La apuesta (pt2)

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Se me ocurrió algo para hacer pagar a Missael.

Lo primero que tenía que hacer era hablar con Sebastián sobre la apuesta, pero, ¿como invitarlo a platicar? No eramos amigos, y nunca crusamos palabra.

Pero el profesor de matemáticas resolvió el problema."Gracias destino".

-Chicos habrá trabajos de pareja, la columna "A" escoja a la persona con que quiera trabajar de la columna "B", y la columna "C" con la columna"D" hagan lo mismo. Digan su nombre y el de su pareja en voz alta para apuntar-. Dijo el profesor.

Yo me encontraba en la columna "A" y Sebastián se encontraba el la columna "B".

-Si, si!!!! gracias profesor-. Gritaba en mi mente.

Solo tenia que esperar mi turno para pedir a Sebastián como mi pareja de trabajo. Rezando que nadie lo escoja antes que yo.

Felizmente nadie escogió a Sebastián. Esta era mi oportunidad.

-Yo, Catalina, escojo a Sebastián!!!. Hable con voz alta.

Pude ver la cara de asombro de Sebastián y de Missael, casi me da un ataque de risa.

A la hora del receso le pedi su número de teléfono a Sebastián para ponernos de acuerdo los días que no nos viéramos y también aprovechamos para hablar en ese momendo del trabajo.

-¿Por qué me elegiste a mi para el trabajo?-. Me preguntó Sebastián.

-Solo te escogí por que eres la única persona que más o menos conozco de la columna "B"-. Le respondi de manera desinteresada.

Entonces nos vemos en mi casa? Después de clases, ¿te parece a las 4:30pm?-. Me dijo Sebastián.

-Discúlpame pero ¿podría ser en mi casa? Es que tengo que cuidar a mi hermana pequeña, además mi hermano es pareja de Missael y me dijo que hara el trabajo en su casa.
No habrá nadie que nos moleste-. Le dije mientras le sonreía.

Vi como Sebastián se sonrojaba al ver mi rostro sonriente.

Es... está bien. En tu casa entonces-. Me respondió tímidamente.

A la hora de la salida mientras regresábamos a casa Missael me confrontó de manera burlona.

-¿Por qué elegiste a Sebastián y no me elegiste a mi?-. Me dijo mientras me sonreía.

-Solamente lo elegi por que es alguien que conozco-. Le respondí sin mirarlo a la cara.

-¿Lo conoces? nunca te he visto hablar con él-. Me dijo medio molesto.

-Bueno. Es amigo de mi hermano, he escuchado un poco de él por las cosas que me cuenta Lukas. Eso es todo-. Le respondí muy seria.

Missael ya me estaba colmando la paciencia.

-Bueno ya basta. Todos los días es lo mismo con ustedes dos. Ya casi llegamos a casa, Cat deja de pelear-. Dijo mi hermano medio molesto.

-El es el que comienza la pelea siempre!!!-.Le respondi fuerte.

-Entonces no le contestes, no le sigas la pelea pues. Y tu también Missael, ya controlate. Ambos parecen niños chiquitos-. Nos regaño Sara a ambos.

-Bueno, bueno ya llegamos a nuestras casas. Adios chicos nos vemos. A por cierto, Missael nos vemos más tarde en tu casa para el trabajo de Mate-. Dijo mi hermano.

-Si, si nos vemos más tarde-. Respondió Missael.

Aproveche para decir que Sebastián venía a la casa para ver como reaccionaba Missael.

-A por cierto hermanito, Sebastián vendrá más tarde para hacer la tarea en la casa.

Missael voltio rápidamente la cabeza cunado escucho el nombre de su amigo, pero parecía que no podía decir palabra alguna.

La segunda parte de mi plan estaba por comenzar.

Sebastián llegó a mi casa y empezamos a hablar sobre la tarea pero ahí era donde sacaría el tema de la apuesta.

-¿Que te parece este ejercicio para presentar en clase?-. Me dijo de manera risueña.

-Me parece bien. Creo que ese ejercicio está perfecto-. Le respondí seriamente.

-¿Por qué esa cara Cat? te veo un poco decaida.

-Es que estoy preocupada-. Lo dije con una tristeza fingida.

-¿Que te pasó?-. Me respondió preocupado.

-Es que mira, tengo una amiga, ella conoció a un chico que la enamoró solo para ganar una tonta apuesta. Mi amiga esta muy triste y ya no sabe que hacer-. Le dije con una cara que aparentaba preocupación.

Tenía una cara de asombro y miedo, no sabía que responder.

-Cuan... cuanto lo siento por t.. tu amiga-. Me dijo titubeando.

-Ay ay sabes que, dejémonos de actuaciones ridículas Sebastián. Lo de mi amiga era mentira. Wuau... suenas preocupado de verdad.¿No me digas que en serio lo sientes por la historia que te acabo de contar?-.Le dije seriamente.

-No se ha que te refieres-. Me respondió asombrado.

-No te suena familiar lo de ¿"enamorar ha una chica por una apuesta"?. ¡¡Te escuche hablando con Missael!!-. Le respondí casi gritando

-¿¡Esc...escuchaste todo!?-. Me respondió tembloroso.

-Tranquilízate quieres. No quiero pelear ni reclamarte, más bien te quiero ayudar. Escuche que Missael te ofrecerá el doble del premio si es que pierde la apuesta-. Le dije de manera seria.

-No te entiendo, ¿que es lo que quieres hacer?-. Me dijo un poco asustado pero curioso a la vez.

-Si Missael pierde te ganarás $200 verdad?-. Le dije

-Entonces ¿pretendes evitar verlo hasta que acaben las dos semanas?.

-Si y no. Voy a fingir que caigo rendida a sus pies, pero que soy tímida para besar por las dos semanas que indica la apuesta-. Le dije riéndome.

-No me parece mala idea la verdad. Estonces ¿me vas a ayudar? ¿por que?-. Me respondió curioso.

-No te estoy ayudando en sí. Simplemente quiero que Missael se arrepienta de haber aceptado esa estúpida apuesta. Entonces ¿no vas a decir nada, cierto?-. Le dije mientras lo miraba fijamente a los ojos.

-Tranquila no diré nada. Sigamos haciendo el trabajo de Mate, que se hace tarde-. Me respondió rápidamente.

Al día siguiente la tercera parte del plan comenzaría.

Al llegar al salón todo andaba tranquilo, solo que había algo raro, encontré una pequeña nota en mi pupitre que decía:"veamonos en el receso detrás del colegio".

A la hora del descanso fui al lugar donde indicó la nota y ahí me lo encontré...

-¿Eras tú?-. Le pregunté de manera asombrada.

-¿Tú? Pensé que eras... Missa.... nadie.
-¡¿Que haces aquí Max?!-. Dije alegremente.

¿Quién es ella?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora