11

155 17 1
                                    

La noche había caído sobre el pequeño pueblo, envolviéndolo en un manto de tranquilidad y sombras. Nicole caminaba de regreso a su casa desde la tienda de conveniencia, su jornada de trabajo finalmente concluida. El aire fresco de la noche era una bienvenida distracción, permitiéndole perderse en sus pensamientos mientras avanzaba por las calles desiertas.

El sonido de un motor acercándose la sacó de su ensimismamiento. Giró la cabeza y vio el auto de Steve ralentizando a su lado. Su corazón dio un vuelco al reconocerlo, y una mezcla de emociones la invadió: incomodidad, anticipación y un poco de temor.

Steve bajó la ventanilla y la saludó con una sonrisa vacilante. —Hola, Nicole.

—Hola, Steve,— respondió ella, intentando mantener su tono casual aunque su corazón latía con fuerza.

Steve condujo lentamente a su lado, tratando de mantener la conversación. —¿Te gustaría un aventón? Es tarde y... bueno, pensé que podría ser más seguro.

Nicole vaciló, sintiendo la tensión en el aire.—Gracias, pero prefiero caminar. Me gusta más caminar por las noches.

La negativa hizo que el ambiente se volviera aún más incómodo. Steve asintió lentamente, sin insistir. —Entiendo. Solo quería asegurarme de que estuvieras bien.

—Lo estoy. Gracias,—respondió Nicole, sin saber cómo continuar la conversación.

El auto de Steve seguía avanzando lentamente junto a ella, y ambos sabían que había un elefante entre ellos que ninguno quería abordar directamente. La confesión de Steve aún flotaba entre ellos, y aunque habían tratado de actuar con normalidad, la tensión era palpable.

Finalmente, Nicole decidió enfrentar el momento. Se detuvo y miró directamente a Steve, sus ojos reflejando una mezcla de determinación y vulnerabilidad.—Steve, sobre lo que dijiste... yo también siento lo mismo.

La confesión salió de sus labios antes de que pudiera detenerse. Steve la miró, sus ojos abriéndose con sorpresa y una alegría repentina. Una sonrisa comenzó a formarse en su rostro, iluminando su expresión.

—¿De verdad?—preguntó, su voz llena de incredulidad y felicidad.

Nicole asintió, sintiendo un alivio mezclado con nerviosismo. —Sí, Steve.

La sonrisa de Steve se amplió, pero luego algo cambió en su expresión. La alegría fue reemplazada por una seriedad que no había esperado.—Nicole, eso me hace muy feliz, pero... tal vez deberíamos mantenerlo entre nosotros por ahora.

La declaración cayó como un balde de agua fría. Nicole lo miró, confundida. —¿Qué quieres decir?

—Solo que nuestras vidas ya son bastante complicadas,—dijo Steve, su tono suave. —Y no quiero que se vuelva más difícil para ti. Podemos tomar esto con calma, ver cómo se desarrolla, sin presiones de los demás.

Nicole sintió una punzada de desilusión. Había esperado que la confesión de sus sentimientos los acercara más, no que los mantuviera ocultos.—Está bien, Steve. Lo mantendremos en secreto.

Steve asintió, su expresión suavizándose.—Gracias, Nicole. Prometo que todo esto valdrá la pena.

Nicole asintió lentamente, aceptando la situación aunque no fuera lo que había esperado. Steve sonrió de nuevo, y ella copió su acción aunque con menos entusiasmo, la dejó continuar su camino mientras él se alejaba en su auto.

La noche siguió su curso, y mientras Nicole caminaba hacia su casa, no podía evitar sentir una mezcla de emociones. Había confesado sus sentimientos, pero ahora enfrentaba la realidad de mantenerlos ocultos. Llegó a su trailer, su mente aún enredada en la conversación y las promesas hechas.

Illicit Affairs || S.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora