho aquello le erizó la piel y lo dejó perplejo; pensativo. ¿Y si...? Chan negó con la cabeza. ¿Y si qué? ¿Y si tenía razón? Por el amor de Dios, ¿Cómo podría tener razón?

¿Cómo iba a llegar un omega con dos hijos a intentar cambiar sus creencias; su filosofía de vida? No podía. Era ridículo solo pensar en ello. Bangchan era un hombre con convicción, sabía lo que quería y por sobre todas las cosas: Sabía lo que no quería en su vida. El amor y todos sus derivados era lo que encabezaba esa lista.

"Luces más viejo que de costumbre" Chan levantó la vista solo para encontrarse a su hermana menor parada frente a él: Se había cambiado el color de pelo por segunda vez en el mes, ahora tenía un verde fosforescente que le quemaba los ojos a Chan.

Hannah dejó su mochila sobre el escritorio de su hermano, sin ningún tipo de educación es debido añadir, y se deja caer sobre el asiento de cuero que está frente a él. Chan la mira mal. "¿Buenos días, no?"

La omega saca un paquete de lo que parecen ser gomitas de colores, ya abiertos, y se mete uno a la boca sin responder. Sus ojos cubiertos por un delineado grueso y sombra oscura están recorriendo la oficina con curiosidad. "Vaya, no has cambiado este lugar desde la última vez que vine: ¿Hace, no sé, un año?"

"No veo porqué cambiar algo que funciona, como mi color de cabello, por ejemplo" Hannah se ríe metiendo otro dulce a su boca.

"Ese ha sido el comentario más desfasado que ha salido de tus labios, hermano." Chan rueda los ojos. "Christopher Bang; más retrógrado que Mercurio"

"Me dirías cuál es el honor de tu visita, Hannah" el alfa pregunta un tanto exasperado, su hermana menor no parece inmutarse.

"Aquí hace falta más, no sé, ¿Emociones humanas?" Hannah lo ignora. Señala todo el lugar, hace una mueca cuando nota que la única planta en la oficina es de plástico.

"¿Me oyes o llamo a seguridad para que te saque de aquí?"

"Quiero ver qué lo intentes, presidente" le lanza una gomita de osito sabor naranja. Chan cierra los ojos, asqueado, porque el dulce le cayó justo en la mejilla izquierda y estaba húmeda, o eso creyó.

"Te comportas como una niña" el alfa se limpia la cara con un pañuelo, luego con ese mismo pañuelo coge la gomita y se la lanza a su hermana.

"Y tú cómo un anciano, ¿No te jode?" Hannah se recuesta sobre el respaldar de la silla y sube sus pies sobre el escritorio, solo para sacar de quicio a su tenso hermano.