La Bitácora

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—¡Amor! Ven, acompáñame a hablar con Mind!— pidió Yuki, jalando de la mano de Noey mientras corría al casillero de la mencionada.

—¿Para qué quieres que te acompañe?— interrogó confusa, mientras acompañaba a la chica.

—¡Porque ella puede saber de Rebecca! ¿No decías que Freen está super triste e insoportable por no saber nada de ella? Podemos preguntarle y tal vez tranquilizar a Freen— explicó con paciencia mientras se acercaban a Mind.

La chica de cabello negro con puntas rubias se giró a verlas en cuanto reconoció a Yuki.

—Yuki, hola! ¿Qué onda?— saludó sonriente, mientras miraba con curiosidad a Noey y dejaba unos libros en el casillero.

—Hola Mind! Todo bien, y tú?—

—Bien, preparándome para la siguiente clase— respondió siguiendo la amistosa conversación, aunque sin entender del todo el por qué Yuki estaba hablandole con esa chica a su lado.

—Necesitaba preguntarte algo, si no te molesta...tú, conoces a Rebecca Armstrong, ¿verdad?— se aventuró Yuki, mirándola a los ojos y bajando un poco la voz para evitar oídos impertinentes.

La expresión de Mind se ensombreció.

Desde el escándalo, muchos se habían acercado a ella haciéndole la misma pregunta, y a todos los había mandado a volar por chismosos.

No quería hacer lo mismo con Yuki, pues la chica de verdad le caía bien, aunque sólo se vieran en las clases de matemáticas, pero estaba muy a la defensiva con todo el asunto. No permitiría que nadie más se burle de su amiga.

—La conozco, y si tú también vienes a buscar chisme, olvídalo— respondió cortante, entrecerrando los ojos con enojo.

—No no no! No es eso! Es que queríamos saber cómo está, en serio...— comenzó a explicar Yuki, mirando desesperada a Noey, como pidiendo apoyo.

—Es que...mi amiga, mi mejor amiga en verdad...es muy sensible y...es tan buena, siempre se preocupa...— trató de explicar Noey, atropellandose con las palabras, sin saber hasta dónde sería prudente explicar. Se frenó un momento, tomando aire antes de proseguir —Freen quiere mucho a Rebecca...y está muy preocupada, angustiada más bien...y sólo quiere saber cómo está. En verdad, a mi me pasó algo similar...pero con Charlotte— murmuró agachando la cabeza, aún avergonzada por aquello.

—La verdad es que esas tres perras tenían una apuesta, y Charlotte también humilló a Noey...sólo que no se hizo público, pero Noey entiende cómo se siente Rebecca— intervino Yuki, abrazando a Noey para reconfortarla de esos feos recuerdos.

Mind se quedó boquiabierta al escuchar lo de la apuesta.

Hasta donde ella sabía, sólo Irin había estado involucrada, pero escuchar que las tres habían estado humillando a diferentes chicas llevó su enojo a otro nivel.

Aunque ella misma no era tan cercana a Rebecca como Nam, sabía por ella que la británica estaba mejorando de a poco, con mucho apoyo de su familia y algunas consultas con un psicólogo, debido a que toda la situación le había causado ataques de ansiedad que le impedían volver a la escuela.

—¿Dices que Charlotte y Heidi también lo hicieron?— preguntó incrédula, aunque francamente de ese trío se esperaba cualquier cosa.

—Si...eso es lo que dijeron después de...de caer en la trampa— respondió Noey avergonzada.

—Debiste dejarme que le partiera la cara— masculló Yuki con su tierna carita de ardilla enojada mientras acariciaba su brazo con cariño.

—Nos hubieras hecho un favor a todos aquí...ahora esas dos idiotas se creen las reinas sólo porque Irin ya no está...oye, ¿quién es tu amiga? La que está preocupada por Rebecca— dijo Mind, con una expresión de curiosidad.

—Freen Sarocha Chankimha. Está en el Club de Modelismo...está en casi todas los talleres de arte que hay en la escuela...alta, ojos grandes...— respondió Noey.

—Lleva siempre una camiseta o blusa azul...— completó Yuki.

—Oh, ya sé quién es. Si, va a mi clase de arte. ¡Oh, ahora entiendo! Ella nos estuvo mirando a mi y a Nam el otro día...— recordó Mind con la mirada pensativa.

Si, definitivamente la recordaba. Y por lo poco que la había visto en clases, podía decir que le agradaba, parecía alguien amable y cálida.

—¿Dices que Freen quiere a Rebecca? Como...¿amiga? O...como...¿algo más?— tanteó, mirando fijamente a ambas chicas.

Yuki y Noey se miraron unos momentos, deliberando telepáticamente si sería buena idea revelar la verdad.

Es verdad que era una cuestión muy personal, si...pero por otro lado, la propia Freen había escrito al respecto en una plataforma pública.
Así que, no es como que pudiera mantenerse en secreto mucho tiempo...¿verdad?

—¿Sabes qué? Te pasaré un link por Whatsapp. ¿Conoces la plataforma Wattpad?— consultó Noey, con una sonrisa de costado, recibiendo un asentimiento de Mind.

—Bien, leanlo con Nam, y si consideran que vale la pena, muestrenselo a Rebecca— propuso Noey, mientras Yuki daba saltitos alegres al lado.

Al parecer esa dichosa bitácora tendría un buen uso.

Diario de una adolescente | FreenBeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora