Me desperté por los ruidos que hizo Santiago en el baño. Dijo que debía irse unas horas pero luego volvería. Si él quería mentirme, no iba a detenerlo. Lo acompañé a la puerta, le di un beso largo y regresé con dificultad a la cama.
Sin darme cuenta había dormido mucho más de lo que imaginé y desperté al mediodia. Me dolía todo el cuerpo. Como pude fui al baño a darme un largo baño para relajarme.
Debí haberme dormido en la bañera porque cuando salí, mis dedos estaban muy arrugados. Saqué mi cuerpo y me puse ropa limpia. Noté en el espejo que nuevamente tenía marcados los dientes de Santiago y algún que otro moretón. Me dejó completamente destruida anoche.
El domingo lo pasé básicamente en cama, pedí delivery y comí allí. Luego se me ocurrió sacar las hojas que habia escondído bajo la cama y las llevé afuera. Les prendí fuego una por una en el asador. No quedó absolutamente nada. No iba a arriesgarme a que Santi me descubriera, no podía saber que intenté contactarlo hace cuatro meses. Para mí fortuna... O desgracia, verlo con tantas mujeres en las fotos de sus amigos me repugno bastante pero la mayoría quizá ni siquiera pasó de la segunda cita. Porque es obvio que las usó y desechó en la primera noche. Me entró una rabia, si llegaba a hacerme eso no sabía qué podría ocurrir conmigo
Cuando no quedó absolutamente nada, regresé adentro y me puse a limpiar un poco hasta que recibí una foto de Santi afuera de una iglesia. Qué infeliz, anoche fingió estar con sus amigos y ahora una boda. Éste creia que era tonta, llegado el momento me la iba a cobrar... desee que no, pero no tolero las mentiras. Le pedí que viniera a casa, está vez usando un traje azul. Me regaló unas flores.
Nos quedamos toda la tarde conversando y viendo televisión, como me dolía aún el cuerpo no hicimos la gran cosa, caí en la tentación de su cuerpo otra vez pero cuando me hizo el amor fue save, delicado. Eso me enamoró de él, supongo. Podía ser la bestia más perversa un día según mis deseos, y al siguiente si se lo pedía, ser el hombre mas dulce del mundo. La mayoría del tiempo ni siquiera tenía que pedírselo, amaba tratarme como si estuviera hecha de porcelana.
Había olvidado que miércoles y jueves era feriado así que sólo debía trabajar el martes. Al día siguiente Santi y yo fuimos de excursión por varios museos. Nos escabullimos en el depósito de la galería de arte e hicimos el amor allí rápidamente.
El martes fue noche de teatro. Vimos una excelente ejecución de Tristán e Isolda. Santiago accedió solamente porque esperé meses para ir, y luego de cenar hicimos el amor, ésta vez en el auto.El miércoles estuvimos todo el día en mi casa y luego lo acompañé al hotel para ayudarlo a empacar ya que al día siguiente debía volver a casa. Me hizo el amor de una forma distinta y fue la despedida más hermosa de la vida. La mañana siguiente lo llevé al aeropuerto y nos prometimos hacer hasta lo imposible para sobrevivir esos seis meses. Tenía mucha ilusión de empezar de nuevo en otra ciudad y viviendo con él.
Pasaron los meses y cada vez que Santiago venía traía regalos o me llevaba de viaje a algún lugar. Siempre había algo inesperado y hermoso con él.
A mí familia no le agradaba mucho, lo juzgaban por su apellido así que mucho no lo veían. Solo mi mamá y mis hermanos venían a casa para compartir con él. Mi papá vivía celoso de Santiago pero era normal, no le agradaba que fuera cinco años mayor que yo, y criticaba mucho su trabajo.
...
Pasados los primeros cuatro meses y medio decidí que era hora de conocer oficialmente a los Caputo y aproveché un feriado extra largo para viajar. Obviamente me quedé con Santi en su casa. Estaba muy nerviosa pero cuando lo ví en el aeropuerto se me pasó por completo. Íbamos en auto camino a la casa de sus padres cuando de repente Santi reconoció el auto de Ramiro en la entrada
ESTÁS LEYENDO
Contratiempos
FanfictionEn medio del bullicio político y los desafíos de la vida cotidiana, Santiago y Julieta, profesora de ciencias jurídicas se ven atrapados en un torbellino de destinos entrelazados. Aunque el amor es evidente entre ellos desde el primer encuentro, su...