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Seungmin estaba arrodillado en el recibidor, ayudando a Changbin a ponerse el abrigo antes de salir. Sus manos temblaban ligeramente mientras abrochaba los botones, concentrado en mantener una expresión tranquila. Changbin, con el ceño fruncido y los ojos brillantes, se quedó en silencio por un momento antes de levantar la mirada hacia su mamá.

"Mami... ¿es verdad que mi papá volvió?" preguntó con voz temblorosa.

Seungmin se detuvo, su mano quedándose congelada en el botón a medio abrochar. Cerró los ojos por un segundo, sintiendo un nudo en la garganta. "Sí, cariño," respondió suavemente, su voz casi un susurro. "Volvió."

Changbin apretó los labios, su pequeña figura temblando antes de lanzarse hacia Seungmin y abrazarlo con fuerza, su rostro escondido contra el pecho de su madre. Sollozó en silencio, como si tuviera miedo de hacer ruido. "No quiero irme con él, mami... No quiero..."

Seungmin lo abrazó con fuerza, acariciando su cabello con suavidad mientras luchaba por mantener la calma. "No te preocupes, mi amor. No te va a llevar a ningún lado. Vamos a estar juntos, siempre. Nadie nos va a separar."

Changbin se aferró más fuerte a Seungmin, como si temiera que pudiera desaparecer de repente. "¿Lo prometes, mami?"

"Lo prometo, Changbin," susurró Seungmin, sintiendo sus propias lágrimas picar en los ojos. "Siempre vamos a estar juntos. Siempre."

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La sala de reuniones era pequeña y apenas iluminada, con una larga mesa de madera que separaba a las dos partes. De un lado, Seungmin, Minho y Chan. Del otro, YeongDae y su abogada, una mujer alfa de expresión severa. El ambiente estaba cargado de tensión, casi palpable, como si cada respiración pudiera hacer que el aire estallara.

Minho tomó la palabra, su tono formal pero firme. "Estamos aquí para tratar de llegar a un acuerdo en beneficio de los niños, no para discutir sobre viejos rencores."

La abogada de YeongDae, con un aire de superioridad, respondió con una sonrisa forzada. "El único acuerdo razonable es que los niños regresen con su padre biológico. Su cliente no tiene ningún derecho legal sobre ellos."

Chan apretó los dientes, pero Minho lo silenció con un gesto de la mano. "Seungmin ha sido el único en la vida de esos niños desde que su cliente decidió abandonarlos. La ley favorece el bienestar de los menores, y está claro que están mucho mejor bajo su cuidado."

YeongDae, con una mueca de disgusto, intervino bruscamente. "No hay forma de que ese alfa..." señaló a Chan con desprecio, "sea un padre adecuado para mis hijos. Jamás los querrá como yo lo haría."

Chan dio un paso adelante, pero Minho volvió a interponerse. "Dado que no parece haber ninguna intención de llegar a un acuerdo pacífico, procederemos con la contrademanda por la custodia completa de los niños," anunció Minho, deslizando unos papeles sobre la mesa. "Y hemos solicitado una orden perimetral para mantener a su cliente alejado hasta que se celebre el juicio."

La abogada tomó los documentos con una sonrisa sarcástica. "Nos veremos en tribunales, entonces."

Cuando todos se levantaron para irse, YeongDae se inclinó hacia Seungmin, susurrando con veneno. "Esto no ha terminado, Omega. No dejaré que mis hijos se queden contigo y ese alfa."

Seungmin lo miró directo a los ojos, sin rastro de miedo. "Tus amenazas no significan nada para mí. No dejaré que nos quites lo que hemos construido."

YeongDae frunció el ceño, frustrado, pero Minho lo interrumpió antes de que pudiera responder. "Ya has dicho lo suficiente. Nos vemos en la corte."

Con eso, se giraron y salieron de la sala, la tensión aún colgando en el aire, pero con Seungmin manteniendo la cabeza en alto.

Accidentally Dad! (Chanmin) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora