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Al día siguiente, la luz del sol se filtra por las cortinas, iluminando suavemente la habitación. Chan entra en silencio, llevando una bandeja con el desayuno, el olor del café y de las tostadas recién hechas llenando el aire. Seungmin está en la cama, aún medio dormido, sus ojos apenas entreabiertos mientras se acurruca instintivamente contra el calor que dejó su alfa. Chan sonríe al verlo, sintiendo una oleada de ternura por su omega.

Seungmin apenas responde, su cuerpo más guiado por sus instintos que por la razón en ese momento. Todo lo que quiere es estar cerca de Chan, sentir su olor, su calor, su presencia reconfortante. Su lobo está en control, y eso se nota en la forma en que se enrosca alrededor del cuerpo de Chan en cuanto este se sienta a su lado, sus dedos aferrándose a la tela de la camisa de su alfa como si fuera su ancla.

“Buenos días, mi amor,” murmura Chan suavemente, colocando la bandeja a un lado y acariciando el cabello de Seungmin, apartándolo de su rostro. Seungmin apenas murmura algo en respuesta, sus ojos cerrándose nuevamente mientras se acurruca más cerca, su nariz rozando el cuello de Chan, buscando la marca recién hecha, el punto donde sus colmillos lo reclamaron como suyo. Chan siente un escalofrío de placer recorrerle la espalda.

Chan ríe suavemente, bajando la cabeza para dejar un beso delicado justo en la marca que ahora se ve fresca y aún algo sensible. “No quiero que te alejes de mí nunca,” susurra, sus labios acariciando la piel de su omega, sintiendo su aroma embriagador. “Podríamos quedarnos así para siempre, solo tú y yo.”

Seungmin emite un pequeño gruñido de acuerdo, sus brazos aferrándose más a Chan, su rostro escondido en su cuello, como si quisiera absorber todo de él. Está más callado que de costumbre, más conectado con su lado instintivo, sus necesidades más primarias guiando sus acciones. No habla mucho, solo murmura algo apenas inteligible, pero Chan lo entiende perfectamente. Seungmin no quiere estar lejos de su alfa, no después de haber sido marcado, no después de que su vínculo se haya fortalecido tanto.

“¿Sabes qué, amor?” dice Chan, acariciando la espalda de Seungmin con suavidad. “Minho pasó hace un rato y se llevó a los niños, así que tenemos todo el día para nosotros solos.” Hace una pausa, observando la reacción de Seungmin, quien se acurruca aún más cerca, su respiración tranquila pero profunda contra el cuello de Chan. "No vamos a salir de esta cama hoy," promete Chan en un tono suave y afectuoso, “y no tienes que preocuparte por nada.”

Seungmin murmura algo que suena como “dormir”, su voz baja y somnolienta, y Chan asiente, besando suavemente la marca en su cuello. “Puedes dormir cuanto quieras, cariño,” le asegura Chan, "pero primero debes desayunar un poco, ¿sí? Necesitas energías.”

Seungmin asiente levemente, aunque su lobo parece querer rechazar la idea de separarse de su alfa, incluso para comer. Chan lo entiende, su lobo también está muy presente, y hay una parte de él que quiere simplemente rodear a Seungmin con sus brazos y no dejarlo ir. Sin embargo, sabe que necesita cuidar de él, asegurarse de que esté bien alimentado y descansado.

“Vamos, Min,” murmura Chan suavemente, tomando un pequeño trozo de tostada y acercándoselo a los labios de Seungmin. “Solo un poquito, ¿sí? Y luego podemos quedarnos en cama todo el día, acurrucados como tú quieras.”

Seungmin finalmente abre los labios, permitiendo que Chan lo alimente. El alfa sonríe cada vez que Seungmin acepta un bocado, disfrutando de la sensación de cuidarlo, de ser el protector que su omega necesita. Mientras Seungmin come lentamente, Chan no deja de hablarle, de susurrarle cosas bonitas, diciéndole lo afortunado que se siente de tenerlo, de cómo su vida cambió completamente desde que llegó a ella.

“Eres mi todo, Seungmin,” dice Chan en voz baja, sus labios rozando la oreja de su omega. “No hay nada que desee más que verte feliz y sano, aquí, conmigo. No importa cuánto tiempo necesites para descansar o cuánto quieras estar cerca, estaré aquí, cuidándote siempre.”

Accidentally Dad! (Chanmin) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora