Nicole esperaba con impaciencia al borde de la carretera, el viento frío de la noche azotando su rostro. Observaba el reloj barato y desgastado de su muñeca, viendo cómo los minutos se deslizaban sin cesar. Los autos pasaban cada vez con menos frecuencia, las luces delanteras brillando como fantasmas en la oscuridad. Había pasado aproximadamente 40 minutos desde que llegó, y la frustración comenzaba a asentarse en su estómago.
Se había convertido en una rutina para los adolescentes: verse todos los domingos a las 10 pm, una hora después de la salida de Nicole de su trabajo. Era un momento que ambos esperaban con ansias, un respiro de sus vidas diarias y una oportunidad para estar juntos sin preocuparse por ser descubiertos.
Nicole se abrazaba a sí misma para combatir el frío, observando con esperanza cada coche que pasaba, esperando que alguno de ellos fuera el de Steve. Sin una línea de teléfono en su casa, comunicarse con él era complicado. Y caminar hasta el teléfono público en medio de la noche no era una opción segura.
Cuando el reloj marcó las 11, Nicole decidió que era suficiente. Steve no llegaría, y ella tenía que aceptarlo. Sintió una oleada de desilusión y tristeza inundar su pecho mientras giraba sobre sus talones y comenzaba el camino de regreso a su trailer. Las preguntas y excusas se arremolinaban en su mente: ¿Lo habría olvidado? Pero, ¿cómo se olvida algo que has hecho religiosamente todas las semanas durante cuatro meses?
El camino de regreso al trailer parecía más largo y oscuro esa noche. Cada paso resonaba con una sensación de abandono y desesperanza. Cuando finalmente llegó, el silencio la recibió como un manto pesado. Entró en su pequeño hogar, se quitó la ropa y se cambió a su desgastada pijama. Apagó las luces y se dejó caer en la cama, sintiendo una extraña y punzante sensación en el pecho.
A pesar de su cansancio, el sueño tardó en llegar. La mente de Nicole no dejaba de dar vueltas, recreando una y otra vez la escena de la carretera desierta y la ausencia de Steve. Intentó razonar consigo misma, encontrar una justificación para la falta de Steve. Pero cada vez que pensaba en su sonrisa y en la promesa implícita de sus encuentros, la decepción volvía con más fuerza.
Cerró los ojos, tratando de ahuyentar los pensamientos. Recordó sus conversaciones, las risas compartidas, y la forma en que Steve la hacía sentir especial. Pero esta noche, esa magia parecía haberse desvanecido. Se sentía sola y olvidada, con una pesadez en el corazón que no podía ignorar.
De repente, un leve golpeteo en la puerta la sobresaltó. Se levantó rápidamente, con la esperanza renacida en su pecho. Corrió hacia la puerta y, al abrirla, vio a Steve de pie, con una expresión de disculpa y preocupación en su rostro.
—Steve.— susurró, sorprendida pero aliviada.
—Nicole, lo siento— dijo Steve—Tuve problemas con el coche y no pude avisarte."
Nicole lo miró, evaluando la sinceridad en sus ojos. —Estuve esperándote más de una hora—dijo, su voz cargada de emoción.—Pensé que no vendrías.
Steve se acercó más, tomando sus manos entre las suyas. —Lo siento, de verdad. No quería que te preocuparas. Llegué tan rápido como pude.
Nicole suspiró, sintiendo cómo la tensión empezaba a desvanecerse. —Está bien,—murmuró, aunque aún sentía un rastro de tristeza.
Se quedaron en silencio por un momento, simplemente disfrutando de la presencia del otro. Steve la miró con una mezcla de ternura y culpa. —¿Puedo entrar?—preguntó suavemente.
Nicole dudó por un instante, pero luego asintió—Sí, entra.
Steve entro y se acomodó en el pequeño espacio del trailer. Nicole se sentó en la cama, y Steve se unió a ella, abrazándola con fuerza.— Lamento mucho haberte hecho esperar—dijo en voz baja.
—Está bien,—repitió Nicole, apoyando la cabeza en su hombro.—Solo... no lo hagas de nuevo.
Steve besó su frente y la sostuvo en silencio. En ese momento, a pesar de la incomodidad y la tristeza, Nicole sintió una chispa de esperanza. Quizás, pensó, podrían superar cualquier cosa juntos. Y esa noche, mientras se quedaba dormida en los brazos de Steve, decidió que intentaría confiar en él, a pesar de las dudas que aún podían acechar en su corazón.
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Illicit Affairs || S.H
FanfictionY eso es lo que pasa con los romances ilícitos Y reuniones clandestinas y miradas ansiosas Nace de una sola mirada Pero muere y muere y muere Un millón de pequeñas veces SH x oc pre season 1 - season 1