Novias

511 53 6
                                    

Querido nuevo diario...
Creo que puedo decir sin equivocarme que...me siento feliz con mi vida.

Tal vez esa también es la razón por la que no escribo tan seguido.
Creo que antes escribía porque tenía demasiadas cosas guardadas, demasiados secretos, demasiadas incomodidades y no tenía con quien compartirlo. Me sentía aislada de todos, ajena a todo. Si bien es cierto que mi timidez siempre va a estar presente, y probablemente siempre me sienta incómoda conociendo personas nuevas, no necesariamente debo ser solitaria. Y eso es lo que he podido aprender en los últimos meses.

Supongo que debo agradecerle mucho a Nam por eso. Si no fuera por ella, lo más seguro es que mi año escolar hubiera sido igual de insípido que siempre.

Aunque, bueno, tal vez la horrible broma de Irin hubiera ocurrido de todas formas, y yo me hubiera sentido muy sola y aún más triste de lo que estuve. Pero gracias a mis amigas, ese mal trago pude superarlo rápidamente.

Y hasta incluso pude conocer a una persona maravillosa que supo ganarse mi corazón.

De verdad, hay momentos en que me pregunto dónde está el botón para desactivar el modo cursi de Freen, porque siento que me estalla el corazón con cada detalle que tiene.
En serio, me va a dar algo! Es como si me rebalsara de amor.

Amor?

Si, amor...

Ya no puedo catalogarlo de ninguna otra forma.

Tan sólo hace un par de semanas que somos novias.
Wuau, eso es increíble.

Tengo novia.

Freen es mi novia.

Creo que nunca me acostumbraré a eso...

Si tengo que pensar en un momento en que comencé a darme cuenta que lo que siento es amor, debo elegir el concierto. Freen de verdad que me dejó embobada con su canción, que luego me confesó que ella misma había insistido en hacerla para poder dedicarmela. Mamá también quedó impresionada con su actuación, y luego en la cena, parecía estar entrevistandola con tantas preguntas que le hizo.
Yo por mi parte, esa noche hablé un poco con Song y el papá de Freen. Ambos fueron muy cálidos y amables, y Song me cayó muy bien, es muy inteligente para su edad. Incluso me preguntó qué esperaba para pedirle a Freen que sea mi novia.

Debo confesar que la niña tenía razón.

Creo que para ambas esa noche fue importante. El hecho de que nuestras familias se conozcan, e inclusive nosotras mismas conocer a la familia de la otra, siento que nos relajó o nos hizo sentir más cómodas, no sé cómo explicarlo.

Unos días después de eso, seguí el consejo de Song. Invité a Freen a un picnic, para el cual sólo me atreví a preparar unos sandwiches, pues no quería incendiar mi casa o intoxicarla. Estábamos compartiendo el postre, cuando le pedí que cerrara los ojos y extendiera sus manos, y deposité una pequeña caja azul (obviamente debía ser azul para ella)

En la caja, había dos colgantes: cada uno con la mitad de un corazón imantado, así que cuando están cerca, se unen. Detrás, el grabado de su inicial y la mía, así ella llevaría la B y yo la F. Puede que parezca un detalle muy cliché, pero en verdad para mi era casi como un sueño hecho realidad: siempre quise poder regalarle algo así a alguien que en verdad mereciera mi cariño.

Freen lloró al verlo, y entre medio de mis propias lágrimas, le pregunté si quería ser mi novia. Ella hizo al principio un puchero que me pareció muy tierno, pero extraño. Y entonces sacó de su mochila un rollo de papel, mostrándome una pintura de mi rostro que había hecho, y confesándome que pensaba pedirme ser su novia.

Así que, básicamente le gané por unos pocos minutos.

Y estas últimas semanas desde ese día han sido geniales. Aunque estamos atravesando el período de exámenes, y eso puede ser estresante, buscamos cada momento que podemos para vernos, e inclusive estudiamos juntas...aunque, algunas veces esas horas de estudio terminan en momentos algo acalorados.
Bueno, al fin y al cabo somos adolescentes.

Hace un par de días, estábamos estudiando aquí en casa. Estábamos repasando para el examen de historia, materia en la cual Freen se desconcentra con mucha facilidad. Estábamos cómodamente tiradas en mi cama, yo leyendo en voz alta con mi cabeza reposando en su estómago, todo muy inocente, su mano acariciaba sutilmente mi antebrazo, hasta que en algún momento empezó a pasar distraídamente por mi estómago. Ese día estaba un poco caluroso, así que yo tenía un top puesto, por lo que sus dedos estaban acariciando mi piel directamente, y eso envió unas deliciosas cosquillas por todo mi cuerpo. Yo estaba cada vez más nerviosa (o quizás caliente) pero Freen parecía no percatarse de lo que estaba haciendo, hasta que se dió cuenta que había dejado de leer, y mi vista estaba fija en su mano en mi cuerpo. La pobre se ruborizó inmediatamente por la vergüenza, supongo que lo hizo sin darse cuenta, pero ya se había encendido algo en mi, así que me moví rápido hacia su rostro, apresandolo en un beso bastante apasionado. Dudó un momento sobre donde poner sus manos, hasta que decidió dejarlas en mi cintura, y eso aceleró aún más mi pulso, causando que quiera ponerme a horcajadas sobre ella. Estaba a punto de hacerlo, cuando escuché a mi madre preguntando si Freen se quedaría a cenar.

Ambas nos separamos tan rápido y tan atolondradas que caímos de la cama. Heng vino enseguida preguntando si estaba todo bien, por el golpe que había escuchado, y entre las dos no fuimos capaces de dar una respuesta coherente. Él sólo rió y se fue a su habitación, y yo me hice la nota mental de empezar a cerrar mi puerta con seguro.

Bueno, creo que fue suficiente escritura por hoy. Creo que volveré cuando haya algo muy importante para recordar...

Diario de una adolescente | FreenBeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora