Llego el fin de semana y decidí que hoy seria yo quien invite a Missael a salir.
Empezamos una conversación por WhatsApp y quedamos en vernos mas tarde en el patio para practicar un poco de basketball.
Estaba tranquila en mi cama cuando mi telefono recibió un mensaje que decía "Hola". Era Sebastian, pero ¿por que él me escribiría? ¿Queria hablar sobre la apuesta?
Respondí su mensaje con un "hola".
*mensajes de texto*
[Hola👋](Seb)
[Hola](Cat)
[¿Como estás?](Seb)
[Estoy bien, aquí en mi cama descansando.¿Y tú?](Cat)
[Yo estoy bien, viendo un poco de TV](Seb)
[Y... ¿Por qué me escribiste🤔?¿Quieres hablar sobre la apuesta?](Cat)
[No. Solo quería saludarte y ver como estabas😅.](Seb)
[¿?](Cat)
[Ire al grano ¿Ok?¿Crees que podamos ser amigos? Siento que con el trabajo de mate y el tema de la apuesta hemos compartido mucho](seb)
[Esta bien ,acepto conocerte, pero no se si podamos ser amigos, 😑](Cat)
[Ok ok. Esta bien, acepto eso](Seb)
[Hablamos más rato, tengo cosas que hacer. Adios👋](Cat)
[Bueno ,ok. Tengo algo que hacer también, nos vemos](Seb)
Ahora tenía un casi amigo. Sabia que él había creado la apuesta con su amigo sobre mi. Pero con el tiempo que compartimos juntos no se me hacia una mala persona, tal vez solo era un poco rebelde.
Ya en la tarde, le pedí a mi hermano que cuidara Acnes y que a cambio le traeria comida, aceptó mas rapido de lo que pense.
Me dirigí al patio para encontrarme con Missael.
Cuando llegue él ya estaba jugando.-Hola-. Hablé
-Hola, ¿Que tal?-. Me dijo Missael.
-Estoy bien, ¿Y tú?-. Respondí.
-Yo estoy bien, gracias por preguntar. ¿Empesamos?-. Preguntó él.
-Claro-. Mencione
Jugamos por un buen tiempo y nos sentamos un momento a descansar, y comenzamos a platicar sobre nuestras cosas.
Recuerdo que nos empezamos a mirar a los ojos de la nada. Poco a poco nuestros rostros se iban acercando, cuando me di cuenta mis labios estaban a punto de besar los suyos. Sabía que con esto él ganaría la apuesta pero aún así no podía separar mi cara de la suya.
En ese momento Missael separo su rostro del mío. ¿Por qué lo había hecho?.Se supone que así el ganaría la apuesta. Esto no tenia sentido.
-Me tengo que ir, olvide que tenia que hacer algo en un rato. Nos vemos otro día-. Mencionó Missael.
-Si... adios-. Le respondí.
Tan rápido se despidió, se fue apurado.
Me regrese a casa confundida por lo que habia pasado. ¿Por qué no me beso?¿Tal vez se arrepintió?. Tenia demasiadas preguntas. No sabía que estaba pasando.
Al otro día, domingo. No pude ver a Missael, no estaba en su casa, había ido a visitar a su familia desde temprano y llegaría en la noche.
Al menos de esa forma no lo veria a la cara. Sentia vergüenza por lo que pasó o ¿Por lo que no pasó?.
Llegó el lunes y no quería ni aparecerme en el colegio. No quería ver a Missael. Sentía que todo mi plan se iba hasta el fondo de la basura, como el protagonista de Titanic se fue hasta el fondo del mar.
Pero faltar a la escuela no era una opción, así que aliste mis cosas y me fui junto con mi hermano.
Me sente en mi pupitre y espere a que comenzará la clase.
En ese momento entro Missael al salón, solo me saludo con al cabeza y se fue a su lugar.
Empezó la clase pero aun así me sentía incomoda y avergonzada.
La hora del receso comenzó, salí a caminar un rato afuera del salón y me encontré con Sebastián.
-Hola-. Le dije a Sebastián.
-Hola Cat-. Respondió Sebastián.
-Vas a comprar algo de comer-. Mencioné.
-Si voy a comprar unas galletas-. Respondió.-¿También vas para allá?-.
-Sip-. Dije.
-Vamos juntos entonces-. Dijo Sebastián.
Compramos algo de comer y nos sentamos a conversar. En ese momrto se nos acercó alguien, era Missael.
-Hola chicos-. Mencionó Missael.
-Hola amigo-. Respondió Sebastián.
-Hol... Hola-. Tartamudie.
-Vine a hablar con Cat, ¿Me permites?-. Dijo Missael.
-Si, claro. Hablen todo lo que quieran-. Respondió Sebastián mientras se quedaba inmóvil en su sitio.
-¿Te podrías retirar, Sebastián?-. Dijo Missael con un tono serio.
-¿Por qué?, ¿Que es tan importante que tienen que hablar a solas?-. Mencionó Sebastián.
-Nada que te interese, retírate por favor-. Mencionó Missael un poco molesto.
-Ok, ok. Me voy, los veo en el salón.- Respondió Sebastián mientras se retiraba al aula.
Missael se sentó a mi lado y me dijo:
-Te note incomoda en la clase, ¿Estás bien?-.
-Si... si, estoy bien-. Respondí tímida.
-Pues yo no te noto bien-. Mencionó él.
-Enserió estoy bien-. No te preocupes-. Dije en tono serio.
*sonido de campana*
-Sono la campana, tenemos que ir al salón rápido antes de que nos sierren la puerta-. Respondí y me fui.
No podía ni mirarlo a la cara.
A la hora salida, mientras regresábamos a casa, Sara también se dio cuenta de que algo andaba mal conmigo.
-Catalina, ¿Estas bien?- Me preguntó.
-Si, estoy bien. Simplemente estoy algo cansada.- Le respondí.
-¿Enserió es solo eso?- Me dijo algo dudosa.
-Si, no te preocupes-. Respondí.
Llegamos todos a nuestras casas y nos despedimos.
-Cat. ¿Enserió estas bien?.- preguntó mi hermano.
-Si, como dije: estoy cansada-. Respondí.
-Ok, entonces va a descansar-. Mencionó Lukas.
-Si, si. Voy a ver a Norma y a Acnes, luego voy a descanzar.
Me dirigí a ver a Acnes, rato después me dormí junto a ella.
Al despertar tome mi celular y vi que tenia un mensaje.
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¿Quién es ella?
Romanceuna misteriosa chica llega a un colegio, nadie sabe de donde viene, pero su llegada dará una vuelta de 360 grados a la vida de los chicos más conocidos del lugar.