IV

243 13 2
                                    

POV SANTIAGO

  - Dale, Luis no podés ayudarme está vez solamente? Solo una. Necesito tu contacto en el gobierno para buscar alguien... Llevo casi cuatro años buscandola.

  - No, Santiago. Ya te dije que eso está completamente fuera de mi alcance. Es hora de dejarla ir. Ahora anda a tu casa, por favor que necesito trabajar. Tengo esta pila de pendientes y me está dando un dolor de cabeza insoportable

  - Sos un inútil, Sabelo.
 
  - Sisi, después hablamos . Mándale un saludo a tu abu, me dijo que te espera para almorzar.
 
Salí de la oficina hecho una bola de fuego y entré a mi auto. La desesperación y la ira no me dejaban conducir del todo bien. Cuando pasé por el mismo restaurante dos veces supe que tenía que replantear unas cosas y planear bien lo que hiciera a continuación. Me dirigí a la oficina de mi padre con la esperanza de encontrar algún indicio de aquella muchacha que me hechizó en las vacaciones, en este momento era una obsesión saber dónde estaba y qué hacía.. si estaba con otro y que tan médiocre podría ser ese tipo...

Estacioné como pude el auto y caminé adentro lo más natural y desapercibido posible. Según mi reloj, mi padre salió a almorzar hace diez minutos, lo cual me da tiempo suficiente para hallar algo. Tuve que apagar la camara de seguridad que apuntaba a la puerta de la oficina.
Me senté en su escritorio y prendí la computadora... Tenía clave
¿Cuál podría ser? Ah nacimiento del primer nieto. .. Acceso concedido, si! Este hombre es muy predecible, después lo ayudo.
A ver, registros nacionales, ingresar nombre y apellido... Buscar.... Dios está basura no podría tardarse más. ¿Dónde estás? Por favor necesito encontrarte... Te necesito.

Tomé un gran suspiro y pasé bruscamente mis manos por mi cabeza y cubrí mis ojos ya en derrota.

✅ (Piiiiii)

La máquina encontró algo, a ver... Contratos de locación, adjudicación de un auto... Dos cambios de residencia, si te encontré! Ahora a imprimir. En casa investigo número de documento y familia.

Imprimí alrededor de 10 hojas de información, tenia resultados de dos personas distintas así que debí averiguar cuál de las dos era.

Borré todo en la computadora, tomé mis hojas y volví al auto, me prendí un cigarro de la victoria y emprendi viaje a mi departamento, está vez más relajado. De repente sonó el teléfono a una cuadra de casa. Era Ramiro.
Estacione como pude y contesté:

  - Hola
 
  - Santiago, ¿Como estás?
 
  - No muy bien, me interrumpís algo importante.
 
  - Ajá, bueno tu tío vino a verme hoy. Está preocupado por vos.
 
  - Todo el mundo se preocupa por mi, pero sin razón alguna.
 
  - Los dos sabemos qué estás tratando de hacer. Ya pasaron años, loco! ¿No te parece hora de conocer otras mujeres? Todas las que te presentamos con los chicos no te duran más de dos noches y mirá que casi todas estaban para matrimonio eh??
 
  - Nadie más que yo decide si una mujer es para matrimonio. Además no tengo deseos de eso.
 
  - Pero te la pasas solo, amigo. Déjate ayudar!
  
  - Me gusta estar solo.

  - Ya ni siquiera vas a las comidas con tu familia los domingos jajaja estás al borde de la locura, te conozco.
 
  - Vos no decidís nada de mi relación con mi familia y si me gusta estar solo significa que puedo manejar mis problemas sin ayuda. Ahora te corto porque me aburriste, Ramiro.

  - Uh, bueno, loco ya estaaa! Te llamo a la noche .
 
  - Chau.

Agarré mi portafolio y entre a la casa. Había un olor extraño... Ah sí, hoy es jueves. Vino Marta a limpiar.

Fuí directo a mi cuarto, tiré el saco a la cama, me aflojé la corbata y subí las mangas de la camisa. Dejé los papeles en un escritorio y me hice un café. No recuerdo si dormí anoche

ContratiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora