XIV (+18)

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Desperté acurrucada y bien calentita luego de una noche maravillosa. Ví que en la ventana había restos de nieve  de la tormenta de anoche y los vidrios estaban empañados y con marcas de dedos. Un brillo matinal bañaba el departamento  y todo estaba en silencio, algo muy raro ya que casi nunca ocurría. Siempre había ruidos provenientes del tráfico o la gente afuera y dentro del edificio.

Se cumplían dos años de haber llegado a la ciudad, y mis compañeros de trabajo y amigos hicieron una pequeña reunión en un bar de aquí cerca. Había karaoke, a ellos le gustaba mucho porque cantabamos en todos los idiomas. Mis amigas del trabajo me regalaron unas botas de cuero hasta las rodillas e insistieron en que use un vestido corto y apretado. En mi cabello cobrizo pusieron perlas y glitter. Me mimaban mucho

Alex tenía la visita de su novio así que pasé la noche en casa del vecino de arriba luego de que volvimos de la fiesta. Con todo eso de la pandemia nos hicimos amigos casi todos en el mismo edificio.

Me moví un poco para intentar salir de la cama pero estaba algo atrapada. Últimamente Tom se las arreglaba para seducirme, y ya que éramos muy buenos amigos jamás me oponía si quería pasar la noche juntos.

Me levanté de su pecho y ubiqué mi cabeza en un pedazo de almohada, acomodando sus rizos lejos de mi cara. En esta ocasión se nos unió Jean Luc, quien vivía en el primer piso y ahora dormía a mi derecha, abrazado a mi cintura. Era increíble, nuestras pieles desnudas compartiendo un mismo calor bajo las sabanas, los lunares, tatuajes y perfumes de los tres en un solo aura, una escena digna de enmarcar.

Busqué mi celular entre las almohadas porque recordé que habíamos grabado un pequeño video y lo revisé. Asombrada bajé el volumen rápidamente y observé cubriendo mi boca cómo recibía por detrás la locura de Jean mientras Tom me abofeteaba y escupía en mi boca y mordía mi labios hinchados y mojados por el placer indescriptible que sentí nuevamente en mi vientre al recordar aquella noche.

Salí de la galería y decidí enviar a Alex una foto mía con ambos chicos durmiendo a cada uno de mis lados. Era domingo al mediodía, seguro estaba preparando el desayuno con su novio




                                     " 📷 Foto "

"🫡 Te envidio"

              "Le voy a contar a Sam jajajaja"


" J'suis Sam 😆"


Alex y Sam aprendieron bastante rápido el español, a Tom también se le quedaron algunas palabras pero mayormente me hablaba en inglés cuando se desesperaba al yo trabarme en francés, a pesar de que incansables veces le pedí que no lo hiciera.  Si bien tenía un vocabulario fluido en el trabajo, en la calle era muy distinto el idioma y a veces me confundía.

Intenté deslizarme para salir de la cama pero Tom me atrapó las caderas y me pidió quedarme un rato más. Accedí y dejé que se recostara en mi pecho, y acaricié y peiné cada uno de su rulos negros hasta que me dormí unos minutos más.

Jean me despertó dándome besos en las piernas, con claras intenciones de saciar su hambre con mi feminidad, tal cuál hizo la noche anterior. Le dije que iba a tener que esperar unos días más porque me dejaron adolorida entre los dos. Acaricié su espalda dorada mientras se sentó en el borde de la cama, analizando el cuarto en busca de su ropa y una vez la encontró fue directo al baño a ducharse .

Tom besó mi cuello y me sacó de trance con su acento parisino .

-Anoche escribí algo. Se me ocurrió mientras te cantamos el anniversaire.

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