XXIX

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Parte 1:

  Sacrificio



  Desperté sin saber el día ni la hora, estaba sentada semidesnuda en una silla frente a una cámara y varios celulares que estaban transmitiendo en vivo.

  - Veo que nuestra invitada especial despertó -la voz de victoria me daba náuseas- quiero que veas la pantalla de este celular, mi cielo. ¿ Notás que estamos en vivo y en directo para todo el mundo??


A un lado de la habitación estaban dos ex empleados del ministerio en una computadora administrando una página de internet, me concentré y vi que habían fotos mías y de la tortura, incluso esas donde aparecía crucificada, luego hicieron click en una ventana y miraron la transmisión de la cual yo era la atracción principal.

  - Hora del espectáculo,  amiga. Vamos a comenzar el show con unas preguntas interactivas. Cada respuesta incorrecta tiene una consecuencia fatal. Te recuerdo que estamos en 20 de agosto y en estos momentos hay un explosivo muy potente debajo del congreso, si fallas todos tus amigos desaparecen .
 

  - Los tuyos también, pelotuda. -contesté rabiosa-

  - Si, con la diferencia de que hoy está tu amorcito ahí


Se me heló la sangre al imaginar a Santiago en medio de un derrumbe y la cantidad total de vidas en peligro. Intenté forzar las ataduras en mis manos y tobillos y fui descubierta.


Victoria sujetó con fuerza mi cabeza contra el respaldo de la silla y llevó hacia atrás el cabello que cubría mi frente. Luego se dirigió directamente a los espectadores que seguramente estaban escuchando del otro lado del teléfono:




  -  Hablo directamente con la oficina del presidente. Tienen veinticuatro horas para dejar el dinero en la dirección que les di en el paquete sorpresa, sino metemos a Ruiz en el primer barco a Tailandia. Un comprador de señoritas se puso en contacto con nosotros ayer y está muy interesado en ella. Tiene morbo por las funcionarias públicas

  - De ninguna manera, hija de puta. -mi rabia aumentó con creces- Van a venir por mi y toda tu pantomima va a fracasar como todo lo que intentaste en tu patética vida!




Vicky sacó un cuchillo con una gran punta angosta y la llevó directo a mi frente, presionando y cortando mi carne. Casi me desmayo del dolor, era insoportable. Sacó su lengua hacia un costado y talló concentrada mientras cortaba y giraba la cabeza para ver nuestro reflejo en las pantallas frente a nosotras.


  - AAHHHH!!! BASTA!!! -grite y patalee intentando safarme-



Debido a la sangre que caía por mi cara quedé parcialmente ciega y no pude distinguir qué había en mi frente, de pronto se detuvo e inicio el problema final.



- Este es el clásico dilema del tranvía -continuó Victoria- pero con un giro inesperado. De un lado tenemos a trescientas personas dentro del congreso y unas doscientas afuera manifestándose -señaló el monitor de la computadora- por el otro lado, el sostén de una familia de bajos recursos que se gana la vida cartoneando sin parar siquiera a comer... porque no tiene qué comer! -me mostró en una videollamada a un rehen amordazado con alguien apuntando a su cabeza con un rifle- Tenés que elegir quién vive. ¿ Oligarcas traidores de la verdadera patria, o un laburante incansable?

  - Basta, Victoria. Nada de esto es necesario -intenté persuadirla- siempre fuiste una zurdita pero esto es demasiado

  - Tenés un minuto para decidir -hizo click en una pantalla y se activó un temporizador en la computadora-



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