Accidentally Dad! (Chanmin) ✓

Final

El sol de la mañana se derramaba suavemente a través de las ventanas de la cocina, llenando el espacio con una luz dorada que parecía acariciar cada rincón. Afuera, en el jardín, las flores de primavera estaban en pleno esplendor, con pétalos de colores brillantes danzando bajo la brisa cálida. Mariposas de alas ligeras revoloteaban de una flor a otra, pintando el aire con sus delicados movimientos, mientras el canto de los pájaros se escuchaba a lo lejos, mezclándose con las risas de Lixie y Binie, que jugaban con un balón en el césped.

Seungmin se inclinó sobre la estufa, removiendo la avena con suavidad en la cacerola, dejando que el dulce aroma de la miel y la canela llenara la cocina. Sus labios formaron una sonrisa tranquila, y su corazón se llenó de un calor apacible. Observaba a los niños a través de la ventana, sus pequeñas figuras moviéndose alegremente, como si el tiempo se hubiera detenido para permitirles disfrutar de este momento perfecto.

La paz se sentía casi palpable en el aire, como si envolviera cada hoja y cada flor en el jardín. Todo parecía estar exactamente donde debía estar, como si el universo hubiese decidido finalmente alinearse a su favor. Los problemas que alguna vez parecieron insuperables ahora eran solo un eco lejano, un susurro que se desvanecía entre las risas de los niños y el suave silbido del viento.

Seungmin se permitió cerrar los ojos un momento, respirando profundamente. Podía sentir la cicatriz de la marca de su cuello, ya completamente curada. Ahora, esa cicatriz era un símbolo de todo lo que habían superado juntos, un recordatorio de que estaba exactamente donde necesitaba estar: con un alfa que lo amaba incondicionalmente, y a quien él amaba con la misma devoción.

Sintió una ola de felicidad recorrer su cuerpo, tan intensa que casi parecía que su pecho se expandía con ella. Abrió los ojos y miró el jardín de nuevo, sintiendo una gratitud inmensa. Estaban esperando un bebé. Pronto habría una nueva vida entre ellos, una adición más a la familia que habían construido juntos con tanto amor y esfuerzo. Seungmin pensó en los primeros días, en las dificultades, en el miedo y la incertidumbre, y sintió como todo eso quedaba atrás, disipado por el presente luminoso que vivía ahora.

El sol acariciaba su piel, llenándolo de una calidez que le recordaba cuánto había cambiado todo. La brisa suave le trajo el olor fresco de la hierba y las flores de la mañana, y en su mente, se dibujó la imagen de un futuro aún más brillante. Seungmin quería gritar, quería expresar en voz alta la felicidad que lo inundaba, pero en cambio, dejó que su sonrisa creciera mientras sentía la vida moverse dentro de él, su pequeño bebé que pronto conocerían.

Todo estaba bien. Por fin, todo estaba bien. Susurró al aire, casi como un rezo, "Gracias…" porque no podía imaginarse un momento más perfecto que este. En su corazón, Seungmin sabía que habían encontrado su hogar, no en un lugar específico, sino en el amor que compartían todos juntos.

Chan entró a la cocina en silencio, pero Seungmin lo sintió de inmediato. Los brazos fuertes del alfa lo rodearon por detrás y los labios de Chan encontraron su camino hacia la cicatriz de su lazo en el cuello, dejando un rastro de pequeños besos. Seungmin rió suavemente, su risa mezclándose con el murmullo de la cocina.

"Los niños te están esperando," susurró Chan, su voz vibrando contra la piel de Seungmin. "¿En qué estás pensando?"

Seungmin se giró en sus brazos, rodeando el cuello del alfa con sus brazos y acercándose más, disfrutando de la calidez y el confort de tenerlo tan cerca. Sus dedos se entrelazaron en el pelo oscuro de Chan, acariciándolo suavemente mientras sentía su latido sincronizarse con el de su pareja.

"Estoy pensando en nosotros," respondió, sonriendo mientras sus ojos se llenaban de una ternura profunda. "En lo feliz y afortunado que me siento."

Chan sonrió, un brillo en sus ojos que siempre hacía que Seungmin se sintiera amado. "Yo también me siento afortunado," dijo en voz baja, acercando su rostro al de Seungmin, como si quisiera guardar ese momento en su memoria para siempre. "Te amo."