La Apuesta

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Aloha a todos!

En recompensa por la paciencia que han tenido, hoy tenemos capítulo doble!

Recuerden que estamos cerca del final, asi que dejen sus comentarios y votos!
Enjoy!

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POV Noey 

A veces, la vida es emocionalmente abusiva.

A veces detesto a los adolescentes, y eso que yo soy una.

Todos somos inmaduros e idiotas en algún momento, pero...algunas personas de verdad se pasan de la raya.

Hace algunos meses, yo estaba perdidamente enamorada de una de las dichosas chicas populares de esta escuela. Freen más de una vez me había dicho que era una tonta, pero yo no la tomaba en cuenta, porque sabía que ella había tenido una mala experiencia con Irin, una de las mejores amigas de Charlotte.

Por algún extraño motivo (estupidez, ahora que lo pienso) yo veía en Charlotte algo más.

Veía en sus ojos una mirada más seria, como más madura...no lo sé. Pero era algo que me cautivaba, y creía que era distinta de las demás.

Cómo me equivoqué.

En la fiesta de Halloween, llevada un poco por el coraje líquido en el ponche, me atreví a acercarme. Ella estaba sola, esperando afuera del baño. Algo extraño, porque siempre estaba con sus amigas, nunca se separaban.

Al principio la halagué por su disfraz de enfermera que le quedaba como diez mil infiernos. Se rió un poco cuando le dije eso, y empezó a jugar con la exagerada cadena de mi disfraz de rapero. Mi corazón iba a mil, creyendo que mi crush finalmente se estaba fijando en mí. Me empezó a preguntar qué mas me gustaba de ella.
No me alcanzaba la vida para enumerar todo lo que me gustaba en ese momento.

Me iba acercando a su rostro, mientras le decía cómo me gustaban sus ojos, sus labios, su cabello y su perfume, que podía percibir claramente. Estaba tan cerca que creía que ella podría escuchar los latidos de mi corazón acelerados.

Entonces, me tomó de la mano, jalandome al baño y metiéndome en un cubículo.

Me pareció extraño que no hubiera nadie, pero claro, mi cabeza estaba más preocupada en lo que Charlotte estaba haciendo, cuando me sujetó el rostro, estampando un beso que me dejó sin aliento.

No lo podía creer.

Estaba sucediendo.

Finalmente, después de tanto tiempo estaba besando a Charlotte Austin, la chica más hermosa de la escuela. Mis manos sujetaban su cintura, atrayendola mas a mi, mientras mis labios se movían contra los de ella, algo inexpertos debo confesar. Podía sentir mi temperatura subir...
Hasta que empecé a sentir unos sonidos raros en el otro cubículo, aunque seguí con los ojos cerrados, intentando no distraerme del evento canónico que era ese beso apasionado.

Pero unas luces me desconcertaron, y cuando abrí los ojos, me di cuenta que no eran luces, sino flashes.
Desde arriba, alguien nos tomaba fotografías con dos celulares, mientras se reían a carcajadas.

Inmediatamente sentí la necesidad de proteger a Charlotte, porque imaginaba que era alguien que quería exponerla o algo, y no quería que ella se sintiera mal por besarme.

Pero entonces la vi, mirando a las dos personas sobre nuestras cabezas, con la mirada enojada, gritandoles:

—Idiotas! Por qué tardaron tanto!?!? Casi tengo que desvestirme con esta roñosa—

Mi corazón se hundió y mi estómago dió un vuelco tan grande, que sentí náuseas muy fuertes y casi vomito allí mismo.

La puerta del cubículo se abrió, y Charlotte me empujó para que salga.

—Uy, mirala, parece que alguien le robó el aliento, está pálida y todo— exclamó Heidi mientras reía, y se colocaba al lado de Charlotte, mirándome con una ceja levantada.

—Qué importa? Sacaron bien las fotos?— preguntó, y ahora la tercera persona aparecía frente a mí.

—Si, tranquila, sacamos muchas, así que tienes para elegir. Nop y Kirk tendrán que pagar, ya sólo nos falta una. Y después de esta noche, creo que la tendré en mis redes más rápido— respondió Irin, con una sonrisa malévola, mirándome con desdén.

Yo aún estaba inmóvil, sin saber qué hacer o qué decir.
Las miraba a las tres sin entender del todo lo que ocurría, pero sintiéndome absolutamente humillada por sus miradas.

—No te lo tomes personal, sólo es una apuesta. Los chicos son unos babosos, y querían vernos besar a algunas chicas. Así que, considéralo tu aporte a nuestra causa— explicó Charlotte con indiferencia, mientras retocaba su maquillaje en el espejo.

Y entonces sentí como las náuseas me vencieron.

Me lancé al inodoro más próximo, y devolví todo lo que había ingerido, escuchando como estallaban en carcajadas.

—Pobre, parece que le afectó mucho...— escuché que Heidi rió, mientras se asomaba.

—Debe haberse ilusionado, lleva meses detrás de Charlotte— agregó Irin con desdén.

—Aggh, ni me lo digas. Llevo meses asustándome con esta anormal mirándome con ganas— se quejó Charlotte, y creo que hasta pude escuchar como se rompía mi corazón.

Las tres salieron riendo de allí, dejándome abrazada al inodoro, humillada y triste.

Después de ese día, algo se rompió en mí.

Nada me parecía gracioso, y me sentía perseguida todo el tiempo, como si alguien fuera a burlarse de mí en cualquier momento.

Pero entonces, Freen parecía necesitarme, y yo no podría abandonarla por más triste que me sintiera. Ya había pasado más de un mes de aquello, y una de las noches que me quedé en su casa, terminé confesando lo que había ocurrido.

Obvio que tuve que escuchar un "Te lo dije" de su parte, pero se enfocó en abrazarme y recordarme una y otra vez que yo no había hecho nada malo para sentirme así. Que las personas que actuaban de aquella manera eran las que deberían sentirse avergonzadas, y que todos reciben su merecido tarde o temprano.

También nos quedamos pensando en quién sería la siguiente víctima, por lo que había dicho Irin, pero ninguna pudo pensar en quién podría ser.

Unos días después conocí a Yuki en una fiesta, y algo en mi pareció despertar.
Me sentí muy cómoda con ella de inmediato y hasta se reía de mi imitación de Chewbacca!!!

Yuki es dulce, tierna, tiene una voz que parece de los mismos ángeles, y sus ojos brillan de una manera especial cuando canta...pero también, puedo ver ese brillo cuando me mira.

Es increíble para mí pensar en cuán conectadas estamos con Yuki, y cuánto tiempo perdí añorando a alguien que no valía para nada la pena. Cuando le conté a mi novia lo que había ocurrido con Charlotte, tuve que frenarla de que vaya a romperle la cara.
Porque si, Yuki es tierna y dulce, pero enojada es la personificación del demonio del sexto cielo.

Aunque ahora que lo pienso, tal vez debería haberla dejado que lo haga, y que también lo hiciera con Irin y Heidi.

Tal vez asi, Rebecca no hubiera sufrido.

Diario de una adolescente | FreenBeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora