Diario de una adolescente | FreenBecky

El Diario de Freen - Día 12

Hoy de verdad fue un día horrendo.

Desperté tarde porque no escuché la alarma, pero en realidad no la escuché porque alguien la apagó.

Resulta que mi padre, después de haber estado toda la noche emborrachándose, no toleró el ruido así que la desactivó. Él mismo debería haberse levantado para ir a su trabajo, pero al parecer dió parte de enfermo. Me preocupa que haga eso, porque terminará perdiéndolo, y tendremos problemas por ello. No sé cómo hacerle entender que no puede abandonarse y abandonarnos a nosotras de esa manera.

Tengo mucho miedo, y pienso que en cualquier momento tendré que llamar a un adulto que nos ayude.

Digo, sé que soy adulta técnicamente, pero no lo suficiente para enfrentar esto.

En fin, como decía, me desperté tarde, por ende Song se despertó tarde, así que tuvimos que prepararnos rápido y no pudimos desayunar.

Y sumemosle que mi primera materia del día fue Matemáticas.

Debería ser ilegal comenzar el día con matemáticas, no es justo, es demasiado temprano para mi cerebro, y encima quieren que sepa como medir la masa de un balde!

¿¡¿¡Acaso no saben que los baldes vienen con la capacidad indicada?!?!
Puff, pérdida de tiempo!

Me dolía la cabeza, y el estómago por no haber desayunado, y faltaba mucho para el receso.
En la hora de Historia salí para refrescarme la cara en el baño. Estaba tan enojada con mi papá que ni siquiera vi que alguien venía en el pasillo corriendo de frente, y no atiné a moverme.

Desde el suelo miré enojada a la chica, para descubrir que era Rebecca.

Pidió disculpas apresuradamente y se fue corriendo.
Me sentí tan mal por no haberle dicho nada. Sólo me quedé mirándola mal.
Justo a ella!!
De todas las personas que podían haberme chocado, por qué justo ella?!
Dejé una nota en su casillero pidiendo perdón cuando habíamos terminado las clases, y me fui a casa.

Inmediatamente me encerré en mi cuarto después de darle algo de comer a Song.
Era necesario aislarme de la humanidad y los problemas por un rato.

Puse mi canción favorita para los días tristes en mi teléfono: Bad Day, de Daniel Powter.

Amo esa canción.
La canté a todo pulmón encerrada en mi cuarto.

You stand in the line just to hit a new low
(Te paras en la fila sólo para alcanzar un nuevo mínimo)

You're faking a smile with the coffee to go
(Estas fingiendo una sonrisa con el café para llevar)

And tell me your life's been way offline
(Y tu vida ha estado desconectada)

You're falling to pieces every time
(Estás cayéndote a pedazos cada vez)

Mi madre siempre me decía que estaba bien tener días malos a veces.
Porque así, disfrutas aún más los buenos días.

A veces la extraño tanto...