Contratiempos

XV(+18)

POV SANTIAGO

Había trabajado hasta muy tarde, perdí la noción del tiempo de esa noche de 2023 cuando en un descanso, sentado en mi oficina observé con detenimiento un número de teléfono que llevaba meses en el escritorio listo para llamar. Encendí el quinto cigarrillo de la noche y me armé de valor. Ví la hora y eran las 4:30, en el lugar de destino eran las, 9:30 de la mañana.

Sonó el tono de marcado ...

  - Hola? -una voz que esperé años para escuchar dirigiéndose directamente a mí-

No contesté, me quedé helado...

  - Holaa?? -cortó la llamada luego de unos segundos -

Julieta tenía la voz más dulce y hermosa de todas. Hoy era su cumpleaños número  33. Le había preparado una sorpresa para cuando regresara a casa al finalizar su horario laboral. Esperé unos minutos y volví a llamar

  - Hola de nuevo... ¿Quién habla?

  Quedé mudo ante la posibilidad de al fin hablarle. Ninguna palabra salió con éxito de mi boca. Me encontré en una encrucijada. Si hablaba podría arruinarle el cumpleaños y posiblemente todo el progreso emocional que había logrado hasta ahora. Si no lo hacía, quedaba como un cobarde. Intenté con todas mis fuerzas y luego de un suspiro lo hice

  - Feliz cumpl.... - me cortó -

Quizá era lo mejor, el destino así lo quiso. Descansé mi espalda en la silla y dormí por unas horas hasta que sonó la alarma a las 7. Casi dos miseras horas dormí. Sin duda hoy iba a ser una pesadilla mi dolor de cabeza.

Bajé a la cocina a preparar café, me di una ducha rápida y corrí a la habitación a cambiarme. Mi esposa dormía plácida en la cama, no se levantaría en al menos tres horas más. Tomé el portafolio y entré a la habitación de mi hijo, besé su cabeza y le acomodé la sábana. Apagué la luz de noche y salí bebiendo café en un vaso reutilizable que usaba cuando necesitaba beber mucho para mantenerme despierto.

El día estuvo repleto de reuniones y de idas y venidas. Esperaba ansioso la respuesta de Javier confirmándome su decisión. Sin dudas iba a tener éxito, yo iba a hacer que tenga éxito a cómo dé lugar. Nos reunimos para tomar un café en el almuerzo y la tarde pasó amena y enriquecedora. Lo admiro mucho, no sólo por lo exitoso que es, sino porque es una persona excepcional.

Estaba por decirme sus conclusiones respecto a la propuesta que le hice y fuí interrumpido por una llamada que silencié rápidamente. Guardé el celular en mi bolsillo y lo escuché con detenimiento. Afirmativo. Si. Acordamos unas cuantas cosas y lo acompañé a su auto. Le dije que cuando todo acabe, tendría el poder de comprarse cien autos nuevos por semana.  Se rió. Me dijo que jamás había ambicionado algo así y que creía que no iba a ocurrir. Sin dudas su alma pura y su autenticidad asegurarían su triunfo. Lo saludé y entré a mi auto.

Revise la llamada y un mail del mismo contacto. Lo que pude traducir vagamente a primera vista decía que mi pedido ya había sido entregado. Conduje un rato escuchando música extasiado en éxito.

Una vez que estacioné el auto afuera de casa ví la hora: 6:30 pm.. allá sería medianoche en unos minutos. Busqué tranquilidad fumando y decidí marcar el número de teléfono de nuevo

  - Hola? -se escuchaba a lo lejos música, quizá estaba en algún boliche -

  - Feliz cumpleaños

  - ...

  - Dejé un regalo en tu casa, espero que te haya gustado.

  - Es divino, pero ¿Qué significa, Santiago?