Accidentally Dad! (Chanmin) ✓

18

Chan caminó con paso ligero hacia la cocina, con Felix en brazos y Changbin bien aferrado a su espalda, como si fuera un pequeño mono decidido a no soltarse. El ambiente estaba impregnado de una mezcla de emoción y travesura mientras los tres conspiraban en silencio para preparar un desayuno sorpresa. Era casi una misión secreta: despertar a Seungmin con una mesa llena de comida y sonrisas, sin ser descubiertos en el proceso.

"Shh, recuerden que es una sorpresa," susurró Chan con una sonrisa divertida mientras Felix, con su cabello castaño alborotado, jugueteaba con los dedos del alfa, como si entendiera el plan. Sin embargo, cuando el bebé intentó imitar el gesto de "silencio" de Chan, soltó un balbuceo alegre que resonó en toda la cocina. Changbin soltó una risita al ver el gesto fallido de su hermanito, y Chan tuvo que hacer un esfuerzo para no reírse también.

"Está bien, Lixie," dijo Chan en voz baja, depositando un beso en la coronilla del bebé antes de colocarlo suavemente en su silla alta. "Vamos a hacer el mejor desayuno, pero sin despertar a mami, ¿de acuerdo?"

Changbin asintió vigorosamente, con los ojos brillando de entusiasmo. "¡Sí! Yo quiero batir los huevos, Appa," susurró emocionado, ya tirando de una silla para subirse y alcanzar la encimera.

"De acuerdo, pequeño chef. Pero recuerda, con cuidado," advirtió Chan mientras se movía para sacar un par de sartenes y los ingredientes necesarios. El alfa mayor se giró para ver a Felix, que desde su asiento seguía todos los movimientos con ojos grandes y brillantes, agitando sus manitas como si ya quisiera participar en la acción.

"Vamos, Lixie. Tú puedes ayudarme a revolver la mezcla," le dijo Chan mientras acercaba un tazón grande. Claro, la ayuda de un bebé significaba más bien que la mitad de la mezcla terminaría fuera del tazón, pero la sonrisa de Felix mientras metía las manos en la harina y luego en el tazón era suficiente para que cualquier desastre valiera la pena.

"¡Estás haciéndolo genial!" animó Chan, riendo por lo bajo mientras Felix soltaba pequeños chillidos de emoción. Changbin, por su parte, ya estaba completamente concentrado en batir los huevos, pero su energía era tanta que parte de la mezcla salpicaba a su alrededor.

"Con más suavidad, Binnie," dijo Chan entre risas controladas, intentando evitar que la cocina se convirtiera en un campo de batalla de ingredientes. Changbin lo intentó, pero la concentración no duró mucho. Con un movimiento demasiado entusiasta, el pequeño derramó un poco de leche en la encimera. Ambos se miraron con complicidad y luego estallaron en una risa contenida. "¡Ups!", murmuró Changbin, con una expresión de falsa inocencia.

Felix, contagiado por las risas, comenzó a dar palmadas, esparciendo aún más harina por la mesa y su propia carita. Chan miró el caos con una mezcla de resignación y ternura; la cocina estaba hecha un desastre, pero el ambiente estaba lleno de calidez y alegría.

"Está bien, creo que la limpieza vendrá después," dijo Chan, intentando contener la risa. "Primero terminemos de cocinar."

A pesar del desorden y los accidentes, lograron preparar unas tortillas, un poco de tostadas y algo de fruta. Cada paso fue acompañado de risas ahogadas, guiños cómplices y algún que otro "shh" cuando el ruido se hacía demasiado fuerte. Felix terminó con las mejillas manchadas de masa y con un mechón de su cabello lleno de harina, mientras que Changbin estaba más concentrado en decorar las tostadas con mermelada de manera bastante caótica.

Cuando finalmente la comida estuvo lista, Chan los miró con orgullo y satisfacción. Aunque no era un desayuno digno de un chef, el amor y la diversión con los que lo habían preparado lo hacían perfecto.

"Buen trabajo, equipo," susurró Chan, recibiendo una sonrisa amplia de Changbin y una carcajada pequeña de Felix, que ahora estaba jugando con un trozo de tostada en su mano. "Vamos a sorprender a mami. Estoy seguro de que le va a encantar."