XXV (+18)

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-  Santi lo entendería si te querés ir a casa, la bebé está molesta porque le están saliendo los dientes y no hace falta que te quedes aquí conmigo. Llévalo a tu hijo de paseo mañana, nosotras estaremos bien

- Segura? Porque me puedo quedar así revisas de nuevo tu exposición  -se sentó en mi cama-
 
- Si jaja aparte Alma ya se durmió y mañana voy a trabajar -me senté en sus piernas y acaricié su cabello-

  - Bueno, cenamos y me lo llevo a Sebastián.

  - A propósito, gracias por borrar los datos que te pedi

  - En su mayoría no fue por vos, la causa está primero -me besó y apretó mis nalgas-

  - No, si fue por mi jaja

Cenamos temprano y charlamos un rato más.  Sebastián preguntaba si yo era su nueva mamá y Alma su hermana. Le dijimos que por el momento nos íbamos a ver seguido los cuatro pero seguiríamos durmiendo en casas diferentes y solo éramos novios con Santi. Ya había planeado hablar algo con la asistente social en la próxima visita

Lave los platos y despedí a los chicos en el living. Fui arriba y cambie el pañal de la bebé mientras dormía. Se levantó incomoda por sus pequeños dientes a punto de brotar y la abracé hasta que nos dormimos en mi cama. Como pude, la moví a mi lado porque sonaba mi celular y necesitaba atender, aún era de madrugada

Yo no lo sabía, pero esa noche recibiría el llamado que marcaría el principio del fin

  - Señora Ruiz buenas noches
 
  Me levanté y vi el reloj, eran las 4:30 de la mañana

  - Buenas noches, quien habla?

  - Que tal, habla el Director Nacional del Servicio Penitenciario Federal... Lamento informarle que hace unas horas  hubo un motín y tenemos un prófugo

  - Solamente uno?

  - Si, señora. La situación fue controlada y reforzamos la seguridad. Al parecer el interno congregó a otros en una especie de grupo y todos colaboraron para hacerlo escapar

  - Perfil del prófugo?

  - Altamente peligroso... Señora...

  - Si, dígame

- Es Suárez...
 

Mi cuerpo entero se congeló debido al terror. De un salto me puse de pie y vi por la ventana si había alguien en la calle. Solo podía pensar en la seguridad de mi hija

  - Muchas gracias. Cualquier cosa puede encontrarme en el ministerio

  - Buenas noches
 

Esa noche no dormí nada, me quedé despierta revisando reportes de un grupo que estaba por la ciudad vandalizando propiedad privada del Estado con dibujos y gráficos extraños con referencia a lo religioso y una simbología que no identifiqué, reconocí uno y busqué el expediente de Suárez porque me pareció ver una coincidencia. Era un tatuaje que tenía en su frente.

Revisando las transcripciones de las últimas entrevistas con los psicólogos en la carcel descubrí que había recibido 30 visitas, 26 eran de Nuñez; seguramente se escudó tras el papel de servidor público para moldear su inestable mente y aprovechándose de la abstinencia de Suárez a tener el ego alto lo convirtió en un monstruo, un líder nefasto.
Abrí en mi computadora el expediente y escuché con detenimiento las grabaciones

  - ¿Sabes que haces acá?"

  - Si"

  - ¿Crees que es justo estar en prisión?"

  - No"

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