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Otro día transcurría con cierta normalidad, aunque Seungmin comenzaba a notar algo diferente en su interior. Desde que Chan había entrado en sus vidas, sentía un cosquilleo incómodo que no lograba definir. No era exactamente amor, pero había una atracción física evidente, un impulso de proximidad que iba más allá de la simple amistad. Algo en él empezaba a florecer de nuevo, y eso lo mantenía inquieto.

Seungmin estaba concentrado en la cocina, revisando los pedidos y asegurándose de que todo saliera a tiempo. Los cuchillos cortaban con precisión, las ollas hervían y los aromas se mezclaban en una sinfonía de especias y sabores.

Una de las meseras, con una expresión incómoda y algo preocupada, se acercó a él, interrumpiendo su rutina. "Seungmin, hay alguien que te está buscando," dijo, cruzando los brazos como si no supiera cómo continuar.

Seungmin apenas desvió la mirada de la sartén. "¿Quién es? Estoy ocupado," respondió, esperando que fuera alguna consulta rápida o un cliente habitual que conocía su rutina.

La mesera hizo una pausa antes de continuar, sus ojos reflejando una ligera inquietud. "No me dijo su nombre, pero… ha sido bastante insistente. Dice que no va a esperar más."

Seungmin sintió un pequeño mal presentimiento en el estómago. No esperaba visitas, y la forma en que la mesera lo describió no era para nada habitual. "¿Dónde está?" preguntó, dejando a un lado lo que estaba haciendo.

"En la entrada del restaurante. Te sugiero que vayas a verlo… parece serio."

Con una mezcla de curiosidad y aprensión, Seungmin se quitó los guantes de cocina y se dirigió hacia la entrada. Cuando finalmente vio quién lo esperaba, todos los nervios en su cuerpo se tensaron de inmediato. Allí, apoyado contra la pared con una expresión tan fría como distante, estaba YeongDae. Vestía elegante, nada como el alfa desaliñado y descuidado que había conocido en el último tiempo que estuvieron juntos. El alfa tenía una expresión fría y arrogante que Seungmin había llegado a detestar con el tiempo.

"Seungmin."

"¿Qué haces aquí?" le preguntó con el ceño fruncido, tratando de mantener la calma pese a que su pecho se sentía como una olla a presión.

"He venido a ver a mi hijo," respondió YeongDae, cruzándose de brazos como si fuera lo más natural del mundo.

El comentario hizo que Seungmin sintiera una oleada de furia controlada. "¿Ah, sí? ¿Y a qué hijo te refieres?" preguntó, aunque ya conocía la respuesta.

"Changbin. He decidido que quiero tener contacto con él," declaró YeongDae, ignorando por completo a Felix, como siempre lo había hecho.

Seungmin apretó los dientes, sintiendo que todo el resentimiento acumulado quería salir en una explosión. "No puedes aparecer de repente y pretender que tienes algún derecho sobre él," dijo, intentando mantener la voz baja aunque su enojo era evidente.

"Es mi hijo, Seungmin. Tengo derecho a verlo."

"No tienes derecho a nada," espetó Seungmin, dando un paso adelante con la mirada afilada. "Fuiste tú quien se fue. Decidiste desentenderte de él, de ellos. Changbin y Felix no necesitan de alguien que solo piensa en sí mismo. No ahora, no nunca."

YeongDae frunció el ceño, claramente irritado por la respuesta. "Felix no es mi problema, ya te lo dije. Yo hablo de Changbin."

La indiferencia con la que mencionaba a Felix era el detonante final para Seungmin. "Si no reconoces a uno de mis hijos, no reconoces a ninguno. Ellos están bien, están felices y no tienen ningún espacio en sus vidas para alguien como tú."

A su alrededor, Seungmin notó cómo los empleados y algunos clientes comenzaban a poner atención a la escena. La tensión era palpable en el ambiente. Decidió que no podía permitir que esto fuera más lejos.

Accidentally Dad! (Chanmin) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora