Illicit Affairs || S.H

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### Capítulo: Noche de Halloween en la Tienda de Conveniencia

La noche de Halloween había llegado, y con ella, un turno completo para Nicole. Debido a la gran demanda de dulces y bebidas alcohólicas, su jefe le había pedido que se quedara un poco más tiempo, prometiéndole pagarle un dólar más cada hora después de su hora habitual de salida.

Esos eran nueve dólares más en el bolsillo de Nicole que no tenía antes, así que sin ningún problema aceptó. A fin de cuentas, cualquier ingreso extra era bienvenido en su situación.

La noche había estado algo movida. Adultos comprando alcohol para los adolescentes que esperaban afuera, padres que compraban dulces extras para que sus hijos no se sintieran mal de la poca cantidad que habían recibido. En general, la noche había estado bastante entretenida para el gusto de Nicole. La atmósfera festiva y el desfile constante de disfraces ridículos y aterradores le habían mantenido distraída de sus problemas habituales.

No fue hasta que un auto demasiado familiar para su gusto se detuvo enfrente de la tienda que el ritmo de la noche cambió. Nicole sintió un nudo en el estómago al reconocer el coche de Steve. Se mordió el labio, tratando de prepararse para la interacción inevitable.

Steve bajó del auto y, sin decir una palabra, se dirigió a los refrigeradores, tomando una cerveza. Caminó hasta el mostrador y la dejó sobre la mesa.

—¿Tienes una identificación? —preguntó Nicole, manteniendo su voz firme.

Steve suspiró, visiblemente cansado.

—Vamos, Nicole —pidió Steve, con un tono que oscilaba entre la súplica y la frustración.

Antes, ella hubiera cedido y hecho como si la persona frente a ella luciera más de 21 años. Pero esta vez, simplemente se quedó callada, mirándolo fijamente con una expresión seria.

—He tenido una noche de mierda. Y simplemente quiero tomar una cerveza.

Nicole no cedió. Mantuvo la misma expresión seria, esperando.

Steve tomó un largo suspiro, bajando la mirada.

—Después de esta noche... sentí lo mismo que te hice sentir yo a ti. Y lo lamento. No hay excusa para cómo te traté, y me doy cuenta de que fui un completo idiota. Sabía que lo que teníamos era especial, pero estaba demasiado asustado para admitirlo, para enfrentar lo que dirían los demás. Ahora veo cuánto daño causé, y me arrepiento de cada momento en que no fui honesto contigo ni conmigo mismo. No puedo cambiar el pasado, pero quiero que sepas que lamento profundamente haberte lastimado. Sé que no es suficiente, pero es la verdad.

Nicole lo miró por unos segundos, dejando que sus palabras calaran en su mente. Steve se quedó callado por algunos minutos, esperando algún tipo de respuesta.

—Un dólar —dijo finalmente Nicole, extendiendo la mano.

Steve sacó el billete de sus bolsillos y se lo entregó. Estaba a punto de irse cuando la voz de Nicole lo detuvo.

—Steve...

—¿Sí?

Nicole lo miró con una mezcla de compasión y resolución.

— Voy a ser respetado si no puedo ser amado.

— ¿Que?.

— Kurt Vonnegut— Nicole sito al actor.— creo que se refiere a que; en ausencia de amor, se puede aspirar al respeto como una forma de reconocimiento y valoración personal.

Steve asintió, sus ojos mostrando un rastro de confusión.

— sugiere una fortaleza interna y una determinación para mantener la dignidad y el honor, buscando ser visto con estima y deferencia en lugar de simplemente anhelar ser querido.

Steve se quedó callado. Haciendo que Nicole hablara nuevamente.

— Supe de lo qué pasó el año pasado y los rumores. Y creo saber porque te sientes así. Lo que quiero decir es que... si una persona no sabe querernos y respetarnos, es mejor irse.

—Gracias, Nicole. De verdad, gracias.

Con eso, Steve salió de la tienda, dejando a Nicole sola con sus pensamientos. Ella observó cómo se alejaba, sintiéndose un poco más ligera, como si una pequeña parte de la carga que llevaba sobre sus hombros se hubiera desvanecido.

La noche continuó, y Nicole atendió a los últimos clientes antes de cerrar la tienda. Mientras limpiaba y ordenaba, no pudo evitar pensar en lo que Steve había dicho. Tal vez, en cierto modo, ambos estaban tratando de encontrar una manera de seguir adelante, de curar sus propias heridas.

Al final de su turno, Nicole salió de la tienda y respiró profundamente el aire fresco de la noche. Halloween había traído consigo una serie de emociones y reflexiones inesperadas, pero también le había dado una nueva perspectiva sobre su propia capacidad de perdonar y avanzar.

Caminando hacia su casa, se sintió un poco más fuerte, un poco más en paz.